jpsuv-septiembre-2008

jpsuv-septiembre-2008Hoy en Venezuela existen alrededor de un millión 700 mil jóvenes que no estudian ni trabajan, aunado esta situación a un 20% de fracaso escolar. En escuela y liceo, la calidad de la enseñanza para los sectores más pobres y humilde es de muy pésima calidad, donde la violencia es el ambiente natural donde crecen nuestros niños y jóvenes en los sectores populares, donde para un adolecente de trece (13) años le es más fácil hacerse con un arma de fuego, que con un diccionario de la lengua o un clásico de la literatura española; donde el desempleo y subempleo juvenil supera el 60% y la esclavitud infantil no se cuantifica en cifras reales y se expresa bajo la forma de venta de mercancías en los mercados y buses de transporte colectivo, Semáforos, Caleteros, Agricultura, Minería, Mendicidad y Prostitución.

Está situación está a la orden del día en nuestras ciudades y zonas rurales de país…. Una advertencia se nos está gritando y no la escuchamos en la actualidad. Esto es producto de un sistema que nos impuso una minoría, que bajo la explotación del capital y de la mano de obra del trabajador, ha creado desigualdades de la cuales no escapa la juventud en nuestro país y en el mundo.

Jóvenes sin poder obtener una vivienda

En la actualidad los jóvenes entre 20 y 35 años promedios, pasan por una situación difícil. No pueden formar una familia en la actualidad, ya que le es muy difícil adquirir una vivienda por los elevados costo y la baja oferta que existe en el mercado. Aunado esto al gran déficit habitacional que según algunas cifras se ubican en 2.500.000 millones de viviendas en el país, esto conlleva a las jóvenes familias a vivir hacinados en las casa de sus padres sin poder romper con esta realidad presente. En cambio otros optan por invadir terrenos baldíos para levantar sus ranchos, sin las condiciones mínima de salubridad y de servicios públicos. Esa es la realidad que enfrentan las familias para levantar sus núcleos de familias joven. La decadencia del sistema capitalista cada día se ve expresada con mucha más fuerza en los hombros de la juventud.

La universidad

Una de las cosas que hay que reconocer en la actualidad es que el acceso a las universidades ha sufrido un incremento en sus matriculas bien importante por parte del gobierno bolivariano, lo que significa que los más pobres tienen el derecho de concluir una carrera profesional.

Pero sucede que después de pasar por cinco años de estudios los jóvenes que han podido terminar sus carreras con las complicada situaciones, pasan a engrosar las largas listas de desempleados o sub empleados en nuestra república y los que logran conseguir un empleo lo consiguen en forma de tercerización y explotación sin derecho a sindicalización y atropellos por parte de los patrones privados y de los burócratas de las instituciones públicas. Panorama que deja en total realidad la contradicción que existe entre estado y universidad; una marcha por un lado y el estado por otro y el rechazo de la burocracia a las iniciativas de la juventud de dirigir los procesos políticos.

Delincuencia Juvenil

La delincuencia juvenil se ha convertido en un fenómeno que golpea muy duro a nuestra juventud la cifra dicen hoy que 17.200 venezolanos murieron en el año 2010, la mayoría de las muertes violentas, las encabeza un porcentaje muy alto los jóvenes. Se calcula que circula un total de 15 millones de armas de fuego, en un país de 26 millones de habitantes, es decir que esto aunado a la falta de empleo y oportunidades para nuestros jóvenes, el horizonte de la juventud se ve poco claro.

Parte de nuestra población de relevo está siendo liquidada por una guerra sin razón entre banda de jóvenes que se ven forzados a vivir del delito, producto a la falta de oportunidades de empleo para satisfacer sus necesidades de vida. Es la peor parte de la situación de descomposición del sistema capitalista en la juventud.


