Antes de la reconversión monetaria y del lanzamiento del llamado «Plan de Recuperación y Prosperidad Económica”, los trabajadores de la CANTV-Movilnet ya veníamos soportando el peso de la crisis. Estas medidas fueron anunciadas como la fórmula magistral para detener la crisis, pero los hechos han demostrado que tales decisiones lejos de aligerar la carga que pesa sobre nuestros hombros, ha generado otra adicional que pesa como una inmensa losa.

Luego del lanzamiento de las medidas señaladas, los trabajadores de base, sindicatos y organizaciones de diversas tendencias en el espectro político, se aglutinaron en una plataforma que se avizoraba como un espacio para alzar la voz, por la defensa de nuestros derechos y conquistas:  la ITV (Intersectorial de Trabajadores de Venezuela), En esta instancia se alzaban consignas de independía de clases, autonomía política y “unidad para la lucha por los intereses de los trabajadores”. Lo correcto era participar allí, más allá de la composición de la dirigencia sindical y para empujar el surgimiento de una representación de las luchas obreras.  Los trabajadores apoyamos la iniciativa del sindicato de Caracas de la CANTV – Movilnet de sumarnos en ese espacio, sin embargo, a principios de este año, la fidelidad de las dirigencias sindicales en la ITV respecto a estas consignas, gritadas a todo pulmón, fue puesta a pruebas ante los hechos.

La polarización generada en enero con la autoproclamación de Guaidó, y el acecho del imperialismo con la amenaza de invasión, terminó por fragmentar a la ITV, ya que un sector de sus dirigentes –incapaces de guardar las apariencias en su voluntad para traicionar la lucha- se pusieron de furgón de cola del títere estadounidense, en el llamado (en el desierto) a paro escalonado de los trabajadores de la Administración Pública y mediante el respaldo al llamado “Plan País”, donde vimos como el sindicato de Caracas de CANTIV – Movilnet se plegaba y mostraba sus verdaderas pretensiones: cabalgar sobre la lucha de los trabajadores y ponerlos a la orden de una fracción que llamaba al golpe de estado. Este hecho demostró que la tan cacareada independencia de clases y autonomía política, para estos dirigentes no era más un canto de sirena para atrapar a los incautos.

Por otra parte, vimos con qué descaro los “representantes de la clase obrera” de la CBST, donde se agrupa la FETRATEL, aceptaban sin pudor las tablas salariales que nos imponían sin consulta. Cabe decir que a la par de las tablas salariales se emitía el memorándum circular número 2792, que eliminaba los contratos colectivos y pulverizaban los beneficios laborales logrados por años de lucha, violentando las leyes de manera descarada. A los ojos de estos sectores, la legitima lucha de los trabajadores por su dignidad debe posponerse ante las amenazas del imperialismo, pero en tiempos de calma y hasta el día de hoy estos aristócratas sindicales no se han pronunciado en contra ni de una sola coma de estos documentos, que son hoy la herramienta para llevar adelante las últimas medidas económicas, es decir parte de los instrumentos para imponer todo el peso de la crisis a los trabajadores.

Desde principios del año, los trabajadores de CANTV-Movilnet hemos recibido por parte de la empresa una serie de bonos sin conocer el detalle de dichos pagos. Debemos decir que no nos oponemos a estas compensaciones, pero hay que resaltar que los mismos, por su carácter de bonos, no tienen incidencia en los cálculos de prestaciones, utilidades, entre otros beneficios. Desde el mes de abril, el nuevo aumento nominal nació huérfano, nadie se atrevía a reconocerlo ni siquiera el mismo 1ro de mayo. Luego de este periodo, los bonos se hicieron menos frecuentes al punto que al día de hoy ya están extintos, sustituyéndolo con la “aplicación” de las cláusulas del último contrato colectivo, vencido en el 2018, y por ende que no reflejan la realidad de los precios de la canasta básica a la que nos enfrentemos hoy en día los trabajadores.

El mes de junio no ha mejorado la situación. En una nota informativa de la FETRATEL indicaban que se había iniciado la revisión de un grupo des cláusulas económicas del contrato vencido, “reivindicando” la cláusula 88 que plantea la revisión cada cierto tiempo de las clausulas económicas. Resulta bastante indígnate que, en vigencia del contrato, esta disposición no se revisó con la frecuencia debida, y hoy, una vez vencida la convención se pretende vender como un gran logro. Los trabajadores de base de las telecomunicaciones decimos a FETRATEL que la lucha debe ir en función de dar inicio a la discusión del nuevo contrato colectivo y no para proyectar refritos como avances.

Trabajar es más costoso

La situación en la CANTV no escapa a la realidad del país. Debemos señalar que, si bien es cierto que las sanciones económicas a Venezuela por parte de los EEUU y sus acólitos han afectado la situación económica del país, la crisis ya venía mostrándose desde hace no menos de 5 años, con la caída inicial de los precios internacionales del petróleo y luego de la producción interna, así como la necedad del gobierno de priorizar el pago de la deuda externa, en detrimento de la importación de alimentos y medicinas. En la actualidad, lo anterior se ve reflejado en la caída del PIB de un 52% hasta septiembre del 2018 según datos del BCV.

