A continuación, les presentamos la entrevista realizada por el camarada Elías Chacón Neri de la Prensa Lucha de Clases, al compañero Reinaldo Rivas, responsable de la comisión de formación en el equipo político municipal del PSUV en el municipio Sucre del Estado Miranda (Petare), y candidato por el circuito n° 3 del Estado Miranda en las internas del PSUV este Domigno 28 de Junio. El compañero es el número 10 del tarjetón.

 

L.C.: Camarada, coméntanos un poco sobre los orígenes de tu militancia y sobre tu trayectoria en la lucha revolucionaria.

R.R.: He militado en la izquierda desde los 13 años, al principio comencé a desarrollar esa actividad militante sin saber realmente, que estaba militando en la izquierda. Me empecé a juntar con un “pocotón” de compañeros, entre ellos mi padrino Martin Aricua, y los compañeros Marilú Ramírez y Salomón Rojas, compañeros militantes del Partido Comunista de Venezuela. Me comenzó a gustar andar con ellos, cuando observé que tenían una práctica en la que desarrollaban un nuevo tipo de relaciones sociales en el seno de mi comunidad, por allá en los años 80.

Esa práctica y esa militancia que yo observaba en ellos, de ser solidario, de compartir, de ser realmente amigo del amigo, vecino del vecino, de asumir los problemas del otro como propios, el dolor del otro, la lucha del otro como una lucha propia, fue un tema que a mí me fue enganchando, más aún porque en aquella época el país lo dirigían Acción Democrática y Copei, y en el país reinaba esa “ley” del “sálvese quien pueda”. Mi papá por ejemplo, tuvo 40 años sin conseguir empleo, y lo contradictorio es que mi papá era un militante adeco de base en la comunidad. A mi casa iban Ledezma y otros dirigentes adecos, y lo utilizaban a él como un peón, y cuando yo empecé a militar con los camaradas que he mencionado, yo empecé a explicarle a él sobre el tema de la lucha de clases, sobre cómo el capitalismo utilizaba su fuerza de trabajo como si fuera un chicle, masticarlo hasta exprimirlo para luego desecharlo, y a partir de entonces empecé a persuadir a mi papá, hasta que se fue alejando progresivamente de la militancia con los adecos.

Entonces esa experiencia de la práctica verdaderamente humanista y solidaria me enganchó. El primer colectivo en el que milité se llamaba la “Comisión Cultural Las Brisas”, y allí, a través de la cultura, a través del periodismo comunitario empezamos a tener una relación hermosa, maravillosa, con todos los vecinos. A partir de allí empezó propiamente mi militancia, al principio sin haberme dado cuenta, y luego de eso comencé a adentrarme en el estudio y la formación política. Fue allí cuando empecé a estudiar a Lenin, a Marx, empecé a estudiar un poco científicamente la actividad de militancia que estábamos llevando a cabo, para así poder entenderla.

Luego del desarrollo de todo ese actuar en mi vida política y militante durante varios años, bueno, llegó Chávez un día. Una persona en la que al principio no confiábamos los que éramos de izquierda, porque era militar, era un “milico”. Un compañero que era estudiante de derecho en la UCV, nos decía que había un compañero así y asao (se refería al comandante Chávez), el cual se quería reunir con nosotros, y yo me resistía a reunirme con una persona que venía de las filas del aparato militar burgués, históricamente represivo, porque además nosotros tuvimos compañeros que fueron víctimas durante el Caracazo, varios compañeros estuvimos inclusive presos por 17 días, durante aquellas jornadas.

Pero cuando empezamos a conocer realmente a Chávez, yo empecé a asistir a algunos espacios en el marco de aquella primera campaña presidencial y fue entonces cuando nos planteamos darle un voto de confianza, sin saber obviamente todavía, el desarrollo extraordinario que tendría el comandante como líder revolucionario no sólo de Venezuela sino también del mundo, y menos aún, sin imaginarnos el papel que desarrollaría él en el futuro, como factor subjetivo de esta revolución que estamos viviendo, lo demás, es historia muy bien conocida por todos.

Pero en lo que respecta a Petare, que es un tema sobre el cual yo quiero profundizar, Petare fue desde siempre, un territorio en el que la derecha ha dominado históricamente. Desde la colonia, desde que sacaron de acá a nuestros antepasados, los mariches, ellos colonizaron este espacio y se apropiaron de todo. Entonces las relaciones que ellos desarrollaron aquí, sociales, políticas, económicas y culturales, fueron desarrolladas para la dominación, por ello, me he planteado siempre, llevar adelante un trabajo para empujar hacia la transformación profunda de las relaciones sociales de dominación que existen en este espacio.

