Durante los últimos meses y semanas hemos podido ver con preocupación cómo el gobierno nacional viene aplicando una política de devaluación en sectores de la economía tales como alimentos y medicinas, que se supone iban a ser protegidos. Recordemos que entre las principales medidas que aplicó el gobierno en febrero de este año, estuvo una liberación del Dólar SICAD, que estaba en 200 Bs. por Dólar y que ya va por 662 Bs. en el sistema Divisas Complementario (DICOM, y una devaluación del Dólar Protegido (DIPRO) de 6,30 a 10 Bs

Estas medidas las rechazamos contundentemente en nuestro artículo: “Sobre la política económica del gobierno bolivariano: ¿Avance hacia el socialismo o marcha atrás hacia el capitalismo?”

http://luchadeclases.org.ve/venezuela/7934-la-pol%C3%ADtica-econ%C3%B3mica-del-gobierno-bolivariano

Pero ahora con la implementación del Programa de Abastecimiento Complementario (PAC) en estados fronterizos inicialmente y ya también en Caracas, este proceso de devaluación se profundiza, ya que en espacios del gobierno de Distrito Capital se consiguen productos importados a precio de Dólar complementario, como por ejemplo 1590 Bs. el Kg de arroz, 1780 Bs. el Kg de azúcar, 1720 Bs. el Kg de harina y 1990 Bs. el Kg de pasta, e incluso, ya vemos en los anaqueles de los supermercados productos con precio marcado que incluso superan esos precios, como por ejemplo el medio Kg de pasta en 2000 Bs., la avena en 1700 y 1800 Bs. el Kg, entre otros productos que tenían precio regulado obviamente más accesible hace pocas semanas.

Además hemos observado la venta de medicinas con nuevos y escandalosos precios, como por ejemplo el Valsartan, que es una medicina para la hipertensión, (medicina que deben los hipertensos de por vida, porque de lo contrario pueden poner en riesgo su vida), en 11.500 Bs.

Entonces, si ya los alimentos en los PAC y en supermercados vienen con precios a tasa DICOM, y si ya hay medicinas que están saliendo a precios en dicha tasa, ¿qué es lo que realmente se está comprando con el Dólar protegido? ¿Cuál es la proporción real de la economía que se está transando con el Dólar protegido?

Porque si hablamos de calzado, vestido y tecnología, estos sectores ya tienen meses siendo comercializados a tasa DICOM. Al dar un paseo por el bulevar de Sabana Grande, incluso después de la inspección del SUNDDE, puede observarse con facilidad un par de zapatos desde 30.000 Bs. hasta más de 120.000 Bs., o, al intentar comprarse un celular en Movilnet, donde el equipo inteligente más económico cuesta 80.000 Bs., son evidencias claras de que todo el sector comercial está trabajando con base al Dólar complementario.

¿Dólar complementario o Dólar oficial?

Si la mayoría de los productos y servicios están fijando sus precios a tasa de Dólar complementario, e inclusive ya alimentos y medicinas que estaban en el segmento de Dólar protegido comienzan a a ser comercializados a tasa DICOM, ¿qué nos queda a Dólar protegido? ¿Cuál es realmente el Dólar complementario y cuál es la tasa oficial?

Decíamos luego del anuncio de las medidas cambiarias en febrero, “devaluar la moneda en un país dependiente de las importaciones incidirá directamente en la inflación, que es el principal problema que sufre la clase trabajadora cada día”. Asimismo, señalábamos “además, mantener dos tasas de cambio distintas y con tan marcada diferencia, sin ningún mecanismo de control obrero y popular, va a seguir generando los vicios que en parte, son también responsables de la grave crisis económica actual, como lo son la corrupción y la fuga de capitales

Por lo tanto, ratificamos lo que afirmamos después de la devaluación de febrero: “Sin crear y poner en práctica mecanismos de control popular en la asignación de los Dólares, de compras planificadas y centralizadas de los bienes que requiere nuestro país del extranjero, el control cambiario fracasará, como viene fracasando desde hace ya varios años, ya que sólo ha servido para financiar a la burguesía parásita, aumentar el rentismo, profundizar la corrupción y contribuir a la agudización de la crisis de abastecimiento que vive el país en la actualidad”.

La única alternativa para derrotar la especulación cambiaria y desabastecimiento de alimentos, y además evitar nuevos saboteos a la plataforma bancaria como los sufridos la semana pasada, son la nacionalización de la banca y del comercio exterior. Primero para apuntalar todo el sistema bancario en función de los objetivos de desarrollo de la patria y no por el interés de un puñado de burgueses contrarrevolucionarios.

Mientras banqueros como Juan Carlos Escotet, dueño de Banesco, se ha hecho milmillonario y los dueños de Credicard, que son los mismos dueños de Bancaribe y BOD, sigan haciendo inmensas fortunas y manejen a su antojo el sistema electrónico de pagos del país, no podremos salir definitivamente de esta crisis económica.

Mientras le sigamos dando Dólares a la burguesía parásita para que importe y no tengamos un sistema centralizado y planificado de las importaciones, donde podamos importar las cantidades necesarias de alimentos y medicinas, bajo un riguroso control y planificación popular, seguiremos siendo presas de los intereses de los capitalistas.

