A través de Wall Street Journal (WSJ), el representante especial de EE.UU. para Venezuela Elliot Abrams acaba de revelar un plan para conformar un gobierno de transición sin Maduro ni Guaidó. Abrams, propone que tanto Maduro como Guaidó “se hagan a un lado para que los miembros electos de la Asamblea Nacional de ambos lados puedan crear un Consejo de Estado para servir como la transición”.

En propuesta que ha de presentar el secretario de Estado Mike Pompeo, y que ya pudo ser vista por The Associated Press (AP), se contemplaría que este Consejo de Estado estaría conformado por cinco personas electas por los 2/3 de la Asamblea Nacional. Según declaró Abrams a AP, “La esperanza es que esta configuración promueva la selección de personas que son muy respetadas y conocidas como personas que pueden trabajar con la otra parte”

El representante del imperialismo, señaló además en su nota de WSJ que “Las elecciones presidenciales libres y justas son el camino para salir de la crisis de Venezuela”, y “Hasta que se logre ese objetivo, nuestra presión se fortalecerá”. Esto, descarta por ahora una intervención armada como la que han venido festejando grupos de la extrema derecha, desde que el Departamento de Justicia estadounidense pusiese precio a la cabeza de Maduro y de otros funcionarios civiles y militares de su administración.

La bancarrota de Guaidó

A comienzos de este año, la popularidad de Guaidó y su capacidad de movilización estaba por el suelo. Sin embargo, su participación en el Foro Económico Mundial de Davos, en el que se reuniría con distintos presidentes de las principales economías del mundo (menos Trump), lo pondrían nuevamente en la palestra mediática, siendo señalado por Washington Post como “el hombre del momento”. 

Tras su gira europea, Guaidó se dirigió a los EE.UU. a ver si podía reunirse con el presidente de ese país, sin embargo, el presidente norteamericano estaría más interesado en jugar al Golf que en reunirse con su títere venezolano.

Finalmente, el lobby mayamero logró que Guaidó se reuniera con su jefe, no sin antes presentarlo en el Congreso Norteamericano durante el discurso del presidente sobre el estado de la Unión.

Después de todo este apoyo recibido, las expectativas sobre un cambio de gobierno en Venezuela se volvían a levantar. La oposición venezolana, esperaba que al volver Guaidó este convocara a movilizaciones espectaculares y que el gobierno estadounidense interviniera de forma más decisiva para generar un cambio de gobierno, pero nada de esto sucedió. Las movilizaciones de Guaidó siguieron siendo tan lánguidas como eran antes de su gira internacional.

Como señalamos arriba, las declaraciones del Departamento de Justicia estadounidense pusieron nuevamente a soñar a los escuálidos. Algunos, comenzaron nuevamente su cuenta regresiva (tic-tac) para ver llegar a los marines, como ocurriera en la Panamá de Noriega, y llevarse a Maduro y sus “secuaces”. El propio Guaidó, en respuesta a declaraciones de Maduro, se mostraría altanero y desafiante, amenazando a Maduro a través de Twitter con el respectivo Tic-Tac.

Sin embargo, no pasaría mucho tiempo antes de que Abrams hiciera público el plan para sacarlo del camino. Parece que el tiempo corre, pero en contra del gobierno imaginario, Tic-Tac.

El juego del policía bueno y el policía malo del imperialismo

Si bien esta aparente política de bandazos del imperialismo puede reflejar la pugna interna que existe sobre la política venezolana, no debemos olvidar que dicha pugna no es entre bueno y malos, sino entre dos estrategias distintas para hacerse con el poder y los recursos en Venezuela. Lo que está detrás son los mismos intereses imperialistas.

Por un lado, están los lobbies de la extrema derecha que pujan por una intervención militar directa o a través del uso de mercenarios bajo una bandera venezolana, mientras que, por otro, están los que ofrecen incentivos como el levantamiento de las sanciones si el cambio de gobierno se da a través de una transición política ordenada y pacífica.  Los primeros, buscan generar un marco legal que permita intervenir militarmente (la activación del TIAR o la declaratoria de narcoterrorismo de gobierno de Maduro), mientras que los otros buscan a través de presiones y ofertas llegar a unas elecciones en la que, según Abrams participe incluso el PSUV.

Este juego no debe llamar a ninguno a engaños. No hay injerencia buena por parte del imperialismo, y cualquier transición que éstos promuevan sólo traería la persecución del chavismo.

Con el permiso del imperialismo: ¿Será que por fin llega el Tun-Tun?

A la noticia sobre el plan para que Guaidó se haga a un lado (que se conoció alrededor de las 5:00 am), siguió la declaración del Fiscal General de la República Tareck Wiliam Saab (aproximadamente a las 10:00 am), solicitando que Guaidó se presente a declarar este próximo jueves sobre los señalamientos de Cliver Alcalá Cordones, quién lo compromete con la compra de armas y el intento de ingresarlas al país desde Colombia.

Hay que señalar que pruebas para enjuiciar a Guaidó por usurpación de funciones, traición a la patria y otros tantos cargos se han tenido desde enero de 2019. Sin embargo, el gobierno hasta ahora ha respetado la integridad del títere Guaidó, presentándolo como una estrategia de “cocinarlo en su propia salsa” y “dejar que se desprestigie solo”, pero en realidad respetando la orden del imperialismo de no ponerle un dedo encima a su muchacho.

La citación a Guaidó, representa un juego de pulso entre el gobierno, que se quiere mostrar fuerte, y el imperialismo. Si El gobierno norteamericano termina de desechar a su títere, mostrando que no es capaz de defenderlo, entonces el gobierno procederá por fin a enjuiciarlo o a permitir que este se exilie.

Los trabajadores y campesinos venezolanos no somos parte de este juego. No podemos esperar nada del imperialismo asesino ni de la derecha apátrida, pero tampoco del gobierno que está descargando sobre nosotros todo el peso de la crisis, agravada por la pandemia mundial desatada por el coronavirus. La única solución a los problemas del país está en las manos de los obreros, campesinos y comuneros, que son quienes levantan y acuestan el sol.

¡Manos Fuera de Venezuela!

Nota: Minutos después de la publicación de este artículo, Pompeo declararía que Guaidó seguía siendo su candidato para unas eventuales elecciones convocadas por el gobierno de transición propuesto y en el que, como señala el plan, participarían miembros del PSUV. En otras palabras, Pompeo le dice a Guaidó que podrá ser candidato un año después de “cuando cese la usurpación”, una fecha que aún se desconoce.