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present-crisis-and-the-pakistan-peoples-party-thumb.jpgEn la etapa actual Pakistán pasa por una de sus peores crisis económicas, caos social y la más peculiar de las  insurgencias en la frontera noroccidental y en Pushtoonkywa. Hay más atentados suicidas en Pakistán que en Iraq, Afganistán o en cualquier otro país. El Estado y el ejército parecen escindidos y existen diferentes fracciones, cada una representando a sectores contrapuestos del capital financiero que están implicados en esta guerra de aniquilación mutua.

En la etapa actual Pakistán pasa por una de sus peores crisis económicas, caos social y la más peculiar de laspresent-crisis-and-the-pakistan-peoples-party-1.jpginsurgencias en la frontera noroccidental y en Pushtoonkywa. Hay más atentados suicidas en Pakistán que en Iraq, Afganistán o en cualquier otro país. El Estado y el ejército parecen escindidos y existen diferentes fracciones, cada una representando a sectores contrapuestos del capital financiero que están implicados en esta guerra de aniquilación mutua. Este hecho se refleja en las declaraciones de la elite política. La derecha tradicional dirigida por la Liga Musulmana (Nawaz) tiene «su» guerra (los norteamericanos). El gobierno del PPP sigue fielmente los dictados de EEUU y tiene «su» guerra (la de Pakistán). Recientemente en una sesión a puerta cerrada del parlamento se llegó a un «consenso» sobre la seguridad nacional. Se trata de otro compromiso corrupto destinado al fracaso. En los últimos meses se han roto varios acuerdos y juramentos sin ningún tipo de rubor o remordimiento.

 

The Economist, el 25 de octubre de 2008, comentaba:

«Entre los soldados más veteranos y los políticos del país no existe consenso sobre cómo manejar la guerra. En lugar de estrecharse, las diferencias se han ampliado después de la alocución a puerta cerrada que dio el ejército este mes al parlamento, esta semana el parlamento aprobó una resolución defendiendo el diálogo con los extremistas como algo prioritario».

 

Deuda e impago

 

En el frente económico el país se enfrenta a un impago de la deuda, los gurús económicos de la burguesía y los gobernantes han estado recurriendo a EEUU, China, Europa y Arabia Saudí en un intento desesperado de encontrar los 10.000-15.000 millones de dólares necesarios de manera urgente para evitar un crack económico y que el país no entre en la categoría de «estado en bancarrota».

 

present-crisis-and-the-pakistan-peoples-party-2.jpgPor último, han recurrido a buscar el rescate en el FMI. Sin embargo, en esta ocasión el FMI impone condiciones muy duras, no vistas hasta ahora en ninguna otra parte del mundo. El gobierno del PPP no ha sido capaz de poner en práctica sus tímidas promesas de restaurar a los sindicatos obreros y de estudiantes por el temor que tiene a la reacción de las instituciones imperialistas. El siguiente informe apareció en la primera página de uno de los diarios pakistaníes en inglés, The News, en él se puede ver el contenido del acuerdo elaborado en Dubái entre el FMI y las autoridades pakistaníes.

 

«Pakistán tendrá que recortar su presupuesto de defensa un 30 por ciento en los próximos cuatro años si se aceptan las condiciones que impone el FMI para el préstamo que discuten ambas partes en Dubái, según se puede ver en el documento visto por este corresponsal.

 

«Con unas condiciones extremadamente duras, Pakistán conseguiría 9.600 millones de dólares del FMI en los próximos tres años a un interés del 16,7 por ciento anual.

 

«El documento dice que si Pakistán acepta la financiación del FMI, eso supondrá reducir el número de empleos con derecho a pensión en los departamentos del gobierno y semi-gobierno, de 350.000 a 120.000 trabajadores.

«El FMI propondrá una estructura impositiva bajo el paquete de reformas del Federal Board of Revenue y un aumento de 50.000 millones de rupias del objetivo actual de impuestos (…).

 

«… La imposición de impuestos agrícolas, un siete por ciento a la producción de trigo y un 3,5 por ciento a otros granos. Las propuestas dicen que el Federal Board of Revenue (FBR) enviaría un informe cuatrimestral a la oficina del FMI en Islamabad que vigilaría el análisis de la recaudación de impuestos tanto directos como indirectos. El FMI propondría cambios allí donde considerase necesario.

 

«El documento dice que el representante del FMI participaría en la estructura administrativa del FBR y se abrirían oficinas del fondo en todas las sedes provinciales para vigilar la recaudación de impuestos a nivel provincial.

«Las propuestas también dicen que los directores del FMI y del Banco Mundial vigilarían la preparación del presupuesto federal por parte del ministerio de economía. Harían propuestas y el gobierno pakistaní estaría obligado a cumplir todas estas propuestas.

