Desde Lucha de Clases venimos analizando las propuestas que han presentado a la opinión pública los compañeros Tony Boza, JuanCarlosValdez,ArlesGómez,OmarMuñozyPascualinaCurcio, sobre la Indexación del salario al Petro y un incrementoprogresivo del sueldomínimo, primero a un Petro (equivalente a 60 dólares)  hasta llegar a 6 Petros.

En primer lugar, valoramos la preocupación de los compañeros por el ingreso de los trabajadores, sobre todo del sector público y de los pensionados, frente a sectores y voceros gubernamentales como Jesús Farías, que justifican la política salarial regresiva y antiobrera del gobierno nacional. En segundo lugar, queremos exponer nuestra posición al respecto, resaltar las coincidencias, las diferencias y algunas posibles perspectivas de trabajo en pro al rescate del salario de la clase trabajadora.

Luchar por la recuperación de los ingresos de la clase trabajadora, frente a la brutal crisis económica que atraviesa el país, es  una tarea fundamental de los revolucionarios, luego de varios años de caída del PIB, hiperinflación y de un bloqueo criminal del imperialismo norteamericano, que ha deteriorado las condiciones de vida de la única clase que crea riqueza, la clase trabajadora, la cual hoy siente todo el peso de la crisis sobre sus hombros.

Mientras el pueblo trabajador ha perdido peso producto de la precaria y mala alimentación –derivada de la política depulverización del salario, las prestaciones, las pensiones y los ingresos familiares en general–, un puñado de parásitosburgueses y burócratas se enriquece cada día más. Existen dos países, la Venezuela de los bodegones, de las fiestas en el Humboldt, los Roques y otros lugares reservados para las élites; y la Venezuela de la inmensa mayoría que resiste los embates de la crisis, del hambre,  la precariedad laboral, la informalidad, la desidia institucional, el colapso generalizado de los servicios públicos, la súper explotación –de tener dos, tres y hasta cuatro trabajos para sobrevivir–y la dependencia de cada vez más venezolanos de las remesas, para compensarsus ínfimos ingresos laborales.

Todo el panorama descrito resulta de la crisis estructural del capitalismo rentista venezolano, que se inscribe dentro de la crisis orgánica del sistema capitalista global. El gobierno nacional, en respuesta, ha venido ejecutando un programa de ajustes y contrarreformas burguesas, antipopulares y antiobreras, con el propósito de reducir el déficit presupuestario estatal, recargando todas las facturas de la crisis sobre los trabajadores.

Aunque diferimos abiertamente en la lectura que estos compañeros sostienen sobre la crisis, aduciendo que éstaresulta solo de una “guerra económica” y un “ataque a la moneda”, por razones ampliamente explicadas en numerosos artículos de nuestra web (www.luchadeclases.org.ve), creemos importante sumar voluntades para acordar acciones e iniciativas dirigidas a impulsar la lucha por mejores salarios. Más allá de las diferencias, claramente existe una preocupación común. Sobre esta base, debemos debatir y confrontar propuestas para avanzar.

¿Indexar el salario alPetro o a la canasta básica?

La supuesta indexación del salario con respecto al valor de medio Petro (como unidad de cuenta), en teoría, ya fue implementada por el gobierno nacional, a partir del lanzamiento del Plan de Recuperación y Prósperidad Económica en agosto del 2018.Sin embargo, a nuestro entender, tal indexación o anclaje nunca existió, puesto que de haberse llevado a cabo, los sueldos se hubiesen mantenido en el nivel de los 30 dólares, a pesar de la devaluación del Bolívar. Realmente, el gobierno en aquel entoncesajustó el salario en Bs a un valor de 30 dólares momentáneos, que se fue erosionando con el paso de las horas, días y semanas, ante el avance de la hiperinflación. Todo lo demás, fue solo retórica y gamelote.

A pocos meses de la medida,y en un intento de disfrazar el entuerto,

el mismo gobierno nacional segmentó el valor del Petro como unidad de cuenta, creando un “Petro Fijo” para los salarios y un “Petro Variable” para el resto de transacciones (como el costo de pasaportes, prórrogas, entre otros).