L.C.: ¿Cuál ha sido tu experiencia de lucha y militancia dentro del PSUV?

R.R.: Cuando el comandante Chávez plantea la construcción del PSUV, muchos compañeros de izquierda, militantes históricos, nos planteamos entrar al PSUV, decíamos humildemente que teníamos que estar allí, para que hubiesen compañeros con una concepción marxista, revolucionaria, para poder aportar en la construcción de un partido realmente revolucionario, porque el planteamiento de la creación del PSUV en sus orígenes, era el de la conformación de un partido policlasista, un partido que emulaba un poco aquel llamado de Caldera a la conformación del chiripero, donde podía entrar todo el mundo, donde todo el mundo era bienvenido, entonces nos planteamos cómo desde ése espacio nosotros podíamos dar allí una lucha para construir nuestro socialismo, para construir una revolución del proletariado, de los iguales, de los de a pie, entonces allí desde los propulsores al PSUV empezamos a participar, y desde entonces el tema no ha sido fácil.

En muchas oportunidades me postulé para delegado y siempre los sectores socialdemócratas, los sectores reformistas dentro del partido, fueron contra nosotros. En un momento en que ellos dejaron colar a un compañero de la base en la dirección regional del partido, que era Abraham Aparicio, cuando se activó la cooptación, dicho compañero nos llamó a participar en el equipo político municipal del PSUV en Petare, y desde allí hemos tratado de hacer un trabajo revolucionario, formando cuadros políticos dentro de las comunidades y en las bases del partido, que es una labor fundamental del partido revolucionario, y ante la cual los sectores socialdemócratas siempre han mostrado históricamente desinterés.

Entonces a partir de allí, como he venido explicando, hemos asumido con convicción dar una lucha por nuestro socialismo dentro del partido de la Revolución Bolivariana, el PSUV, y dentro de las estructuras del estado parasitario burgués.

Luego, por un mal cálculo de algunos reformistas a nivel del municipio nosotros pudimos quedar en la dirección política del PSUV en el municipio, porque cuando se estaba llevando a cabo el proceso de cooptación, y se estaba evaluando quiénes podían ser los compañeros que ocuparan los espacios de la dirección municipal, la mayoría de los camaradas solicitaban la comisión de organización y electoral, movilización, etc., y la comisión de formación estaba vacante, entonces como yo era un “desconocido” en el municipio, y como nadie quería la comisión de formación, como a nadie le importaba la comisión de formación, porque según los sectores socialdemócratas la formación no genera un saldo político, entonces me llamaron a mí.

A partir de allí comenzamos a generar toda una dinámica en el municipio, con la militancia, para pensar la revolución, para pensar el socialismo, para discutir sobre la historia, para discutir sobre las relaciones humanas, y así empezamos a crear espacios de formación. Organizamos la noche del café, empezamos a crear círculos de lectura, empezamos a realizar foros, talleres, y bueno, después de un año y pico de ir activando la cosa, a muchos compañeros con posiciones conservadoras dentro del PSUV en el municipio, les pareció que el trabajo que estábamos llevando a cabo era una amenaza para ellos.  

Dentro del partido hay posiciones liberales burguesas, eso parte de las contradicciones que se desarrollan en una lucha de clases, porque el partido, nuestro partido, es un partido policlasista, y por lo tanto es normal y natural que tales contradicciones se desarrollen. Si tú analizas científicamente el desarrollo de las revoluciones, ese fenómeno ha ocurrido en todas las revoluciones. Entonces hay compañeros que quieren conservar las viejas relaciones sociales burguesas, y por eso les llamamos conservadores, hay compañeros que quieren asumir posiciones gatopardistas o gatopardianas, es decir, que defienden y plantean ciertas y supuestas transformaciones y cambios, que realmente no cambian ni transforman realmente el estado de cosas existente, hay compañeros que queremos ser más radicales, otros que entendemos el tema de la transición al socialismo, otros que no quieren que cambie nada, porque no quieren problemas con nadie, entonces todos esos aspectos están en desarrollo porque esta es una revolución real, no es una revolución de mentira, entonces, ante todas esas contradicciones que allí se desarrollan, estamos un grupo de compañeros, que nos planteamos defender la revolución, para la construcción del socialismo. Nuestro interés es poder tributar a la construcción de un socialismo que se parezca a nosotros. Entonces en esa tarea hemos venido trabajando.

Y ahora, estamos viviendo un momento muy difícil, porque ya no está el líder, el líder que se ganó nuestra confianza, el comandante Hugo Chávez, que se ganó nuestro respeto. Yo explicaba en un principio cómo era difícil para nosotros entender que un militar podía estar al frente de una revolución, y que además pudiese ser de izquierda, pero con muchas acciones que llevó adelante el compañero Chávez, se ganó nuestro respeto y ahora, después de la partida de Chávez, se han agudizado las contradicciones.