 

«El gobierno de Pakistán tendrá que dar detalles de los préstamos de todos los demás prestamistas, incluido China, 48 horas antes de firmar el acuerdo de financiación con el FMI y un 25 por ciento de los activos del gobierno comprometidos como avales serían propiedad del FMI.

 

«La intervención del FMI en los asuntos del banco central (Banco Estatal de Pakistán), la provisión de los detalles sobre las reservas de divisas, las remesas así como la afluencia de intercambio exterior a través de otros bancos comerciales estarán bajo las órdenes estrictas de la financiación del FMI. Ni el FMI ni el gobierno de Pakistán quieren comentar estas condiciones a pesar de los repetidos intentos hechos por este corresponsal». (The News. Islamabad. 24/10/2008).

 

The Economist analiza esta ayuda del FMI en la siguiente línea:

 

«Un estado con armas nucleares en primer línea de la ‘guerra contra el terrorismo’, Pakistán se enfrenta a la crisis económica… La economía está próxima a la caída libre… Se espera el apoyo del FMI con toda la austeridad que conlleva. El gasto en defensa y desarrollo podría ser una de las bajas. Ni el ejército ni la opinión pública en general estarán contentos».

 

Las condiciones de las masas se han deteriorado a una velocidad de vértigo durante los últimos siete meses de gobierno de coalición encabezado por el PPP. Los cortes de electricidad (sobrecarga) han aumentado a 16 y 20 horas en las zonas urbanas y rurales, mientras que su precio se ha incrementado un 46 por ciento, con un objetivo del 71 por ciento en los próximos meses. Han subido de modo astronómico los precios de los alimentos y otros productos básicos, como la gasolina. La pobreza, el desempleo y la caída de la población a la absoluta pobreza han alcanzado un nivel sin precedentes en los 61 años de existencia del país. Según el World Food Programme (WFP), 77 millones de personas pasan hambre en distintos grados, es decir, un 28 por ciento más respecto al año pasado. Las protestas de masas estallan de manera espontánea, queman facturas de electricidad y éstas aumentan según pasan los días.

 

Indiferencia gélida de la dirección del PPP

 

El aspecto más irónico dentro de esta calamitosa situación es la gélida indiferencia expresada por la dirección delpresent-crisis-and-the-pakistan-peoples-party-4.jpg PPP y el gobierno hacia el sufrimiento de las masas. Ahora los socios de coalición y los líderes del PPP se empujan entre sí para conseguir lucrativos puestos ministeriales. Los partidos de la coalición en el gobierno, después de la salida de la Liga Musulmana Nawaz, son el MQM (los neofascistas étnicos), el JUI (fundamentalistas islámicos) y el ANP (nacionalistas burgueses pastunes).

 

Zardari es el presidente de Pakistán y copresidente, junto a su hijo, del PPP. Yusaf Gillani, antiguo ministro del general Zia ul Haq que asesinó al fundador del PPP, Zulfiqar Alí Bhutto, es el primer ministro del país por el PPP.

En las elecciones del 18 de febrero las masas de nuevo votaron masivamente al PPP, como es su tradición de lucha política. Fue otro intento de conseguir algo de respiro ante la extrema miseria que padecen.

 

Se ha producido una oleada de seguidores del PPP con solicitudes de empleo a las sedes del PPP. Pero el tamaño de estas multitudes ha ido disminuyendo y ahora han caído en la desesperación y la desesperanza. La miseria de la vida es tan intolerable que han tenido que unirse a la oleada de protestas contra la escasez de electricidad y otras necesidades básicas. Estas protestas ahora son más violentas y los enfrentamientos con la policía aumentan. Sin embargo, por ahora estas protestas son más esporádicas y tienen un carácter «espontáneo», a pesar de que la derecha está demasiado debilitada y su compromiso con el régimen de Zardari, no existe una fuerza sustancial en la izquierda que proporcione a las masas dirección.

 

Hay descontento y frustración no sólo entre las amplias masas que apoyaron al PPP, sino también entre los trabajadores y activistas del partido. Aunque varios activistas del PPP ocupan algunos cargos en el gobierno y han conseguido pequeños contratos, no hay margen en la economía para acomodar a la gran mayoría de activistas del PPP. Los fondos para el desarrollo en el presupuesto se han agotado. Tienen que ser dirigidos al actual gasto público y el reembolso de la deuda. Los proyectos de desarrollo de los anteriores gobiernos ahora están paralizados. Esto supone más agonía para la vida de las masas.

