En la comunidad de Caño Tigre, municipio Zea del estado Mérida, encontramos uno de los emblemas de lucha y determinación obrera, más significativos de la región andina de Venezuela. Con más de 100 trabajadores directos y más de 100 indirectos, las instalaciones de Alina Foods operan, desde 2015, bajo control y administración de los propios trabajadores.

La fábrica de Alina Foods, especializada en la elaboración y empaquetado de productos snack (hojuelas de papas fritas, platanitos, rizadas, entre otros) fue cerrada por la patronal, perteneciente al grupo empresarial colombiano Yupi, el 14 de mayo del 2015. El alegato para justificar dicha acción fue la típica “insuficiencia en la adjudicación de divisas para la importación de materia prima”.

Con la repentina noticia de liquidación de la nomina, la sensación de incertidumbre que invadió a los trabajadores, pronto se convirtió en combatibidad y temple. El domingo 16 de mayo de 2015, los obreros, reunidos en asamblea, decidieron iniciar el proceso legal para solicitar la orden de ocupación temporal y reactivación de la planta, que fue emitida en octubre del mismo año, aunque finalmente fue entregada en enero del 2016. Desde entonces, sorteando infinidad de dificultades inherentes a la producción, así como innumerables trabas y tropelías burocráticas; los obreros de Alina Foods han llevado las riendas de una empresa operativa y con perspectivas de apertura de nuevas líneas, sin tutela de patrones y burócratas.

Luego de una maniobra inconsulta con los trabajadores, el ex gobernador de Mérida, Alexis Ramiréz, firmó un decreto de expropiación de Alina Foods en favor de la entidad regional, que luego cayó a manos de la oposición reaccionaria en enero del presente año. Actualmente, los trabajadores de esta empresa luchan por que dicho decreto de expropiación sea modificado y traspasado de la gobernación a su favor. Estos compañeros no se han cerrado a permitir la participación estatal, pero han dejado claro en múltiples ocasiones que el control operativo de la fábrica debe permanecer bajo la batuta de los obreros.

Desde Lucha de Clases manifestamos toda nuestra solidaridad y apoyo irrestricto a esta digna y ejemplar lucha.