La semana pasada, Edward Snowden se convirtió en el último de una larga lista de denunciantes de prácticas ilegales. Se ha revelado que la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. [NSA por sus siglas en inglés] ha tenido acceso de forma oculta a conversaciones telefónicas y a una gran cantidad de cuentas online por medio de los proveedores de servicios más importantes, poniendo de relieve cómo la privacidad de los usuarios es violada a gran escala por el Estado con el fin de obtener informaciones.

«Big data»y la inteligencia

La última palabra de moda entre las empresas de Internet es «big data». La industria se ha percatado del hecho de que si se integran un montón de servicios, como Gmail de Google, Drive, Calendar y Youtube, y luego se usan estos para rastrear el comportamiento de los usuarios, se termina con una enorme cantidad de información sobre los individuos. Desde el punto de vista del usuario, la fusión de los datos de esta manera sin duda tiene sus ventajas, lo que permite un fácil acceso a muchas funciones diferentes, pero para una empresa significa una capacidad sin precedentes para dirigir la publicidad. Facebook es un negocio que se basa en esto, permitiendo a las empresas dirigirse a usuarios con intereses particulares, mediante los «me gusta», la edad, los centros de estudio, etc.

Desde el punto de vista de los servicios de inteligencia, esto da acceso a una enorme cantidad de información en las redes sociales y profesionales de sus objetivos. Se les proporciona la capacidad de saber de forma más o menos constante donde estás y les da una buena pista acerca de lo que estás haciendo y con quién te vas a reunir allí. Ellos saben qué sitios web estás visitando, qué vídeos que vesonliney así sucesivamente. Todo sobre la base de tener acceso a tu cuenta de Google, iTunes y Facebook.

Lo que significa registrar metadatos

Obama y otros políticos dicen que simplemente están registrando lo que ellos llaman «metadatos», es decir, las partes que intervienen en una llamada telefónica, el remitente y el destinatario de un correo electrónico, etc. Esto se supone que tranquiliza a la gente que teme que el gobierno esté escuchando sus llamadas de teléfono o lea su correspondencia.

La Electronic Frontier Foundation ha publicado un comentario bastante acertado sobre este tema bajo el título ¿Por qué los metadatos importan?:

«Ellos saben que llamaste a una línea erótica a las 2:24 de la madrugada y que la conversación duró 18 minutos. Pero no saben lo que se habló. Ellos saben que llamaste a la línea de prevención del suicidio desde el puente Golden Gate. Pero el contenido de la llamada permanece secreto. Ellos saben que hablaste con un servicio de pruebas de VIH, luego con tu médico y tu compañía de seguro sanitario durante la misma hora. Pero no saben lo que se discutió. Ellos saben que recibiste una llamada de la oficina local de la Asociación Nacional del Rifle mientras están haciendo campaña contra la legislación de las armas y que, a continuación, llamaste a tus senadores y representantes del Congreso inmediatamente después. Pero el contenido de esas llamadas se mantiene a salvo de la intrusión del gobierno. Ellos saben que llamaste a un ginecólogo, hablaste durante media hora, y luego llamaste al teléfono de la oficina de planificación familiar local ese mismo día. Pero nadie sabe de lo que hablaste».

Los tribunales de los EE.UU. han establecido que una dirección IP es lo mismo que una dirección postal y que por lo tanto, no tenemos derecho a mantenerla en privado. Usando esta analogía, lo que el gobierno de EE.UU. está haciendo es el equivalente a ordenarle al correo que registre cada carta que se envía en una gran base de datos. Si, a continuación, se descubre que de alguna manera te has comunicado con alguien que figura en una lista de servicios de seguridad, se abrirían todas las cartas, se leerían, y luego se volverían a cerrar. Evidentemente, la mayoría de la gente probablemente consideraría esto como una intrusión y como el tipo de cosa que se esperaría de un régimen totalitario y no lo que estamos acostumbrados en el Occidente supuestamente «democrático».

