Este lunes 7 de mayo, el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, se dirigió a los países integrantes de la OEA con un discurso cargado de órdenes injerencistas en el que se demuestra el doble rasero del imperialismo. En su declaración, pidió que Venezuela fuese suspendida del organismo, sin tomar en consideración que Venezuela se ha retirado voluntariamente del mismo por considerar que ha sido desde su fundación, un instrumento injerencista que ha validado todo tipo de intervenciones norteamericanas en la región.

Pence, señala que los EEUU han “designado a tres venezolanos como testaferros de las drogas, hemos congelados sus activos” y hace un llamado a los sátrapas de la región a que impidan que el gobierno venezolano pueda “lavar dinero en sus sistemas financieros”. Lo que no dice, es que el imperialismo norteamericano no sólo controla el negocio de la droga a nivel mundial, sino que, además, sus bancos son sumamente atractivos para el lavado de dinero por quienes están vinculados a delitos como el tráfico y la corrupción.

Si lo que quiere el gobierno estadounidense es castigar a los corruptos y traficantes, ¿por qué entonces protege a Rafael Isea? Ex gobernador del Estado Aragua solicitado por la justicia venezolana por incurrir en corrupción ¿Por qué brinda apoyo al paramilitarismo colombiano que tantas víctimas ha cobrado? ¿Es que acaso la fuga de divisas venezolanas tiene como destino Cuba? Pues no, tiene como destino los paraísos fiscales aliados del imperialismo e incluso los propios EEUU, por lo que el negocio del tráfico y la corrupción es un negocio redondo para los banqueros y capitalistas gringos.

Por otro lado, el aldeano vanidoso en una muestra de cinismo, señala que “Estados Unidos ha tomado medidas para eliminar a narcotraficantes y poner fin al terrorismo” mientras protege a uno de los mayores terroristas de la historia de la aviación, Posada Carriles, y financia el terrorismo yihadista en medio oriente, facilitando armas.

Para los yanquis, todo se justifica en nombre de los derechos humanos, la democracia y la lucha contra el terrorismo, palabras que en los labios de gusanos como Pence sólo pueden significar una defensa de los intereses económicos de los sectores más reaccionarios de la burguesía mundial.

Desde Lucha de Clases, rechazamos las declaraciones de Mike Pence y las agresiones del imperialismo norteamericano. Venezuela no necesita la ayuda de violadores de derechos humanos, sostenedores de dictaduras como la saudí ni financistas del terrorismo. ¡Saca tus manos de Venezuela Pence!

Al pueblo de Venezuela, le decimos que la agresión imperialista solo se puede combatir con organización popular y con presión sobre el gobierno para que tome medidas revolucionarias. No basta con un antiimperialismo meramente declarativo y panfletario. Si se desea ser consecuente con el discurso, el gobierno debe poner en manos de los trabajadores todas las empresas que colaboran con el sabotaje económico, planificando la economía y elevando el nivel de vida de los venezolanos. Además, deben armarse de inmediato a los cuerpos combatientes, a los cientos de trabajadores y trabajadoras que hoy están luchando por sus derechos.

Las tareas de la revolución son impostergables, la debilidad sigue llamando a la agresión imperialista. Como marxistas, sabemos que nada es eterno, por el contrario, todo está en constante cambio por lo que un proceso revolucionario que se estanca se torna en contrarrevolución. Es por ello que la única salida a favor de los explotados de esta crisis es hacia adelante, hacia la construcción de una organización revolucionaria que pueda guiar al pueblo hacia el socialismo.