 

Tensiones dentro de las filas del PPP

 

present-crisis-and-the-pakistan-peoples-party-3.jpgTodo esto provoca tensiones dentro de las filas del PPP y en su base de apoyo. El apoyo de masas a Zardari y al PPP, tan poderoso hace unos meses, ahora cae en picado. Según las últimas encuestas el apoyo de Zardari ha caído al 13 por ciento. Este hecho crea una situación precaria para los activistas y cargos del PPP porque no pueden justificar ni defender nada de esta política. En realidad lo que hacen es evitar a la gente corriente y a las masas empobrecidas. Sólo los burócratas sindicales, los comerciantes, sectores de las clases medias y otros empresarios son los que participan en las actividades del PPP, una situación que no se puede comparar a la que existía antes de que el PPP llegara al gobierno.

 

Estas condiciones están suponiendo una enorme presión sobre capas de los trabajadores y jóvenes más avanzados, creando una situación de rebelión no sólo contra la dirección del PPP y el gobierno, sino también contra el mismo PPP. No es la primera vez que se dan estas condiciones en Pakistán cuando el PPP ha estado en el gobierno. La diferencia es que hoy la situación es mucho más drástica.

 

Los dirigentes del PPP, aunque indiferentes al sufrimiento de las masas, están preocupados por su propia credibilidad política y social que se erosiona rápidamente. De ahí que estén más inclinados a un mayor control del aparato del partido e intentan aplastar cualquier oposición de izquierdas que exista dentro del partido. Por arriba ya ha habido algunos disidentes, pero sobre todo por razones vinculadas a conseguir puestos ministeriales u otros cargos lucrativos en el gobierno. No obstante, Zardari ha podido manipularlos y les ha sobornado de una u otra forma. Y se han vendido.

 

Zardari se mantiene en el poder mediante maniobras y ha capitulado totalmente ante el imperialismo, ahora es el segundo hombre más rico de Pakistán. Nawaz Sharif no anda muy lejos y es el cuarto. Pero el poder político de Zardari no es tan de fiar como sus activos económicos y financieros. Aunque incluso esto último es dudoso debido a la crisis económica y financiera mundial.

 

El ejército no está nada contento con esta situación. Tener como «comandante en jefe» a un hombre con los antecedentes de Zardari no es nada inspirador para el ejército. El imperialismo norteamericano ejerce toda la presión que puede para contener al ejército y evitar que intervenga en un país que ha estado gobernado por el ejército durante más de la mitad de su historia. Sin embargo, la situación entre los oficiales medios y bajos del ejército es muy volátil y existe mucha disidencia, no será fácil para los norteamericanos ni para el algo mando del ejército controlar la situación.

 

Todos los errores que Zardari y su corte están cometiendo y la orgía de beneficios están provocando odio e incluso hasta cierto punto favorece a la derecha encabezada por Nawaz Sharif, que también cuenta con el apoyo de los más virulentos de los fundamentalistas islámicos, como el Jamat-i-Islami. Si la derecha llega al poder, ya sea con un gobierno de derechas o con una dictadura militar, puede aumentar la putrefacción, pero ¿serían capaces de recuperar esta economía en ruinas? En absoluto.

 

Recientemente en un periódico sindhi apareció un artículo escrito por Wajid Shams ul Hasan, el Alto Comisionado de Pakistán en Londres y alguien allegado y protegido de Zardari. Escribía que la mayor amenaza para la dirección del PPP era la presencia de los marxistas dentro del partido, y no que altos dirigentes del PPP fueran hostiles a Zardari porque les hubiesen excluido del gobierno. La dirección del PPP ha intentado purgar a la izquierda del PPP. Han utilizado a antiguos izquierdistas con todo tipo de métodos, desde ofrecer prebendas y privilegios, hasta el acoso y la represión.

 

El papel de los marxistas

 

En este terreno también han sido derrotados. Los marxistas en realidad han ganado terreno en algunas zonas donde existen elementos de verdadera actividad política e ideológica dentro del PPP. Las recientes intervenciones de los marxistas en Quetta, Karachi, Multan, en el Punjab y en la reunión del Comité Ejecutivo del PPP en Lahore, con una postura revolucionaria clara, ha tenido un efecto electrizante entre los trabajadores y jóvenes presentes en estas reuniones. Los marxistas han ganado posiciones en el PPP desde abajo basándose en un programa revolucionario.

 

Los marxistas no han perdido la cabeza y no han dejado que la política de los dirigentes y las presiones de ciertas capas avanzadas de trabajadores y jóvenes les desespere. Tenazmente han estado al lado de las masas, se han basado en el consejo de Lenin: «paciencia, persistencia y consistencia». No ha sido la primera vez que los marxistas del PPP se han enfrentado a este tipo de desafíos. Se niegan a dejar a las masas que aún tienen esperanzas, aunque en esta etapa cada vez menos, a merced de Zardari y su corte de sicofantes.

