La reunión, organizada por la Federación de Estudiantes Marxistas de Gran Bretaña, el diciembre pasado, abrió con la proyección de “Calco y Copia: Venezuela, guerra económica”, el documental Vive TV sobre la campaña de sabotaje, especulación, y acaparamiento, dirigida por la oligarquía contra la revolución.

La película cuenta con la participación de Eduardo Samán. El mismo hace una comparación acertada del conflicto actual en Venezuela, con la campaña de desestabilización contra el gobierno de Allende durante los años 1971/73, que finalmente condujo a su derrocamiento.

Cuando se le preguntó sobre el peligro de «polarización » en la sociedad venezolana, Samán respondió correctamente que siempre ha habido una polarización entre los trabajadores y los capitalistas, lo que ha cambiado es que ahora los trabajadores han tomado conciencia de ello y se han organizado. Por lo tanto, da la bienvenida a esta llamada «polarización», «ya que los explotados son muchos y los explotadores son pocos», dice.

Después de la película, el debate fue abierto por Jhon Guerra, segundo secretario de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en el Reino Unido, quien explicó la importancia de las  elecciones municipales del 08 de Diciembre y el contexto de la guerra económica que se libra contra la revolución.

Jorge Martín, abrió su contribución al explicar cómo la campaña de sabotaje se intensificó en el período previo a las elecciones. El Martes 03 de Diciembre, dijo, hubo un apagón justo cuando el Presidente Maduro estaba anunciando una serie de medidas para luchar contra la guerra económica.

Jorge explicó como el presidente Maduro ha identificado claramente a Fedecámaras, Consecomercio y Venamcham, como los responsables de esta guerra económica. La lucha contra el sabotaje ha movilizado no sólo a las instituciones del Estado, sino también a trabajadores y organizaciones de base que han participado en la supervisión y control de la producción, distribución y venta de productos a precios regulados. Toda esta batalla ha tenido el efecto de catalizar, una vez más, la energía revolucionaria del pueblo venezolano.

Martín añadió que los problemas económicos que enfrenta la revolución bolivariana, son en parte un intento deliberado de la burguesía por derrocar a la Revolución, pero también son el resultado de una rebelión de las fuerzas productivas, contra los intentos del gobierno para regular el sistema capitalista. Jorge explicó cómo se introdujeron los controles de precios , controles de cambio, etc., sobre todo después de la derrota del paro patronal en 2003, con el fin de salvaguardar los intereses de los trabajadores en el acceso a los productos alimenticios básicos y con el fin de evitar la fuga de capitales. Sin embargo, los capitalistas han encontrado maneras, legales e ilegales,  de sortear estas regulaciones, y cuando han sido incapaces de violarlas, han recurrido a una huelga de capitales.

En su opinión, el único camino posible a seguir para avanzar, es expropiar a la oligarquía e introducir la planificación de la economía bajo control obrero. Citó el ejemplo de Ezequiel Zamora, quien dijo  “lo que debe secuestrarse son los bienes de los ricos, porque con ellos hacen a guerra al pueblo, hay que dejarlos en camisa”.

Dijo que existen tres desafíos que enfrenta la revolución venezolana: La expropiación de la oligarquía, la destrucción del viejo Estado burgués para ser reemplazado por nuevas instituciones revolucionarias basadas en los consejos de trabajadores y las comunas, y, finalmente, la construcción de una dirección revolucionaria.

Un amplio debate se abrió posteriormente, con muchas contribuciones y preguntas de los asistentes. Surgieron interrogantes sobre la necesidad de organizar la solidaridad con Venezuela y contrarrestar las mentiras de los medios de comunicación. También, surgieron preguntas sobre el hecho de que la lucha en Venezuela no era sólo una lucha nacional contra el imperialismo, sino que también tiene un contenido de clase. Asimismo, se discutió acerca de por qué el ministerio del trabajo no siempre responde a las demandas de trabajadores que ocupan fábricas, entre otros.

Hubo algunos opositores que asistieron a la actividad, y que pintaron un cuadro de caos y destrucción (incendios en refinerías, colapso de la producción petrolera, corrupción, delincuencia). Muchos de sus puntos eran mentiras obvias (como la afirmación de que tras la ocupación de una distribuidora de televisores, que habría sido nacionalizada, los televisores serían regalados a la gente de forma gratuita), otras intervenciones, fueron exageraciones y fueron contestadas por Guerra y Martín.

Pero el punto más escandaloso que plantearon fue que el gobierno es: ¡Responsable por el mercado negro de dólares y por la especulación que ha resultado del mismo! Como uno de ellos dijo: «La oportunidad hace al ladrón», y los capitalistas sólo han actuado en su propio interés. Martín respondió que en cierto sentido esto es cierto, si no hay controles de cambio no habría mercado negro, pero de ser eso así, daría lugar inmediatamente a una fuga masiva de capitales. ¿Por qué? Debido a que hay una revolución en Venezuela y los capitalistas no creen que su dinero estará seguro allí. Por lo tanto, siguiendo la lógica de estos partidarios de la oposición, debemos detener la revolución en conjunto con el fin de evitar la fuga de capitales. Eso sería muy bueno… ¡Desde el punto de vista del interés propio de los capitalistas! Pero esto llevaría a la abolición de todas las conquistas sociales de la revolución (sistema público y gratuito de salud, erradicación del analfabetismo, expansión masiva de la educación superior gratuita, programas de vivienda, etc.). Sólo hay una conclusión que se puede sacar de esto: los capitalistas actúan en su propio interés, pero da la casualidad de que su propio interés, está en directa contradicción con los intereses generales de la inmensa mayoría de las masas trabajadoras de Venezuela, y que han dicho en repetidas ocasiones muy claramente, que respaldan la revolución y quieren ir hacia el socialismo. Todo se reduce a una cuestión de, “de qué lado estás”, Jorge dijo, » y estamos firmemente al lado del pueblo bolivariano y su revolución contra la burguesía parasitaria y el imperialismo».