La familia y la alienación de los medios de comunicación

Hoy en Venezuela vemos con preocupación la situación de la familia donde cada vez más niños y jóvenes crecen sin la referencia paterna por la desintegración acelerada de las familias, a causa del desempleo, el alcohol, drogas y una cultura de la promiscuidad que viene favorecida por novelas y medios de comunicación aunada a la cultura de consumismo. Una Venezuela donde el maltrato, el abuso y el abandono esta a la orden del día…. ¿a quién le preocupa realmente la fortaleza de la familia y las consecuencias de su destrucción para el futuro?


Un instrumento de lucha para la juventud

La juventud en la actualidad se debe de dotar de una organización política que represente sus intereses y aspiraciones de una sociedad mejor más justa y digna para los jóvenes. Es allí el papel importante que juega la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela. A tan solo trés años de su fundación, demuestra que la realidad está muy lejana de lo ideado. Para tener un órgano genuino de la juventud para la lucha contra el capitalismo, la juventud se debe de dotarse del programa marxista.

Es allí que los marxistas hacemos el llamado de construir una organización democrática que sirva para poner en practica la democracia desde abajo, por medio de las asambleas democráticas y la revocabilidad de su dirección, y no lo que estamos viviendo, a través de la imposición por parte de una minoría gobiernera, que utiliza el aparato solo para satisfacer sus aspiraciones políticas dentro del aparato burocrático, y se limita a no ser critica de la sociedad, y de minar la unidad de la juventud universitaria, trabajadora, campesina.

Los jóvenes revolucionarios, que somos antagónicos a la explotación capitalista, exigimos una reactivación seria de la JPSUV, y el llamamiento a un nuevo congreso ordinario bajo el método democrático y amplio de los sectores de la juventud, que exigen cambio a lo interno de la organización, con perspectivas al conjunto del proceso revolucionario que lidera el camarada Hugo Chávez.

El balance que podríamos sacar en estos tres años, es que no podemos seguir improvisando en sacar más frentes de lucha, que solo sirven para dividir, fragmentar la lucha y no darnos cuenta de la realidad por la cual pasa nuestros jóvenes día al día.

Hoy en Venezuela existen alrededor de (1.700.000) jóvenes que no estudian ni trabajan, aunado esta situación a un 20% de fracaso escolar. En escuela y liceo, la calidad de la enseñanza para los sectores más pobres y humilde es de muy pésima calidad, donde la violencia es el ambiente natural donde crecen nuestros niños y jóvenes en los sectores populares, donde para un adolecente de trece (13) años le es más fácil hacerse con un arma de fuego, que con un diccionario de la lengua o un clásico de la literatura española; donde el desempleo y Subempleo juvenil supera el 60% y la esclavitud infantil no se cuantifica en cifras reales y se expresa bajo la forma de venta de mercancía en los mercados y buses de transporte colectivo, Semáforos, Caleteros, Agricultura, Minería, Mendicidad y Prostitución.

Está situación está a la orden del día en nuestras ciudades y zonas rurales de país…. Una advertencia se nos está gritando y no la escuchamos en la actualidad. Esto es producto de un sistema que nos impuso una minoría, que bajo la explotación del capital y de la mano de obra del trabajador, ha creado desigualdades de la cuales no escapa la juventud en nuestro país y en el mundo.

Jóvenes sin poder obtener una vivienda

En la actualidad los jóvenes entre 20 y 35 años promedios, pasan por una situación difícil. No pueden formar una familia en la actualidad, ya que le es muy difícil adquirir una vivienda por los elevados costo y la baja oferta que existe en el mercado. Aunado esto al gran déficit habitacional que según algunas cifras se ubican en 2.500.000 millones de viviendas en el país, esto conlleva a las jóvenes familias a vivir hacinados en las casa de sus padres sin poder romper con esta realidad presente. En cambio otros optan por invadir terrenos baldíos para levantar sus ranchos, sin las condiciones mínima de salubridad y de servicios públicos. Esa es la realidad que enfrentan las familias para levantar sus núcleos de familias joven. La decadencia del sistema capitalista cada día se ve expresada con mucha más fuerza en los hombros de la juventud.