 

La ausencia de una alternativa no les deja otra opción. El socialismo hoy es una palabra prohibida entre la dirección del PPP a todos los niveles. Aunque los orígenes del PPP se remontan a la revolución de 1968-1969 y su programa fundacional es socialista, que supone su base tradicional, y aunque la dirección ha abandonado sus cimientos socialistas, un sector grandes de las masas aún tienen ilusiones en el partido como vehículo de cambio en sus vidas. En tiempos normales las masas siempre buscan la solución aparentemente más fácil y disponible. Pero la experiencia y los grandes acontecimientos históricos las obligan a emprender el camino revolucionario. Lenin en su obra, La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo, decía lo siguiente sobre esta cuestión:

 

«Si quieres ayudar a las ‘masas’ y ganarte la simpatía y el apoyo de las ‘masas’, no debes temer las dificultades o provocaciones, insultos y persecuciones por parte de los ‘dirigentes’ (que por ser oportunistas y socialchovinistas están, en muchos casos, directa o indirectamente vinculados a la burguesía y a la policía), sino que debes en cualquier caso trabajar en cualquier sitio donde estén las masas«.

 

Si el gobierno del PPP es derrocado mediante un golpe militar o sustituido por los partidos de derechas a través de unas elecciones de nuevo se encontraría en la oposición. No esta descartado que esto pueda suceder más pronto que tarde si tenemos en cuenta la seriedad de la crisis actual. Pero incluso cuando el PPP está en el poder ya existe una disidencia palpable dentro del partido. Pueden ocurrir accidentes y como dijo Engels, son el resultado de una necesidad duradera y más profunda. En esta situación puede aparecer cualquier otra figura o grupo accidental con una retórica populista y discursos radicales. Zardari después de todo heredó el partido de su esposa, no su autoridad. Y en cualquier caso, él no lleva el nombre de Bhutto, que tiene una importancia muy grande en un país subdesarrollado como es Pakistán.

 

Los marxistas no hacen un fetiche del PPP. No nos identificamos con Zardari ni con la camarilla que le rodea. Están aplicando una política antiobrera y desilusionando a los activistas más honestos del partido, particularmente a las masas trabajadores que le apoyan. En estas condiciones los marxistas son muy flexibles en su trabajo. Debemos comprender que los marxistas trabajamos en el PPP, «explicando pacientemente» nuestro programa, pero eso no nos impide dirigirnos directamente a los trabajadores bajo la bandera «independiente» como es el PTUDC o el BNT. Debemos trabajar allí donde estén las masas luchando por su emancipación.

 

Los marxistas explorarán todas las tradiciones de izquierdas de las masas. Entraremos en cada resquicio que lleve al proletariado y a la juventud revolucionaria. El objetivo final de los marxistas es construir y desarrollar una corriente revolucionaria de masas, sobre todo en un momento en que el gobierno del PPP está llevando a cabo ataques violentos contra la clase obrera en Pakistán, los marxistas deben estar en primera línea dirigiendo la resistencia de masas que aumenta con los días.

 

Las recientes intervenciones han demostrado que aumenta el apoyo a las ideas socialistas y al marxismo dentro de las filas y de los seguidores del PPP. Estas intervenciones se basan en el programa fundacional del PPP de 1967 y en el manifiesto revolucionario electoral de 1970. Estos documentos defienden el derrocamiento del capitalismo mediante la revolución socialista. Todo esto aumentará con el empeoramiento de la crisis, la inestabilidad y la experiencia del carácter real de la actual dirección.

 

Al mismo tiempo los marxistas deben estar dentro del PPP y no pueden apoyar las acciones de la dirección del PPP contra los trabajadores. Esta lucha fuera del PPP inevitablemente llevará a la construcción de una base amplia de apoyo dentro del PPP. Igualmente, la posición audaz y la lucha de los marxistas contra la dirección capitalista y feudal dentro de las filas del PPP encontrarán eco más allá de los límites del PPP.

 

En las convulsiones sísmicas que se avecinan habrá un enorme fermento y estallarán conflictos dentro del PPP. En el caso de la derecha o los fundamentalistas aumentarán sus ataques, los marxistas deben adoptar la táctica del frente único con los trabajadores y jóvenes dentro del PPP, en los sindicatos y otras organizaciones tradicionales de jóvenes y trabajadores.

 

Si los marxistas son capaces de construir una fuerza cualitativa y cuantitativa importante, el escenario será diferente. En vísperas de un nuevo movimiento en las líneas de 1968-69, cuando el PPP se convirtió en el partido tradicional de las masas debido a la ausencia de una alternativa revolucionaria de masas, si en ese momento existe una alternativa marxista considerable, en ese momento podremos evitar el descarrilamiento del movimiento. Esto preparará el camino para una victoria socialista. Ya hemos combatido derrotado antes al oportunismo y al ultraizquierdismo, lo haremos de nuevo. Nos negamos a cambiar de rumbo, lucharemos y ganaremos.