En la sede de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), sede Los Chaguaramos – Caracas, se viene escenificando una lucha democrática en reivindicación del derecho a la representación y organización estudiantil más genuina. Se trata del legítimo impulso, por parte de un grupo de jóvenes comprometidos con la causa del estudiantado, de un proceso eleccionario para la renovación de las vocerías del Consejo Estudiantil del Poder Popular «Comandante Supremo Hugo Chávez Frías». Este proceso ha encontrado resistencias y trabas por parte de la rectoría universitaria y de la Federación Venezolana de Estudiantes Universitarios (FVEU), que cuenta con el reconocimiento y preferencia del rectorado, y funciona de manera paralela al Consejo Estudiantil.

Tras la partida física del presidente Hugo Chávez Frías, líder histórico indiscutible de la revolución Bolivariana, un grupo de estudiantes, profesores y personal obrero de la UBV – Los Chaguaramos, decidió organizarse en la Liga Universitaria con Chávez (LUCHA). Atendiendo al llamado que en el pasado realizara el fallecido presidente de que los educandos de todas las casas de estudio erigieran Consejos Estudiantiles, como los órganos más avanzados de participación y gestión democrática de los aprendices en los recintos educativos, desde LUCHAS se convocó en 2016 a un Congreso amplio que derivó en la posterior preparación, definición de las vocerías y constitución del Consejo Estudiantil. Los primeros meses de existencia de la organización transcurrieron en discusiones por el establecimiento de un reglamento interno y estatutos de funcionamiento. Entre los méritos de este cuerpo de representación destacan la gestión de más de 600 becas estudiantiles, la lucha contra la corrupción en el comedor del recinto (basada en la sustracción de alimentos en beneficio de quienes controlan el espacio), el empuje para que los estudiantes de las diferentes carreras desarrollen proyectos socio-comunitarios para poner al servicio de las necesidades de la población los diversos conocimientos y metodologías que la academia puede aportar, pero sobretodo el llamado constante a la participación estudiantil en la gestión de sus problemas en Asambleas de Base.

Estas actuaciones comenzaron a incomodar al rectorado y a los integrantes de la burocratizada FVEU, organismo federativo que resume una forma de representación estudiantil, a nuestro modo de ver caduca, que no responde a las necesidades de transformación revolucionaria de la academia en particular y de la sociedad en general, y que además no está obligado a responder ante la base estudiantil a la cual se debe en asambleas, pudiendo ser más propenso a caer presa de la presión de intereses ajenos a los estudiantes, como este caso lo demuestra.

En 2018 se venció el periodo de vigencia del Consejo Estudiantil establecido, por lo que se activó la Comisión Electoral Promotora para realizar nuevas elecciones y se decidió notificar al rectorado buscando la respectiva colaboración institucional. Ya desde entonces la rectoría del recinto se mostró poco o nada presta a colaborar con la renovación del Consejo Estudiantil, solicitando aplazamientos y bloqueando burocráticamente cualquier iniciativa de convocatoria a Asambleas de Base. La Comisión Electoral Promotora gestionó en el poder electoral (CNE) la debida asistencia como ente imparcial y encargado de arbitrar nuevos comicios en el recinto -tal y como lo había hecho en la elección del Consejo Estudiantil de 2016, encontrándose con la imposibilidad de dicho órgano, cuyos representantes alegaron «ocupaciones por el seguimiento al cronograma electoral nacional». Gestiones iban y venían, mientras el rectorado no paraba de impedir por sus medios la realización de las elecciones y a su vez no aceptaba ninguna válida iniciativa estudiantil acometida a través del Consejo, siempre aduciendo su vencimiento. Lo anterior motivó a la Comisión Electoral a recurrir a la oficina de atención al ciudadano del Consejo Municipal de la Alcaldía del Municipio Libertador, quienes finalmente dieron el visto bueno para encausar el proceso eleccionario. Entre conflictos y boicot, se consumió el 2018 y casi todo el 2019 sin poder renovar las vocerías del Consejo Estudiantil. Sin embargo, una vez se concreta la colaboración del Consejo Municipal y a pesar de las trabas del rectorado, se definió el 13 de noviembre del año recién concluido como fecha de los comicios.