Espiar a los extranjeros

La administración insiste en que sólo están espiando a los ciudadanos extranjeros, y que para espiar a los ciudadanos estadounidenses tienen que pasar por los tribunales. Bueno, eso no es un alivio para todos los que no somos ciudadanos estadounidenses. Por lo tanto, ¿los servicios de inteligencia de Estados Unidos son libres para registrar toda nuestra información sin ningún tipo de orden judicial? Dado que algunas de las compañías de Internet más grandes del mundo son estadounidenses, esto básicamente le da a la inteligencia de EE.UU. un acceso sin restricciones a todo el tráfico de Internet.

El programa PRISM es algo muy embarazoso para las empresas de Internet de Estados Unidos. Han sido durante mucho tiempo sospechosas de haber abierto puertas traseras a la inteligencia de EE.UU., y esto ahora queda confirmado. Google, AOL, Microsoft, Yahoo, Apple, etc. Obviamente, todas niegan tener conocimiento de ello, pero nadie les cree.

Muchas empresas y políticos de Estados Unidos han criticado a los chinos precisamente por este tipo de actividades. Tanto el gobierno británico como el de EE.UU. acusan a Huawei de dar a los chinos este tipo de acceso a través de sus centrales telefónicas.

No sólo eso, sino que las empresas que no son estadounidenses han de estar preocupadas porque sus datos estén siendo recogidos por las agencias de inteligencia de Estados Unidos para fines de espionaje industrial. Esta es probablemente una de las razones por la que la Comisión Europea esté exigiéndoles garantías de privacidad a los EE.UU.

Un elemento de este escándalo de espionaje es el aumento de la competencia entre las potencias imperiales por los mercados. El espionaje industrial desempeña un papel clave en esto.

Los medios de comunicación y la comunidad de inteligencia

Todo el escándalo, sin embargo, plantea la pregunta: ¿esto es realmente una noticia? Los medios de comunicación lo presentan como si se tratara de un nuevo escándalo, totalmente surgido de la nada. En realidad, sin embargo, la prensa tiene una memoria muy corta y, sin duda, el uso prolífico de cláusulas de silencio ayuda a olvidar.

Es bueno recordar algunos de estos ejemplos. En un video bastante cómico, de noviembre del año pasado, durante la promoción de su libro sobre encriptación, Julian Assange, señalaba cómo se le concedió al FBI acceso a la cuenta de Gmail de David Petraeus. Era en ese momento el jefe de la CIA. Si son capaces de utilizar ese tipo de medidas en contra de la persona más poderosa de la comunidad de inteligencia, ¿Qué no podrán hacerles a otros ciudadanos estadounidenses?

Luego, por supuesto, tenemos al Echelon, que era un sistema para espiar las transmisiones de radio y las llamadas telefónicas durante la guerra fría, que por supuesto no fue desmantelado tras el colapso de la Unión Soviética. El Parlamento europeo informó que disponía de reconocimiento de voz y era capaz de procesar miles de llamadas telefónicas, buscando palabras clave. A pesar de que el sistema ha quedado obsoleto, el método es más o menos el mismo aquí.

Se informa que el gobierno de EE.UU., además, monitorea la mayoría del tráfico de Internet que pasa por los centros principales en los EE.UU. y, probablemente, en el Reino Unido también. La llamada Room 641A fue descubierta en 2006 en un edificio de AT&T. Debe haber más de estos sitios alrededor de los EE.UU. y en otros lugares. De hecho, la red PRISM parece ser un complemento a la infraestructura ya existente.

La Electronic Frontier Foundation ha estado haciendo campaña contra la vigilancia gubernamental de Internet desde principios de los 90. Proporcionan una guía de auto-ayuda, que da una información útil sobre el alcance de los poderes del gobierno, que son casi ilimitados cuando se trata de «amenazas» extranjeras.

