Con la disputa por la nueva dirección laborista bien avanzada, Corbyn ya se está despegando de su único rival – Owen Smith, el candidato respaldado por los Blairistas. El apoyo al actual líder laborista es evidente, no sólo desde el respaldo oficial que ha obtenido desde los sindicatos y los partidos laboristas locales, sino por las enormes cifras históricas de participación en sus actos de campaña en varias ciudades del norte de Inglaterra.

 

Estas, a su vez, son consecuencia del masivo despliegue de la campaña de Corbyn a nivel nacional, el fin de semana anterior, que incluyó más de 1.700 asistentes al mitin de lanzamiento en Salford. El lanzamiento de la campaña de Owen Smith, en comparación, fue un asunto patético, en el que los asistentes eran miembros de la prensa principalmente. En este lanzamiento, Owen Smith trató de asumir una postura de izquierda, proponiendo  promesas «radicales» en un intento desesperado por convencer a los partidarios de Corbyn de que le votaran.

 

El punto principal a destacar en todos los casos es la masiva y elevada participación activa en el movimiento. La campaña por la dirección laborista el año pasado ya fue notable debido a la increíble participación en los mítines de Corbyn en todo el país. Los tremendos números vistos en tan breve tiempo para #KeepCorbyn events (#sigueloseventosde Corbyn) poco después del fallido golpe de Blair fueron todavía más impresionantes. Pero todo esto ha quedado en un segundo plano ante las multitudes impresionantes vistas solamente en la última semana.

 

En cuanto al apoyo sindical, Corbyn ahora cuenta con el apoyo oficial del Sindicato de Trabajadores de Comunicaciones (STC), ASLEF (un sindicato de ferroviarios), BFAWU (el sindicato de panaderos y  trabajadores de la alimentación), y – sobre todo – de UCATT (el sindicato de los trabajadores de la construcción), que anteriormente apoyó a Andy Burnham en la campaña por la dirección del año pasado (¡y que respaldó a Angela Eagle para Vicesecretaria!). A esto se suma la moción de apoyo a Corbyn que se aprobó por abrumadora mayoría en la reciente conferencia de UNITE al Sindicato, (Unite the Union), UNITE es el sindicato más grande de Gran Bretaña.

 

En el frente de los Partidos Laboristas locales, Corbyn aventaja a Smith en una proporción de 4 a 1, obteniendo el apoyo de 62 agrupaciones de partidos laboristas locales frente a los 15 de su oponente. Se trata de un aumento masivo en un 40% de las nominaciones recibidas por Corbyn de las agrupaciones locales de los partidos laboristas respecto del año pasado, lo que refleja la afluencia masiva de nuevos miembros al Partido; los cientos de miles que se han unido debido al liderazgo y al programa de Corbyn.

 

A pesar de los intentos de la burocracia de Blair por falsificar el voto, está claro que el balance de fuerzas en las bases del partido se inclina fuertemente a favor de Corbyn. Y esto no incluye a los más de 180.000 seguidores que se inscribieron en un periodo de sólo 48 horas – la mayoría de los cuáles probablemente apoyará a Corbyn.

 

Pero lo más importante ha sido los miles que ya han concurrido a los actos de Corbyn por todo el norte. En Newcastle, York, Hull, Leeds y Liverpool – todas estas ciudades, en las que se decía que Corbyn tenía menos apoyo, se ha visto una enorme asistencia durante la semana pasada como parte de la campaña por la dirección del PL en este verano.

 

El sábado, por ejemplo, se estimaba que más de 1.000 personas estuvieron presentes en un acto de Corbyn en Newcastle, a pesar de la ausencia del propio líder laborista. En Hull, hubo 3.000 asistentes,  en lo que se ha sido descrito como la «manifestación política más grande en 20 años» de la ciudad.  Cifras similares se observaron en York. En Leeds, por su parte, miles se agruparon alrededor de la manzana con el fin de escuchar a Corbyn.

 

Pero, la concurrencia más asombrosa hasta ahora ha sido la multitud de más de 10.000 que salieron a pesar de la lluvia para escuchar a Corbyn y otros desde lo alto de un camión de bomberos en Liverpool. El estado de ánimo era explosivo.

 

Del mismo modo, nuevas participaciones masivas pueden esperarse ahora en cualquier otro lugar, debido al buen momento de Corbyn. Ahora es posible que el líder laborista pueda ganar esta última contienda con una mayoría aún mucho más grande, asestando un duro golpe a los saboteadores Blairistas.

 

Está claro que la situación política en Gran Bretaña se ha transformado fundamentalmente en el último año. La elección de Corbyn y el fallido golpe de los Blairistas han dado lugar a un movimiento de masas sin precedentes, con la participación directa y activa de una nueva capa entera de trabajadores y jóvenes quienes han sido radicalizados por los acontecimientos. La tarea ahora es canalizar esta enorme energía en un movimiento capaz de echar a los Blairistas, echar a los Conservadores, y echar al capitalismo.