Las elecciones presidenciales del próximo año están en la recta final, faltan menos de dos meses. Todos los partidos polìticos comenzaron a arreciar la campaña en los diferentes medios de cuyos dueños son los que conocemos como la argolla dorada o el grupo de los 20, es decir, los empresarios màs ricos y poderosos de nuestro paìs, la gran burguesìa que quiere recuperar el control del Estado para seguirle ordeñando a su conveniencia.  A esto se refieren cuando hablan de recuperar El Salvador. Por supuesto que son apoyados por la burguesìa imperialista  principalmete por los EUA que quieren restarle apoyo a la iniciativa Venezolana del ALBA.

El Movimiento UNIDAD formado por varios partidos de derecha que llevan a la cabeza al ex presidente Tony Saca.  Expulsado de ARENA por considerarle el responsable directo de la derrota electoral del 2009 al haber impuesto al candidato presidencial en aquel momento, quitándole a la argolla dorada la tradición de ser ellos quienes tomaban esta decisión.  Además, evito que la Pacific Rim explotara el oro que hay en el subsuelo de nuestro país entre otras acciones que no fueron del agrado del G20.  Por primera vez desde el primer gobierno de ARENA, la derecha está dividida.  Siempre hemos visto que han logrado llevar un solo candidato a través de diversas maniobras, pero ahora el panorama es diferente.  La división de la derecha es una gran ventaja para el frente.  Saca está jugando un papel muy parecido al de Arnoldo Alemán en Nicaragua, aunque no está claro que logre restarle suficientes votos a ARENA.

La otra opción es el FMLN, que será –creemos nosotros- los ganadores de las elecciones.  Esto se refleja en las últimas encuestas donde se nota la ventaja.  Aunque todo indica que habrá segunda vuelta, cosa que no le conviene al FMLN porque no hay certeza hacia donde se irán los votos de UNIDAD y hace más complicado el triunfo electoral.

Tenemos a nuestro alcance la versión corta del programa de gobierno del FMLN que se repartirá masivamente durante la campaña electoral en las visitas casa por casa y en todas las demás actividades proselitistas; con esto es suficiente para hacer nuestra crítica positiva.  Esperamos que no se nos mal interprete, no queremos dañar al partido, al contrario, queremos hacer nuestro aporte sobre lo que pensamos  debería contener este programa desde un punto de vista de la clase trabajadora.  Aunque este programa ya no se puede cambiar, esperamos que nuestras propuestas e ideas ayuden a los militantes de base a reflexionar acerca del rumbo de nuestro partido fruto del pensamiento político de sus dirigentes.  Entendemos que el FMLN es el partido que representa las aspiraciones históricas de cambio de los obreros y obreras.  Por lo tanto el programa del próximo gobierno debería reflejarlo.  La propuesta de gobierno del partido consiste en tres ejes: El empleo, la educación y la seguridad.

En la parte del empleo leemos que se va “Garantizar todas las condiciones para que las empresas puedan crear los empleos necesarios, con salarios dignos.”  Aquí vemos el primer problema.  En nuestro país históricamente los salarios han sido bajos de tal forma que nunca han cubierto las necesidades básicas del trabajador.  Además los empresarios siempre se han opuesto a dar salarios dignos.  Esto lo vimos hace unos meses cuando se aumento el salario mínimo y fue precisamente la propuesta empresarial la que se impuso, demostrándonos quienes tienen el poder real.  Mejor sería decir que el FMLN luchará por un salario digno y que para empezar el próximo gobierno de izquierda lo aumentará a $300.00 mensuales tal y como lo propuso el Frente Sindical Salvadoreño. Luego en los compromisos leemos: “Ofertar seguridad jurídica a empresarios e inversionistas…”, “implementar la nueva ley de Asocio Público Privado”, “Garantizar una política fiscal que no eleve el costo de la producción”, “Ampliar el crédito a la micro, pequeñas, medianas  y grandes empresas.”  “Ampliar programas de complementación de ingresos (PATI y Pensión Básica) para impulsar el consumo y así, impulsar el mercado interno.” Entre otras.  Todo esto es una oferta para la burguesía.  ¿Y los trabajadores?  Todo obrero consciente sabe que la única forma de arrancarles salarios dignos a los empresarios es por medio de la lucha a través de sus sindicatos.  Por otra parte las micros y pequeñas empresas, es decir, la pequeña burguesía no tiene porque oponerse a un programa revolucionario.  Es correcto plantear garantizarle acceso al crédito pero esto solo será posible con una banca estatizada.  Todo mundo sabe que los bancos difícilmente les prestan a los pequeños empresarios y por lo tanto se ven en la obligación de buscar dinero en condiciones muy desfavorables.  A esto se debe el reciente auge de las casas de empeño reflejo de la crisis económica.  Los programas PATI y Pensión Básica son muy buenos y es correcto que se plantee ampliarlos, sin embargo hay que tener cuidado de no caer en el enfoque burgués de la caridad que mantiene a la población beneficiada en los límites de la sobrevivencia sin ofrecerles oportunidades reales que les permitan salir de la pobreza y además se tiende a manipular políticamente a los beneficiados.