Las recientes revelaciones acerca de PRISM y la vigilancia de Internet, por lo tanto, no son realmente noticia, pero le presta un gran servicio a la conciencia general el que esto ahora haya salido a la luz.

Una batalla se está preparando

¿Y qué pasa si el gobierno me espía? ¿Qué consecuencias prácticas tiene? No tengo nada que ocultar. Eso es lo que los gobiernos de todo el mundo quieren que pensemos. En realidad, sin embargo, el aumento de la vigilancia estatal se da como preparación para las próximas batallas de clase. La idea, por supuesto, es señalar a activistas del movimiento obrero. Aunque ha habido mucho ruido en la prensa entorno a la amenaza del «terrorismo», en realidad los servicios de inteligencia siguen dedicándoles mucha atención a las organizaciones de izquierda. Sin lugar a dudas, deben tener agentes en los sindicatos y organizaciones políticas.

Mediante la inteligencia van a tratar de cortar la cabeza del movimiento. Usarán el chantaje, el acoso, el encarcelamiento y, en casos extremos, posiblemente, incluso recurrirán a los asesinatos. Los datos obtenidos de las compañías de Internet serán de gran ayuda en este sentido y mucho más baratos que el despliegue de un montón de agentes en todas partes.

Los analistas burgueses también quisieran poder predecir el futuro, al parecer. Con la típica actitud descarada propia de la prensa de negocios, Businessweek informó en febrero sobre cómo las agencias de inteligencia, usando tweets y datos de Facebook (¿recogidos de dónde?) buscan una manera de predecir las revueltas populares. Saber si tendrán éxito o no en esta empresa es otro asunto, pero se nota con claridad qué tipo de «amenazas» son las que les preocupan.

Estas últimas revelaciones sólo muestran que la clase dominante se está preparando para serias batallas de clase en el futuro. El movimiento obrero debe hacer lo mismo. Sin embargo, no es a través de métodos conspirativos que los activistas obreros y los jóvenes podrán ganar esta batalla. No podemos esperar en serio que todos los activistas de la clase trabajadora encripten sus comunicaciones y sus direcciones IP. No podemos esperar seriamente que dejen de utilizar Google, Facebook, Yahoo u Hotmail. El Estado burgués siempre ha utilizado el espionaje e infiltración de organizaciones del movimiento obrero y es perfectamente lógico que esto ahora se haya extendido al ámbito de Internet.

Internet es como un arma de doble filo; puede ser utilizado por el Estado para espiar a las actividades, pero también es un instrumento muy útil en la difusión de las ideas del genuino socialismo y para la construcción de la oposición al sistema capitalista en su conjunto. Tenemos que aprovechar las oportunidades abiertas por la tecnología moderna, no sólo sitios web, sino también Facebook y las llamadas telefónicas baratas por Internet a través de servicios como Skype. Ofrecen una gran oportunidad para el intercambio de las ideas marxistas en todo el mundo.

Una vez que tales ideas obtengan un eco en las mentes de millones de trabajadores oprimidos y pobres, no habrá suficiente espionaje en Internet capaz de contenerlos. Durante la revolución egipcia el estado intentó bloquear el uso de Internet, como si ésta fuera la causa de la revolución. Al final, miles de brutales policías secretos, respaldados por la CIA, no pudieron impedir que Ben Ali y Mubarak fuesen derrocados.

El movimiento obrero debe exigir a los gobiernos nacionales que se ponga fin a los tribunales secretos, cláusulas de silencio, etc. Si todas las medidas encubiertas que están adoptando tienen una motivación racional, que lo demuestran en público. Al final, sin embargo, debemos mantener un sentido de la proporción y entender que mientras el Estado burgués siga existiendo, también lo hará el espionaje y las intrigas que lo acompañan. Un verdadero fin a tal espionaje sólo vendrá cuando la propia sociedad se haya transformado y cuando el Estado burgués se haya erradicado.