El 24 de septiembre de 2018, la empresa multinacional irlandesa, Smurfit Kappa, dedicada a la elaboración de cartón, cajas y empaques; cesó sus operaciones en Venezuela luego de 68 años, dejando en situación de incertidumbre a casi 2.000 trabajadores, tanto empleados directos e indirectos, vinculados por medio de contratistas y otro tipo de asociaciones.

Previamente el 23 de agosto, el Estado, por medio de la SUNDDE y el Ministerio de Comercio, sancionó a Smurfit Kappa por especulación, boicot y desestabilización a la economía, y detuvo a 2 gerentes de la empresa, decretando también una intervención por 60 días a las instalaciones de la multinacional. Luego de estas intervenciones de la  SUNDDE, el día 24 de septiembre todos los trabajadores amanecieron con sus prestaciones sociales depositadas en sus respectivas cuentas bancarias, la empresa les dejo ese depósito mas un correo electrónico donde les informaba que había culminado su relación laboral y que por lo tanto Smurfit Kappa se retiraba de Venezuela.

La empresa alego «desconsolidación» en el mercado venezolano y que por lo tanto no podría  continuar operando en esas condiciones. Ante este escenario, los trabajadores de las plantas a nivel nacional decidieron tomar las instalaciones y mantenerse en las mismas en pie de lucha con el fin de resguardar las instalaciones y preservar sus puestos de trabajo, donde algunos compañeros han vendido su fuerza de trabajo por mas de 30 años de servicio.

Ante este panorama, los obreros, apegándose a los artículos 148 y 149 de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y Trabajadoras (LOTTT),  acudieron al Ministerio del Poder Popular Para el Proceso Social de Trabajo para solicitar la ocupación y reinicio inmediato de las actividades productivas. Dicha respuesta por parte del Estado, se dio el 18 de octubre mediante la gaceta 41.505. En esta gaceta el Estado, por medio del ministerio con competencia, violentó o saltó lo dispuesto en el artículo 149 de la LOTTT y en lugar de nombrar una Junta Administradora conformada estrictamente por trabajadores como lo establece la ley, designó a Hugo Cabezas como Autoridad Única Nacional. Ésta Autoridad Única se ha encargado de nombrar gerentes en cada planta de Smurfit Kappa a nivel nacional, donde son 9 las entidades fabriles que posee la empresa en toda Venezuela.

En el caso concreto de la planta Smurfit  Kappa Cartón de Venezuela, ubicada en Petare -al este de Caracas, mantuvo a alrededor de 150 trabajadores, incluyendo 116 trabajadores obreros de nómina diaria más los empleados y  contratistas, que se mantuvieron en las instalaciones de la empresa resguardandolas las 24 horas del día y haciendo trabajos de mantenimiento preventivo y voluntario durante un lapso de 3 meses, tiempo en el cual lo pasaron sin cobrar salarios. Los trabajadores conscientes y con sentido de pertenencia, participaron y se involucraron en todas las jornadas organizadas por los delegados sindicales y de prevención que quedaron al frente de la empresa una vez que la transnacional los dejo a la deriva.

La organización de los trabajadores bajo Control Obrero y con los delegados al frente de la misma, ha dado muy buenos resultados desde el mismo momento que los obreros asumieron la responsabilidad de luchar por mantener sus puestos de trabajo. Ya en el mismo mes de diciembre la empresa estaba productiva generando recursos para pagar salarios y cubrir sus costos de funcionamiento. A finales del mes de diciembre los trabajadores pudieron cobrar sus utilidades mas los salarios caídos que habían dejado de percibir durante los meses anteriores y también entró en funcionamiento la empresa de vigilancia  para resguardar las instalaciones de la planta. En el mes de enero, la empresa ya estaba completamente productiva y con los trabajadores cobrando sus salarios de manera continua como siempre lo venían haciendo. Para el mes de febrero, los trabajadores gracias a su gestión pudieron reactivar el servicio de comedor en la planta. Dicho comedor les proporciona el desayuno, el almuerzo y la cena para los que laboran en el turno nocturno. Asimismo, los trabajadores han realizado jornadas de pintura y poda de arboles en la comunidad aledaña de manera periódica y voluntaria. Para el mes de marzo los trabajadores lograron activar el servicio de transporte para el personal, el cual ahora posee rutas hacia el oeste de Caracas y para Guarenas-Guatire. Este beneficio jamas lo ofreció la empresa cuando estaba bajo administración de los capitalistas.También se ha activado el Servicio Medico dentro de la planta.

Ademas de todo lo anterior, los trabajadores han conseguido aumentos de salario sustanciales que han buscado mejorar la calidad de vida de los obreros de la planta, que sabemos no corresponde a la tónica general para el proletariado venezolano en estos momentos tan difíciles, marcados por la crisis estructural del capitslismo venezolano y la crisis orgánica del sistema capitalista global.

La gerencia nacional y de la planta en particular -designada para administrar la empresa por parte del Estado- al evidenciar el éxito del Control Obrero, no ha obstaculizado hasta ahora la implicación obrera directa en la administración de aspectos claves en la producción de la fábrica, a diferencia de lo acontecido en el resto de plantas de Smurfit Kappa a nivel nacional. Lo anterior, constituye un caso inusual y excepcional que se contrapone a la infinidad de experiencias de Control Obrero que han sido hundidas y ahogadas por la burocracia. Sin embargo, hay razones de sobra para pensar que tal permisividad no podrá mantenerse inalterable por mucho tiempo. El ferreo control con el que la burocracia estatal está dirigiendo el resto de fábricas de la empresa a nivel nacional, el abierta oposición del gobierno y la dirigencia bolivariana al Control Obrero, y la política de apertura al capital privado  (incluidas las privatizaciones), son razones de peso que fundamental tal sospecha. Los trabajadores de la planta Petare deben manternerse firmes en su labor, reforzando a su vez su vinculación con el resto del movimiento obrero del sector gráfico y a nivel general. Es preciso que los trabajadores de dicha fábrica inicien, en la medida de lo posible, campañas de socialización de su ejemplar experiencia, que evidencie los logros y posibilidades del Control Obrero, primero entre las demás plantas de Smurfit Kappa, para luego extenderla hacia el resto del movimiento proletario. El caso de Smurfit Kappa Petare constituye una bandera que muestra que los trabajadores si pueden llevar las riendas de la producción y de la sociedad en su conjunto.  

Los camaradas trabajadores de Smurfit Kappa Cartón de Venezuela – planta Petare, son dignos de un reconocimiento por el trabajo que están realizando, son un ejemplo demostrando de que la clase obrera esta en capacidad de tomar el poder de manera organizada. Aquí vemos una muestra para quienes no creen en el Control Obrero y mas bien apuestan a confiar en los capitalistas creyendo que ellos van a desarrollar las fuerzas productivas. Estos compañeros han demostrado que la planta Smurfit Kappa Petare no solo es productiva, viable y sustentable sino que quienes laboran allí pueden tener mejores condiciones de trabajo y calidad de vida que cuando estaban bajo el mando de la administración capitalista. Esto es una muestra al mundo de que en medio de la crisis del capitalismo a nivel mundial, los propios trabajadores pueden sacar adelante la producción sin necesidad de burgueses, banqueros y patrones parásitos.