En Venezuela, más del 80% de la producción y distribución de alimentos sigue aún en manos privadas, del cual una parte muy importante está a su vez en manos de Lorenzo Mendoza, quien sabotea la economía a su antojo y conspira abiertamente, desmejora y despide a los trabajadores y cierra las plantas en los momentos donde más necesita el pueblo trabajador la producción de alimentos.

Durmiendo con el enemigo

Pero mientras el pueblo trabajador sufre las consecuencias de la guerra económica, nuestro gobierno no pasa de las amenazas al sector privado y lo que es peor, aun tiene esperanza en que los “empresarios patriotas” nos ayuden a salir de la crisis. Esa ingenuidad es una ilusión, una fantasía sin sentido, el año pasado se reveló un audio donde se escucha a Lorenzo Mendoza conspirar abiertamente contra el país y no se hizo nada, el 1 de mayo el Presidente Maduro, amenazó a la burguesía diciendo que cualquier fábrica parada iba a ser tomada, y cuando la Polar cerró cuatro plantas el gobierno no hizo nada, en cambio, ¡después integró a Empresas Polar y a Lorenzo Mendoza al Consejo de Economía Productiva!

Este domingo 4 de diciembre, luego de que se haya disparado la tasa de cambio del dólar negro durante las últimas semanas, y luego del sabotaje de Credicard el viernes pasado, el Ministro Jesús Faría dijo que el presidente Nicolás Maduro va a anunciar nuevas medidas cambiarias el día martes 6 de diciembre en el marco del Consejo Nacional de Economía Productiva.

Si el gobierno junto a los empresarios va a anunciar medidas económicas, alguien va a salir perjudicado. Toda la experiencia de la lucha de clases, particularmente en Venezuela durante los últimos 17 años, evidencia que no es posible conciliar los intereses de la burguesía y del proletariado. Cualquier medida económica que se tome debe necesariamente, o golpear a la burguesía o golpear a la clase trabajadora, pero lo que no se puede es beneficiar a ambas clases a la vez. Por lo tanto, cualquier “solución” que plantee el gobierno, y consista en nuevas devaluaciones, con el ingenuo fin de que la burguesía no continúe en su sabotaje económico, significará beneficiar a la burguesía y descargar el peso de la crisis capitalista sobre los hombros de la clase trabajadora. Ya las políticas reformistas llegaron a su límite, no hay posibilidad de humanizar el capitalismo, ni de maquillarlo.

La bancarrota del reformismo se manifiesta políticamente en las negociaciones de nuestro gobierno con la MUD en las mesas de diálogo, y económicamente en la conciliación con los empresarios en el Consejo Nacional de Economía Productiva. Ante tal realidad, la clase trabajadora carece de una voz que la represente, ya que la Central Bolivariana y Socialista de trabajadores/as (CBST) no defiende realmente sus intereses por carecer de independencia de clase, y ser un apéndice del gobierno, ello, como consecuencia del carácter reformista y oportunista de un sector importante de su dirigencia, que en lugar de aspirar a la construcción real de la sociedad socialista, más bien sueñan con un cargo político o una prebenda económica.

En efecto, la CBST ni siquiera se ha pronunciado contra la bonificación del salario, ya que hoy día el bono de alimentación representa más del doble del salario normal y éste no tiene incidencia en el cálculo de  nuestras prestaciones, vacaciones, utilidades y aguinaldos.

Mientras muchos trabajadores/as cobraremos unas utilidades entre 27000 Bs. y 108000 Bs. (entre 1 mes y 4 meses del salario normal), los empresarios esperan recibir nuevas medidas económicas a su favor.

Devaluar nuevamente el Bolívar no es una salida ni revolucionaria ni acertada, es cargar sobre los asalariados el fardo de la crisis económica. Urge por lo tanto una alternativa realmente socialista a la situación actual.

¿Qué hacer?

Nuestro llamado es a organizarnos en todas las instancias de la clase trabajadora, desde delegados/as de prevención, dirigentes sindicales y voceros de consejos de trabajadores/as, para superar y reemplazar las viejas diligencias burocratizadas y enquistadas que no defienden nuestros intereses, e incorporarnos en la Corriente Marxista del PSUV para defender un programa genuinamente revolucionario de nacionalización de la banca y del comercio exterior, expropiación de todas las industrias bajo control obrero y popular, a fin de poder garantizar condiciones de vida digna y justa, donde podamos producir y distribuir de manera equitativa alimentos y medicinas para todo el pueblo trabajador, así como educación y salud gratuita de calidad, entre otras reivindicaciones fundamentales del pueblo, que está resistiendo de manera heroica ante la arremetida de la burguesía y espera una respuesta decisiva de nuestra dirigencia, dispuesto a luchar a hasta las últimas consecuencias, a pesar de todas las dificultades.

El año 2017 será de grandes luchas en todos los planos, en lo económico, político, social, cultural e internacional, y la clase trabajadora debe dotarse de herramientas teóricas para comprender la realidad, pero sobre todo para transformarla y construir un instrumento para lograr esas transformaciones.

Nosotros/as tenemos la profunda convicción de que el marxismo es la única herramienta teórica que nos permitirá comprender la compleja situación que vivimos en la actualidad y apostamos por convertir a la corriente marxista del PSUV en el instrumento capaz de levantar las banderas del socialismo y completar la revolución. Únete a Lucha de Clases! Construyamos la Corriente Marxista dentro del PSUV!