La educación es la parte más interesante del programa, se plantea dotar de computadoras a todos los estudiantes, educación bilingüe desde los primeros años de estudio (actualmente se enseña inglés desde tercer ciclo), dar el paquete escolar al bachillerato (ahora se da solo a educación básica), implementar la escuela de tiempo pleno en todo el país, tarjeta joven para ahorrarse 50% en transporte, Ciudad Joven, implementar la Universidad Digital para recibir clases en línea, construir 100 escuelas deportivas, y otras.  Todas estas propuestas son atractivas para la juventud.  Los jóvenes somos los que sufrimos las consecuencias de la crisis económica directamente.  Cuando un joven se gradúa de bachiller o de alguna carrera universitaria se enfrenta a la cruda realidad: El alto desempleo y bajos salarios que causa alta marginalidad y elevada emigración hacia los Estados Unidos a pesar de los peligros que implica el viaje indocumentado.  

El tercer y último eje es la seguridad, este es uno de los principales problemas para el pueblo, de hecho aparece como el primero en varias encuestas de opinión.  Refleja el callejón sin salida del capitalismo.  Aquí los compromisos son: más policías y equipo, controlar los territorios, crear nuevos centros de rehabilitación, campañas contra el consumo de drogas, combatir las extorsiones y el tráfico de drogas, ampliar las inversiones en educación, deporte y la cultura.  Estas propuestas no son muy diferentes de los demás partidos.  Es claro que por muchos recursos que se inviertan en la seguridad, si no se resuelve el problema de los bajos salarios y desempleo no se solucionara nada.  Al fin y al cabo es un problema material, tan material que una familia de escasos recursos estará muy inclinada a meterse en alguna actividad delictiva para sobrevivir.

Todo este programa requiere muchos recursos, la pregunta clave es ¿de dónde saldrán?  La respuesta del programa es a partir de tres líneas de acción: 1- Incrementar los ingresos del estado con el desarrollo económico. 2- Reforma administrativa con la intensificación de la fiscalización del gasto público y del combate a la corrupción y 3- Ingreso a Petrocaribe que le garantizará más de 640 millones de dólares al año por medio del pago del 40% de la factura petrolera en un plazo de 20 años con producción agrícola.

Cuando se dice incrementar los ingresos del estado por medio del desarrollo económico, nos imaginamos que quiere decir que si hay un crecimiento económico fuerte, las empresas pagaran más impuestos aumentando los ingresos fiscales.  Aparte de eso habrá más empleo y un ambiente de bienestar general entre la población.  Sin embargo, con la actual crisis económica del sistema capitalista a nivel mundial la posibilidad de crecimiento económico elevado es muy remota.  Si en verdad se quiere salir del estancamiento económico se deben plantear medidas radicales como acabar con la dolarización que incluso sectores de la burguesía plantean que es una camisa de fuerza para el desarrollo de la economía además que le daría al estado el control de los más de cuatro mil millones de dólares en remesas que ingresan al país.  Los capitalistas no invierten porque sean malos o buenos, sino que su única motivación son las ganancias que se pueden obtener.  

No sabemos exactamente qué significa reforma administrativa, pero si con eso quiere decir tomar medidas duras para evitar la evasión de cientos de millones de dólares por parte de los empresarios, eso debería plantearse con claridad.

El ingreso a Petrocaribe es la propuesta más clara sobre cómo obtener los recursos necesarios para realizar las diferentes propuestas de este plan.  Sin embargo, no será suficiente.  Todos hemos visto como el actual gobierno, el gobierno del cambio, ha tenido problemas fiscales a lo largo de sus cinco años.  Una muestra de esto fue la intención de quitarles el escalafón a los trabajadores del sector público este año.  Estas dificultades continuarán para el próximo gobierno y por eso la propuesta económica es fundamental.

La única forma de asegurarse el triunfo electoral es ganarse a la mayoría de la población, es decir, a la clase trabajadora.  Las miles de obreras de las maquilas concentradas en las zonas francas de nuestro país que están sometidas a bajos salarios y abusos de la patronal sentirán atracción por la propuesta de aumento al salario a $300.00 y podremos ganar su apoyo y simpatía no solo para dar su voto, sino también para defender su gobierno cuando sea atacado por las fuerzas de la reacción.  Por supuesto que esto alejara a varios “aliados”.  Las propuestas que hemos mencionado en este documento y otras que seguramente tendrán los militantes del partido nos aseguraran un desarrollo de nuestro país que nos garantice una vida digna con salud, educación y seguridad.  Todo obrero organizado debe luchar por que el FMLN gane las próximas elecciones pero también para que Salvador y Oscar apliquen un programa que beneficie al pueblo; de lo contrario, lo único que lograran será desprestigiar a la izquierda y la idea del socialismo ante las masas y el regreso de los gobiernos de derecha.  Ya vimos el ejemplo de la derrota electoral del 2012 que reflejo la desilusión del gobierno del cambio.  Esperamos que esta vez los dirigentes hayan aprendido la lección.

¡Por un gobierno de izquierda con un programa de izquierda!