En el marco de la aplicación de una agresiva política de ajuste burgués, la imposición de salarios de miseria, y el desmonte sistemático de las conquistas y derechos laborales alcanzados en el pasado, los trabajadores y su representación sindical consecuente resisten los más viles atropellos patronales, que intentan acallar cualquier iniciativa de protesta y organización. Despidos injustificados, medidas de coerción antisindical y el empleo de las fuerzas represivas del Estado para dirimir disputas laborales -en favor de los patrones privados y estatales, constituyen prácticas propias de una tendencia retrógrada y antiobrera en crecimiento. Desde la Corriente Marxista Internacional (CMI) repudiamos enérgicamente todos estos métodos con los cuales el gobierno busca hacer pagar la crisis estructural del capitalismo venezolano a los trabajadores y pobres. 

El martes 28 de enero, directivos del sindicato de Fogade denunciaron que las autoridades de la institución les impidieron el ingreso a sus respectivos puestos de trabajo, en franca retaliación por su probada combatividad en defensa de los trabajadores e irrespetando su fuero sindical. Ese mismo día, los dirigentes sindicales, Marcos Sabariego y Gil Mujica, de la refinería «El Palito» del Estado Falcón, fueron detenidos arbitrariamente por funcionarios del DGCIM por participar en una asamblea obrera en la empresa. Del mismo modo, el jueves 30 de enero tres dirigentes del Sindicato Único de los Empleados de los Poderes Públicos del Estado Sucre (SUEPLES), Ramón Gómez, Cesar morales y Carlos Ochoa, fueron detenidos cuando trataban de consignar un documento en la gobernación sucrense que planteaba reivindicaciones para cerca de 27.000 empleados. Estos tres trabajadores fueron presentados ante tribunales el sábado 1 de febrero donde se les impuso privativa de libertad por supuestos delitos como agavillamiento e instigación al odio. Esto viene a sumarse a los casos de Rodny Álvarez, quien lleva más de 8 años encarcelado injustamente, y el de los 9 comuneros del Eje Socialista de Barinas, apresados desde septiembre del 2018 por atreverse a atender el llamado de Chávez a construir el “Estado comunal”.

Con la persecución y la judicialización de las luchas obreras y sociales, el gobierno trata de imponer su agresivo ajuste macroeconómico antipopular, en su intención de sepultar la revolución bolivariana para mantener el poder, por el poder en si mismo. Desde la CMI exigimos la pronta liberación de todos los trabajadores, sindicalistas y líderes sociales detenidos por ejercer su derecho a protestar y a organizarse. También demandamos el cese a la persecución laboral y llamamos a la solidaridad de toda la clase obrera nacional e internacional para repudiar todos estos hechos.

A continuación, difundimos varios twits del sindicato de Fogade, Sutrabfogade, donde denuncian la persecución de la cual vienen siendo objeto, y también el video de solidaridad enviado por dirigentes de la CMI reunidos en italia: