Luis Zapata

El dirigente del movimiento Jóvenes Por la Patria (JPP), militante del partido Patria Para Todos (PPT) y colaborador cercano de la Corriente Marxista Internacional en Venezuela, Luis Zapata, fue detenido la tarde del domingo 12 de julio a las 4:00 PM, por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, en las cercanías del poblado de Ospino Estado Portuguesa. Pasadas las 10:00 PM, y luego de la activación solidaria de un gran número de organizaciones políticas de izquierda, fue anunciada la liberación del compañero por parte de la Fiscalía General de la República.

El dirigente se trasladaba en un camión agrícola hacia la ciudad de Caracas, luego de reunirse con comuneros del Eje Socialista de Barinas y el equipo político del PPT de la misma entidad regional. Más allá de haberse concretado su justa liberación, este caso evidencia una realidad preocupante para todos los luchadores sociales, dirigentes sindicales y campesinos: la judicialización de las luchas obreras y populares de diversa índole y la vulneración de los derechos fundamentales de quienes son apresados llevándolas a cabo. En numerosas oportunidades, desde Lucha de Clases hemos comentado el fuerte desarrollo de las tendencias represivas por parte del gobierno en el último periodo, para imponer su paquete de ajuste burgués anti-popular a toda costa.

El «fundamento» para acometer la detención del dirigente, fue la aparición sorpresiva de una orden de captura de la Fiscalía General de la República, la cual no específica la causa para llevar a cabo la aprehensión y que no contó con el dictamen de un juez. La orden data del 2018, coincidiendo con el injusto encarcelamiento de los nueve comuneros del Eje Socialista de Barinas en septiembre del mismo año, recientemente liberados por las gestiones de la Plataforma Unitaria por los Derechos del Pueblo Trabajador, de la cual Zapata hace parte.

Luis Zapata jugó un rol determinante en la difusión nacional del encarcelamiento indebido de los nueve comuneros de Barinas, y ha centrado buena parte de su actividad política en la defensa de los derechos fundamentales, el respeto del debido proceso y las gestiones para lograr liberación de trabajadores, campesinos y líderes populares detenidos de manera arbitraria e ilegal. Esto lo ha hecho de la mano de la Plataforma Unitaria por los Derechos del Pueblo Trabajador, del dirigente comunista Pedro Eusse y en reuniones frecuentes en la sede de la Fiscalía General de la República en Caracas, por lo que resulta incomprensible que, de manera repentina, aparezca una orden de aprehensión de larga data contra este compañero que frecuentaba la sede de la institución casi de manera semanal.

A todas luces, la aparición extemporánea y repentina de una orden judicial contra Zapata, no puede ser otra cosa más que un montaje judicial. Tal aberración judicial fue tan absurdo e insostenible, que el propio Fiscal General de la República, Tareck William Saab, tuvo que ordenar la puesta en libertad del compañero, ante la presión solidaria e inmediata de numerosas organizaciones de izquierda -a través de las redes sociales- y por la exhortación pública del Secretario General del PPT, Rafael Uzcátegui, para que se hiciera justicia.

Este Show patético deja en evidencia, nuevamente, la podredumbre del Estado burgués venezolano y sus instituciones, movidas por la simbiosis corrupta de burócratas y la llamada «burguesía revolucionaria», en connivencia con la oligarquía terrateniente y burguesa tradicional. Para los revolucionarios es lo bastante clara la necesidad de destruir la vieja y podrida maquinaria estatal capitalista, para reemplazarla por un nuevo Estado gobernado por los propios trabajadores, basado en los consejos obreros y comunas coordinados a nivel local, regional y nacional, con representates elegidos desde las bases y revocables en cualquier momento y que cada política y actuación esté bajo supervisión de la clase obrera y sectores populares organizados.

Sabemos que detrás de las numerosas detenciones arbitrarias de campesinos, comuneros y trabajadores, existen marcados intereses de altos y medianos burócratas estatales, para los cuales las figuras de todos los luchadores consecuentes resultan incómodas. No tenemos reparos en indicar que la detención de Luis Zapata obedeció a un acto de retaliación política inaceptable, que evidencia la maleabilidad del sistema judicial burgués para atropellar los derechos elementales de los luchadores obreros y populares, mientras Juan Guaidó sigue libre, organizando la desestabilización nacional y capitalizando el saqueo de los activos de Venezuela en el exterior. Nada de lo expuesto nos debe extrañar. La naturaleza de clase del Estado burgués venezolano sale a relucir a cada paso.

Desde Lucha de Clases, sección venezolana de la Corriente Marxista Internacional, condenamos la detención ilegal de Luis Zapata, exigimos la supresión inmediata de la recién aparecida orden judicial en su contra, el esclarecimiento de todos los vicios judiciales ejecutados en este caso y una investigación que derive en procesamiento de los responsables.

La solidaridad de la izquierda a nivel nacional y de varias secciones latinoamericanas de la Corriente Marxista Internacional, a través de las redes sociales, se hizo sentir nuevamente. Sin embargo, a pesar de que Luis Zapata fue puesto en libertad hace pocas horas, aun no hay razones para estar tranquilos. Debemos redoblar nuestras energías en acciones de solidaridad concretas hasta lograr la puesta en libertad de todos los compañeros que aun se encuentran tras las rejas, sin causas claras, sin juicios y vejados por un sistema judicial podrido hasta los tuétanos.

Cuanto antes, se debe convocar a una nueva concentración en la sede de la Fiscalía General de la República en Caracas, como la organizada por el Frente Popular Antifascista y Antiimperialista a principios de junio. Esto debe combinarse con más campañas nacionales e internacionales a través de twitazos y difusión de los múltiples casos existentes en todas las redes sociales.

#LibertadALosTrabajadoresPresos