El próximo 26 de septiembre se reanudará el juicio sobre el despido injustificado de Jesús Nazareth García, dirigente sindical del Sistema Urbano de Procesamiento, Recolección y Aseo del Distrito Capital (Supra Caracas).

Nazareth fue despedido precisamente el 26 de septiembre del año anterior, como represalia a su papel dirigente durante la lucha de los trabajadores del aseo urbano capitalino ante desmejoras salariales impuestas por la patronal, dependiente de la Alcaldía de Caracas.

El conflicto laboral en Supra emergió a la par del ascenso de las luchas obreras de 2022, que se expresó en las jornadas nacionales de movilización de jubilados y pensionados, las huelgas en Sidor y Mondelez, y con más fuerza, la erupción del movimiento contra el Instructivo Onapre liderado por el magisterio.

Además del desmejoramiento de sueldos, los trabajadores de Supra han denunciado que la empresa no otorga las dotaciones protectoras adecuadas para una labor altamente contaminante y generadora de enfermedades ocupacionales, como es el aseo urbano.

A mediados de 2022, la lucha de los trabajadores de Supra escaló a una huelga de brazos caídos dada la falta de respuestas por parte de las autoridades. Estas últimas contraatacaron, primero, permitiendo el ingreso de funcionarios policiales a las sedes de la empresa para intimidar y amedrentar a los huelguistas, y luego con la creación de una nómina paralela para sustituirlos. Estas maniobras patronales, propias de la actual política represiva del gobierno, no pudieron frenar la voluntad de lucha de los trabajadores, quienes se plantaron firmes con sus exigencias de mejores salarios y condiciones laborales, toda vez que participaron en varias iniciativas de movilización unitarias.

Finalmente, como se dijo antes, el 26 de septiembre del año anterior fue emitida una notificación de despido en contra de Nazareth, totalmente injustificada y violatoria de su fuero sindical. Claramente, tal medida respondió al interés patronal de decapitar la lucha y disuadir a los trabajadores. A partir de allí, comenzó el proceso de apelación en tribunales laborales para anular dicha providencia administrativa. En las siguientes audiencias se espera la presentación de testimonios de los 3 testigos de la defensa, ante el juez Juan García del Tribunal Noveno para casos laborales.

La lucha, la valentía y la resistencia de compañeros como Nazareth representa una muestra de la combatividad de la clase obrera. Ante el duro contexto de represión y ataques estatales a los trabajadores, es vital la defensa de los derechos de organización, protesta y huelga, los cuales tienen el mismo nivel de importancia que las reivindicaciones económicas. Se trata de defender los derechos democráticos que permiten a los trabajadores luchar dentro del capitalismo, contra el poderío explotador y opresor de patrones, burgueses y burócratas.

Desde Lucha de Clases – Corriente Marxista Internacional, exigimos el reenganche inmediato de Nazareth a su puesto de trabajo y la restitución de sus salarios y beneficios caídos, al mismo tiempo que llamamos a la solidaridad obrera, nacional e internacional, para sumar más muestras de apoyo a este justo reclamo. Estaremos a la expectativa del fallo que ha de emitir el tribunal designado y atentos a denunciar cualquier medida que no suponga el inobjetable y necesario reenganche de este luchador obrero.

Mientras exigimos la vuelta de este valiente trabajador a su puesto en Supra Caracas, seguimos exigiendo el reenganche y restitución de salarios y beneficios caídos de los miles de trabajadores despedidos que siguen esperando respuestas de los entes y tribunales laborales. Entre ellos, los trabajadores de la Asamblea Nacional; los compañeros William Prieto y William Guzmán, dirigente sindical y delegado de prevención de Fogade respectivamente; entre otros.

Solo la movilización, la organización y la unidad del movimiento obrero con independencia de clases permitirá, en un primer momento, la defensa de nuestros intereses y la reconquista de todos los derechos que nos han arrebatado. Levantando las fuerzas del proletariado, sobre la base de un programa que conecte las necesidades inmediatas de la mayoría trabajadora y pobre con los objetivos de transformación revolucionaria de la sociedad, se podrán abrir perspectivas futuras para el derrocamiento del capitalismo y la edificación de una sociedad socialista libre de explotación y opresión.