La mañana del jueves 15 de octubre, diversas organizaciones de Izquierda se dieron cita en la Plaza La Candelaria de Caracas, para realizar una manifestación pacífica en rechazo a la criminalización de la protesta y en defensa de la Constitución.

La actividad fue convocada por las siguientes organizaciones: Red Autónoma de Comuneros, Izquierda Unida, Corriente Uzcátegui, PRT, Movimiento Viviendo Venezolanos y Somos Lina, las cuales forman parte de la Alternativa Popular Revolucionaria (APR). Otras organizaciones participantes fueron: Voces Antiimperialistas, Las Comadres Púrpuras, Partido Socialismo y Libertad, trabajadores del Metro de Caracas y docentes.

La concentración contó con obstáculos desde un primer momento, ya que en la plaza había un desproporcionado despliegue de funcionarios de la PNB y GNB. Sumado a esta gran cantidad de funcionarios, estaban presentes grupos de choque identificados como CUPAZ (Cuadrantes de Paz) y UTC (Unidad Táctica de Combate), quienes contaban con armas de fuego, chalecos antibalas, radios y vestían ropa negra con pasamontañas o capuchas para no dejarse ver el rostro. Estas agrupaciones recuerdan la función de los llamados ”Cabilleros» de Acción Democrática en la Cuarta República.

Estos grupos, mediante acciones de amedrentamiento, amenazas y uso de la violencia, intentaron impedir la realización de la protesta que siempre tuvo un carácter pacífico y que contó con consignas, pancartas e ideas. Para impedir el desarrollo del acto, rompieron las pancartas a los presentes en el lugar y luego pasaron a las agresiones con golpes y empujones, todo esto ante la mirada pasiva, espectadora y complaciente de los funcionarios de la PNB y GNB. Gracias a una acción de solidaridad de transeúntes y visitantes de la plaza, que increparon a estos grupos, se pudo desarrollar la actividad hasta su clausura, pero de forma accidentada.

Durante los hechos, representantes de las distintas organizaciones presentes y personas que se acercaron, agitaron consignas en rechazo a la Ley Antibloqueo y la política entreguista que esta encierra en su contenido. También se agitó en contra de la criminalización y judicialización de la protesta, en defensa de los artículos 68 y 91 de la Constitución, el reclamo por un salario igual a la canasta básica, por la libertad de los trabajadores presos, contra la censura y el silencio que le aplican los medios de comunicación y difusión a la APR, entre otras.

Desde Lucha de Clases rechazamos contundentemente estas acciones de amedrentamiento y persecución, que llevan adelante este tipo de organizaciones (CUPAZ-UTC), las cuales buscan apaciguar la legítima protesta obrera y popular con violencia. De hecho, el principal vocero de los grupos presentes señaló que la actividad no se podía desarrollar porque ”no estaba autorizada por el partido» (PSUV).

Repudiamos este tipo de actos donde se pretende cercenar el derecho que tiene el pueblo a expresarse, a reclamar por unas condiciones de vida dignas y que en los últimos años ha resistido las brutales desmejoras en su situación. Aún pervive un pueblo trabajador y humilde que se niega a rendirse y hoy sigue en pie de lucha por retomar los derechos y conquistas que le han sido arrebatadas en los últimos años. Denunciamos que la represión antipopular ya no solo recae en los tradicionales destacamentos armados del Estado (policías, guardias nacionales, entre otros), sino también en grupos paraestatales que cumplen funciones de abordaje y disolución de diversas protestas, al servicio de la política antiobrera y antipopular del gobierno.

Mientras a las organizaciones revolucionarias se les reprime y se les censura, podemos recordar que en días pasados en la Plaza Bolivar de Caracas la organización política de derecha Soluciones, que siempre ataca las ideas revolucionarias del Comandante Chávez y el socialismo, hizo su acto de presentación de candidatos para los comicios del 6 de diciembre, contando con todas las garantías de seguridad requerida y la cobertura de medios de comunicación del Estado como VTV, Ciudad CCS, RNV entre otros. Es un ejemplo como desde el gobierno se le conceden privilegios a la derecha mientras que a la izquierda que cuestiona y hace sus justos reclamos se le persigue por diversos organismos del Estado y toda una gana de agrupaciones irregulares.

Hoy más que nunca, es un imperativo que la izquierda en general y la APR en particular acumule mayor cantidad de fuerzas, de la mano de un programa revolucionario, para brindar una salida a la crisis en favor de los intereses del pueblo trabajador. Lograr que el pueblo viva en condiciones dignas, donde cada individuo pueda desarrollar sus capacidades humanas a plenitud, solo será posible derribando el capitalismo y construyendo verdaderamente una sociedad socialista.