Nunca se me olvida que una vez Chávez dijo, que no faltarán aquellos que se aprovechen de momentos difíciles para restaurar el viejo sistema. Bueno, eso está pasando a lo interno y a lo externo de nuestra revolución. Eso es real, y por eso nosotros estamos tratando de abrir espacios de discusión y estamos recomendando a nuestra militancia la necesidad urgente de estudiar científicamente el momento histórico, el desarrollo de todas las contradicciones que se están dando, y en ése marco, estamos ahora participando en un nuevo proceso interno de selección, para la escogencia de los candidatos y candidatas a diputados y diputadas a la asamblea nacional.

 

L.C.: ¿Qué programa de lucha y de construcción revolucionaria propones para la Asamblea Nacional como candidato?

R.R.: Lo que nosotros ofrecemos en primer lugar son nuestras manos para luchar y nuestra militancia, nuestra militancia permanente. Pero además, nuestra propuesta central es la radicalización de la revolución dentro de la revolución, y radicalizar, más allá de las tradicionales posiciones conservadoras y reformistas, que muestran miedo cuando se habla de radicalizar la revolución, no es otra cosa que ir a la raíz de la cuestión, a la raíz de los problemas.

Desde el punto de vista de las leyes, nosotros tuvimos un avance en la revolución con la creación de una constitución, y luego con la aprobación de una serie de leyes, con las que se propuso iniciar el desmontaje del aparato de estado burgués, el desmontaje de toda la superestructura capitalista.

Sin embargo, la verdad es que muchas de tales leyes han quedado hoy como letra muerta, muchas de esas leyes carecen de vida orgánica, ahí tenemos por ejemplo las leyes del poder popular, y por lo tanto, nosotros nos planteamos en este momento histórico, radicalizar la revolución y romper con la democracia burguesa.

Por ejemplo, aquí en Petare nosotros planteamos organizar los cogobiernos, organizar los territorios comunales de los cogobiernos, no pensando que vamos a hacer la revolución sólo con el poder popular constituido, sino que trascendamos al poder popular constituido con el poder popular constituyente, que son todos los actores políticos y sociales existentes en un territorio.

La idea es hacer realidad el cogobierno con el poder popular constituido, con el poder popular constituyente, con los movimientos sociales, con todos los sectores del pueblo trabajador, con la clase obrera, con las mujeres, y también con compañeros que estén dentro de las estructuras del estado, como los consejos de trabajadores, entre otros sectores, en un territorio determinado, con esa visión que planteaba el compañero Chávez del punto y círculo.

Entonces en ése territorio nosotros planteamos el funcionamiento del cogobierno obrero y popular con un método sencillo, compuesto de tres acciones fundamentales: pensar, crear y transformar.

El pensar es ver cuál es la situación que realmente tenemos en lo político, en lo económico, en lo social. La situación que tengamos al frente, conocerla, estudiarla, investigarla y entenderla científicamente, más allá de las impresiones y de las palabras, por ejemplo, más allá de simplemente decir “aquí lo que pasa es que los colombianos están haciendo que la guerra económica…, etc.”, es imprescindible pensar la situación, estudiar la situación, y en base a lo pensado y a lo conocido, por haberlo estudiado, crear el antídoto de esa situación que tengamos en el territorio, y luego, poner en práctica ése antídoto, luego de crearlo, ejecutarlo, llevarlo a la práctica.

Entonces, con ése método, nosotros proponemos la creación de los cogobiernos, es decir, el pueblo trabajador siendo el protagonista que enfrenta y resuelve las contradicciones que se presentan día a día en la revolución, para así poder romper con la cultura de la dependencia, porque tenemos muchos compañeros acomodados en la revolución, además de la derecha por supuesto, que desean que el pueblo sea dependiente de la burocracia del estado burgués.

Quieren que el pueblo dependa del alcalde, que dependa del diputado, que dependa del concejal, etc., y la tarea de los dirigentes revolucionarios es trascender hacia una democracia verdaderamente participativa y socialista y no mantenernos en el régimen de democracia burguesa, para así romper con la cultura de la dependencia, romper con aquello de que “yo quiero que me den todo”, de que “yo vengo de PDVSA, o yo vengo del ministerio tal o cual y vengo a resolver o a traer…”, no. Por lo tanto desde la Asamblea Nacional, nosotros vamos a impulsar la activación orgánica de esos espacios y territorios de cogobierno popular y obrero.