La posibilidad de dicha manipulación y segmentación artificial del Petro por parte del gobierno nacional, sumado a la escasa usabilidad del mismo, su reducida aceptación, su nulo reconocimiento internacional, y su cotización generalmente por debajo del valor oficial,son elementos que consideramos claves para no acompañar el planteamiento de Boza y compañía.

Sabemos que, en un primer momento,los compañeros a los que hemos hecho mención no planteaban usar el Petro como medio de pago, sino como reserva de valor y unidad de cuenta, inspirados en la primera fase del Plan Real aplicado en Brasil (con el cual tenemos profundas reservas, por su carácter antipopular). Nosotros no depositamos ninguna confianza en un supuesto anclaje del salario al Petro, con el cual se volvería a defraudar las expectativas del pueblo trabajador.

Nuestra propuesta consiste en fijar el salario mínimo con baseen la canasta básica. De esta forma, el salario permitiría cubrir las necesidades vitales del trabajador, es decir, su alimentación, gastos de vivienda, servicios, recreación y todos los elementos que conforman la canasta básica y en la medida que los precios de éstos varían, en la misma proporción deberá variar el salario, estableciéndose de hecho una escala móvil de salarios, capaz de proteger los ingresos de los trabajadores frente a los embates de la inflación.

Esta propuesta se fundamenta legalmente en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que establece en el artículo 91: “todo trabajador/a tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para si y su familia, las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales” (…)“El Estado garantizará un salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica. La Ley establecerá la forma y el procedimiento”.

Si bien, no buscamos depositar esperanzas en la legalidad burguesa, si tratamos de usar las conquistas alcanzadas por los trabajadores a nivel legal, para impulsar y sustentar sus justos reclamos y reivindicaciones.

Una forma de despertar la lucha obrera en reivindicación de mejores sueldos, seríaimpulsando una Ley de Salario Mínimo Vital y Variable,que establezca los mecanismos necesarios para implementar una escala móvil salarial y un tiempo prudencial de ajuste (bimensual, trimestral, semestral, etc.). Aunque sabemos que no bastará una ley para conquistar mejoras salariales y que debemos solo podemos confiar en nuestras propias fuerzas como clase obrera, la movilización y la lucha derivada de este impulso podría servir como un elemento de agitación y de unificación del alicaído movimiento obrero venezolano.

El viraje a la derecha del gobierno se manifiesta en innumerables concesiones a la burguesía y en el desarrollo de tendencias cada vez más represivas contra el pueblo trabajador. Hoy por hoy, en la Asamblea Nacional se discute todo tipo deiniciativas legales profundamente pro-capitalistasy próximas a ser aprobadas, como la Ley de Zonas Económicas Especiales, la Reforma de la Ley de Hidrocarburos y la profundización de las disposiciones de la muy cuestionada Ley Antibloqueo, que en suma, apuntan a la privatización de las empresas nacionalizadas por el Presidente Chávez, la devolución de tierras a los latifundistas, exenciones y beneficios tributarios al empresariado, la precarización y flexibilización laboral, el abaratamiento de los despidos y liquidaciones, la bonificación del salario yuna mayor criminalización y judicialización de la protesta.

En este contexto, que entre esos 256 diputados del PSUV, el compañero Tony Boza haya planteado abrir el debate sobre la indexación del salario al Petro y un incremento de sueldos a 1 Petro (60 dolares),reconocemos que abre una posibilidad de debate interesante.

Nosotrospropusimos en nuestro artículo: “Luchemos por un salario igual a la canasta básica, luchemos por una «Ley de Salario Mínimo Vital y Variable»” del 10 de enero,al conjunto de fuerzas que componen la Alternativa Popular Revolucionaria y demás organizaciones, movimientos, colectivos, sindicatos y federaciones, construir colectivamente y presentar un proyecto de Ley de Salario Mínimo Vital y Variable a la Asamblea Nacional, acompañada del respaldo del 0,1 % de las firmas de los inscritos en el registro civil y electoral, de acuerdo a lo establecido en el artículo 204 de la Constitución acerca de las iniciativas de las leyes.