En el caso de CANTV, que se proyectaba sustituir, ampliar y mejorar progresivamente la red, con nuevas tecnologías; podemos decir que se ejecutaron grandes proyectos, pero otros quedaron pendientes ya que los convenios con empresas chinas: HUAWEI y ZTE se vieron afectadas por la caída del ingreso petrolero, y por ende, la cancelación de las deudas con estas empresas. Actualmente no hay proyectos nuevos a ejecutar.

A lo interno los trabajadores de campo no cuentan con flotas, herramientas. En las centrales los problemas comunes son el deterioro de equipos de aires acondicionados, falta de combustible, averías de las plantas eléctricas y desperfectos en las baterías, todos éstos como elementos necesarios para mantener los equipos operativos cuando falla la red pública. Necesario es destacar el problema del combustible que complica cada día la operatividad de todos los servicios.

Todos estos acontecimientos han generado una deserción de personal calificado, técnicos, ingenieros y especialistas hacia la empresa privada o hacia otros destinos fuera de Venezuela. Entre los trabajadores que se quedan en la empresa, unos mantienen la esperanza de que la situación país mejorará algún día, y otros que se mantienen a la espera de alcanzat su jubilación. Pero el calvario que deben pasar los trabajadores de campo para solventar problemas, pasa por improvisar herramientas y esperar por colas para trasladarse a los sitios remotos donde se deben atender las averías. Esto sin contar que todos los trabajadores debemos pagar hasta 5000 bs diarios en trasporte, por mencionar algunos casos de Caracas, llegando a la conclusión de que trabajar es más costoso que quedarse en casa sin hacer nada. Otro elemento es que la alta rotación de personal genera degaste al poco personal que se queda, producto de que para muchos egresados la empresa resulta una gran oportunidad para el aprendizaje, pero que a los 4-5 meses ya están de salida para otros rumbos, pues los salarios no cubren sus expectativas.

La creación de Corporación Socialista de las Telecomunicaciones y Servicios Postales C.A., supone una rendija abierta para concretar inversiones extranjeras vía “Alianzas Estratégicas”, y que materializa la tendencia del gobierno a la privatización de empresas nacionalizadas años atrás. La derecha cacarea rechazando la creación de la corporación, refiriéndose a que no debe tener el nombre “socialista” y a que se monopolicen las telecomunicaciones; pero en realidad lo único que lamentan es que no sean ellos, en favor de los sectores tradicionales de la burguesía y el imperialismo de países «occidentales», los que lleven adelante esta medida. Lo que hay detrás de todo este nombre rimbombante no es más que el allanamiento del camino a la privatización, entendiendo además las amenazas que esta situación reviste para los trabajadores de las empresas que la conforman.

Cansancio de los trabajadores

Antes del 20 de agosto, los trabajadores de CANTV – Movilnet se movilizaron con protestas de calle, y en noviembre con la ITV, pero este auge no iba a durar para siempre, además de que no fue correctamente direccionado. Los trabajadores muestran síntomas de cansancio y han preferido resolver su situación de manera individual para llevar el pan a sus casas, trabajando en sus horas libres. Esto se traduce en desmovilización en provecho de dirigentes sindicales que no tienen intención de organizar ni dar una lucha revolucionaria, a menos que no demos una batalla por una mejor representación. Tal situación debe revertirse y la tarea que tenemos a cuestas es convertirnos en vigilantes de toda actuación de la burocracia sindical, en defensa de nuestros intereses de clase y a través de la movilización y la lucha.

Nuestra tarea es organizar y unificar la lucha por nuestras reivindicaciones elementales. Todos los trabajadores, dirigentes, delegados de prevención que estén dispuestos a luchar, debemos insistir en encontrarnos en algún espacio pues la necesidad así lo exige. Nuestra situación es crítica y la tendencia es a empeorar, pero no existen soluciones mágicas a nuestros problemas, debemos unir nuestras pocas fuerzas con otros trabajadores que están luchando a lo largo y ancho de Venezuela. Solo unidos podremos afrontar la situación que se actual y la que se avecina. No queremos que ésta nos tome desprevenidos y que sean otros los que nos guíen, ¡debemos confiar en nuestras propias fuerzas! La clase obrera es la única capaz de revolver toda esta situación.

Debemos iniciar una oleada de elecciones de delegados por cada centro de trabajo, y acompañar las tareas con vigilancia permanente para que no desvíen ni dilaten la lucha. Paralelo a ello, debemos llamar a unificar a los delegados en una instancia nueva donde se unifiquen criterios para la lucha reivindicativa, que debe apuntar a escalar al grado de revolucionaria. Un consejo de delgados de prevención de CANTV-Movilnet, responsables ante su base y revocables en todo momento por ésta, sería idóneo.

Nuestras exigencias:

No a la judicialización de la protesta.
Salario igual a la canasta básica.
Discusión del contrato colectivo.
Mejoras a las condiciones de trabajo.
Apertura de los libros contables.
Derogación del memorándum circular del ministerio del trabajo 2792.

Para alcanzar y sostener estas conquistas, es necesario trascender los limitados marcos de la propiedad burguesa, organizando a los trabajadores para la toma de las palancas de la economía, bajo auténtico control obrero, y erigiendo un nuevo orden social basado en la planificación racional y democrática de los recursos en beneficio de todos y no de un puñado de burgueses, burócratas y patrones.

¡Trabajador, organízate y lucha junto a nosotros!
¡Únete a la Corriente Marxista Internacional!