La universidad

Una de las cosas que hay que reconocer en la actualidad es que el acceso a las universidades ha sufrido un incremento en sus matriculas bien importante por parte del gobierno bolivariano, lo que significa que los más pobres tienen el derecho de concluir una carrera profesional.

Pero sucede que después de pasar por cinco años de estudios los jóvenes que han podido terminar sus carreras con las complicada situaciones, pasan a engrosar las largas listas de desempleados o sub empleados en nuestra república y los que logran conseguir un empleo lo consiguen en forma de tercerización y explotación sin derecho a sindicalización y atropellos por parte de los patrones privados y de los burócratas de las instituciones públicas. Panorama que deja en total realidad la contradicción que existe entre estado y universidad; una marcha por un lado y el estado por otro y el rechazo de la burocracia a las iniciativas de la juventud de dirigir los procesos políticos.

Delincuencia Juvenil

La delincuencia juvenil se ha convertido en un fenómeno que golpea muy duro a nuestra juventud la cifra dicen hoy que 17.200 venezolanos murieron en el año 2010, la mayoría de las muertes violentas, las encabeza un porcentaje muy alto los jóvenes. Se calcula que circula un total de 15 millones de armas de fuego, en un país de 26 millones de habitantes, es decir que esto aunado a la falta de empleo y oportunidades para nuestros jóvenes, el horizonte de la juventud se ve poco claro.

Parte de nuestra población de relevo está siendo liquidada por una guerra sin razón entre banda de jóvenes que se ven forzados a vivir del delito, producto a la falta de oportunidades de empleo para satisfacer sus necesidades de vida. Es la peor parte de la situación de descomposición del sistema capitalista en la juventud.


La familia y la alienación de los medios de comunicación

Hoy en Venezuela vemos con preocupación la situación de la familia donde cada vez más niños y jóvenes crecen sin la referencia paterna por la desintegración acelerada de las familias, a causa del desempleo, el alcohol, drogas y una cultura de la promiscuidad que viene favorecida por novelas y medios de comunicación aunada a la cultura de consumismo. Una Venezuela donde el maltrato, el abuso y el abandono esta a la orden del día…. ¿a quién le preocupa realmente la fortaleza de la familia y las consecuencias de su destrucción para el futuro?


Un instrumento de lucha para la juventud

La juventud en la actualidad se debe de dotar de una organización política que represente sus intereses y aspiraciones de una sociedad mejor más justa y digna para los jóvenes. Es allí el papel importante que juega la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela. A tan solo trés años de su fundación, demuestra que la realidad está muy lejana de lo ideado. Para tener un órgano genuino de la juventud para la lucha contra el capitalismo, la juventud se debe de dotarse del programa marxista.

Es allí que los marxistas hacemos el llamado de construir una organización democrática que sirva para poner en practica la democracia desde abajo, por medio de las asambleas democráticas y la revocabilidad de su dirección, y no lo que estamos viviendo, a través de la imposición por parte de una minoría gobiernera, que utiliza el aparato solo para satisfacer sus aspiraciones políticas dentro del aparato burocrático, y se limita a no ser critica de la sociedad, y de minar la unidad de la juventud universitaria, trabajadora, campesina.

Los jóvenes revolucionarios, que somos antagónicos a la explotación capitalista, exigimos una reactivación seria de la JPSUV, y el llamamiento a un nuevo congreso ordinario bajo el método democrático y amplio de los sectores de la juventud, que exigen cambio a lo interno de la organización, con perspectivas al conjunto del proceso revolucionario que lidera el camarada Hugo Chávez.

El balance que podríamos sacar en estos tres años, es que no podemos seguir improvisando en sacar más frentes de lucha, que solo sirven para dividir, fragmentar la lucha y no darnos cuenta de la realidad por la cual pasa nuestros jóvenes día al día.