Si logramos presentar esta propuesta durante el primer período de sesiones de la Asamblea Nacional(del 5 enero al 15 de agosto) y no se discute, al menos en el período siguiente(del 15 de septiembre al 15 de diciembre), el proyecto de ley deberá someterse a referendo aprobatorio de acuerdo a lo establecido en el artículo 205 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Sabemos que la dirigencia gubernamental bloqueará cualquier iniciativa que vaya en contra vía de su política entreguista. La intención, más que impulsar una iniciativa legal, es que mediante la agitación en torno a una reivindicación concreta de los trabajadores se pueda reactivar la lucha y la fuerza de la clase obrera a nivel nacional, la misma que cuando se pone en movimiento es capaz de arrancar toda clase de conquistas y hasta amenazar con revolucionar la sociedad.

Actualmente,buena parte de las organizaciones que conformamos la Alternativa Popular Revolucionaria acompañamos esta propuesta, como se expresó en el foro virtual del salario donde el diputado Boza tenía una ponencia, que lamentablemente no pudo efectuar por una caída del servicio eléctrico en Maracaibo.

Creemos que combinando todas las formas de lucha, la protesta de calle, la agitación ante las instituciones, las tomas de fábricas, entre otras, podremos avanzar en la recuperación de las conquistas históricas de la clase trabajadora, como un salario que cubra las necesidades básicas, estabilidad laboral, libertad sindical, contratos colectivos, salud y seguridad laboral, entre otras, que han sido pulverizadas por la política económica de ajuste implementada por el gobierno nacional.

Frente a ello,proponemos articularnosde la siguiente manera:

Un encuentro de trabajo para:

  1. Debatir sobre las ventajas y factibilidad de las distintas propuestas existentes de cara a la recuperación del salario.
  2. Consultar y escuchara diversas organizaciones sindicales, movimientos de trabajadores,colectivos, frentes o plataformas clasistas, sobre su opinión al respecto y preferencias.
  3. Construir–de alcanzar acuerdos en ese sentido– una propuesta de Anteproyecto de Ley sobre Salario Mínimo Vital y Variable, que establezca una escala móvil de salarios.
  4. Consultar, entre los 256 diputados del PSUV, si existirá al menos otro parlamentario dispuesto a apoyar la introducción de un Anteproyecto de Ley sobre Salario MínimoVital y Variable en la Asamblea Nacional.
  5. Avanzar en unplan nacional de lucha por el salario, que incluya entre sus tareas, la recolección de firmas para introducir por iniciativa popular, unAnteproyecto de Ley de Salario Mínimo Vital y Variable, que establezca una escala móvil de salarios.

Pedimos aprovechar el mes de mayo para encontrarnos y debatir. De acoger nuestra petición, esperamos establecer un acuerdo de lugar y fecha, para discutir en torno a lo planteado.

Para nosotros, la lucha por el salario es solo una parte de nuestro programa revolucionario, que incluye la socialización de los medios de producción bajo control obrero y el establecimiento de una economía planificada y centralizada, capaz de acabar con el caos y la anarquía en la produccióncapitalista. Ninguna regulación temporal o artificial al sistemade dominación burgués, será capaz de corregir la explotación y la concentración de la riqueza en pocas manos, propias de un orden social enfermo y caduco como el capitalismo.

Solo poniendo la propiedad de las palancas fundamentales de la economía en las manos de quienes realmente producimos las riquezas, saldremos del abismo en el que nos encontramos.

Este programa solo podrá llevarlo adelante un gobierno de, por y para los trabajadores, para lo cual es imprescindible la construcción de un nuevo referente orgánico revolucionario de masas, capaz de disputar las grandes mayorías de trabajadores ytomar el poder para llevar hasta las últimas consecuencias dicho programa. En ese objetivo estamos enfocados, quizás en esa tarea los compañeros Boza, Valdez, Gómez, Muñoz y Curcio no nos acompañen, pero también están invitados.