La jornada electoral del 13 de noviembre transcurría en total calma y orden en el piso 3 de la casa de estudios, cuando en horas de la tarde un grupo de 7 encapuchados irrumpió en el pasillo del espacio para generar desorden (derrumbando mesas y sillas al suelo) conveniente como factor distractor, mientras otro grupo más reducido ingresaba al aula donde estaban las computadoras y equipo técnico usado para el escrutinio y seguimiento de la elección. En el incidente tres computadoras fueron robadas. Cuando los estudiantes se percataron de la irregularidad, trataron de impedir la sustracción de los equipos, resultando uno de ellos golpeado (quien es militante de la Juventud Comunista de Venezuela). Posteriormente las computadoras fueron recuperadas, aunque el objetivo de quienes boicotearon el evento electoral se cumplió: las elecciones fueron suspendidas e invalidadas. Se pudo conocer que los encapuchados portaban armas blancas (cuchillos, navajas y machetes). Luego de estos acontecimientos, la Comisión Electoral Promotora gestionó la realización de nuevas elecciones para finales de noviembre, topándose con la negativa del rectorado e incluso la recomendación de uno de sus miembros a que no se procediera con los comicios pues «incidentes más graves pueden ocurrir».

Desde entonces, los jóvenes del Consejo Estudiantil saliente -y dispuesto a medirse en nuevos comicios- junto a la Comisión Electoral no han detenido su accionar en procura de realizar las elecciones al Consejo Estudiantil, pese a las amenazas y obstáculos. Para el próximo miércoles 22 de enero se efectuará una nueva jornada de participación electoral. Desde Lucha de Clases nos solidarizamos con los estudiantes de la UBV – Los Chaguaramos quienes encaran con determinación esta necesaria batalla por la recuperación de la democracia participativa en la universidad y llamamos a todas las organizaciones estudiantiles honestas, organizaciones sociales, consejos estudiantiles de otras casas de estudio, pero sobretodo a los propios estudiantes del núcleo, a que manifiesten su apoyo a través de comunicados, presencia y participación suficiente para blindar políticamente el importante acto. 

En un periodo marcado por la crisis estructural del capitalismo criollo, el ataque imperialista y el acelerado viraje cada vez más marcado hacia la derecha por parte del gobierno, la deserción y emigración de estudiantes y profesores -buscando paliar la agobiante situación económica- han marcado la pauta en la educación superior en Venezuela desde hace algunos años. Este contexto ha visto como se han eliminado los subsidios al pasaje estudiantil (conquista que en décadas anteriores costó sangré y varias muertes), la desaparición de rutas de transporte, la formación de cementerios de autobuses (en la UBV -Los Chaguaramos se cuentan más de 36 autobuses inhabilitados), el deterioro de las infraestructuras y servicios (en dicha sede solo funcionan 3 baños de 10), la precarización de los servicios de alimentación (potenciada en muchos casos por la corrupción de quienes poseen el control en los comedores), así como la implementación de programas de estudio caducos y poco provechosos para las necesidades del país. Es necesario que el estudiantado nacional se levante y organice en defensa de sus conquistas históricas, sus derechos, así como también en reivindicación de su papel importante en la lucha social. ¡No podemos permitir más retrocesos! La mejor manera de preparar la ofensiva futura que tarde o temprano debemos encarar es resistiendo y evitando mayores retrocesos en el presente. Por todo lo anterior, abogamos por la defensa del derecho de los estudiantes de la UBV – Los Chaguaramos a elegir sus voceros en el Consejo Estudiantil del Poder Popular «Comandante Supremo Hugo Chávez Frías», sometidos a su base en asambleas y revocables en cualquier momento.