Hemos recibido esta denuncia de un camarada trabajador de la construcción del estado Mérida donde señala los abusos y agresiones de las que ha sido objeto por parte de los patronos de la constructora Niquitao y de los dirigentes sindicales desclasado Hemos recibido esta denuncia de un camarada trabajador de la construcción del estado Mérida donde señala los abusos y agresiones de las que ha sido objeto por parte de los patronos de la constructora Niquitao y de los dirigentes sindicales desclasados y propatronales. Los marxistas de la Corriente Marxista Revolucionaria condenamos este brutal atentado contra los derechos democráticos y de las garantías individuales de los trabajadores de la construcción y de las demás capas de trabajadores que han venido sucediendo en el estado Mérida en diferentes sectores. Desde este espacio exigimos una rápida solución a tales conflictos y una pronta intervención de las autoridades competentes tanto laborales como las del sindicato. Es lamentable que este tipo de atropellos se sigan llevando a cabo y que la UNT regional no haya intervenido aún para forzar una solución a favor del trabajador.

Lamentablemente, éste no es un hecho aislado. Los trabajadores del teleférico también han sufrido constantes violaciones a sus derechos por parte de la administración y la URT Mérida no ha llegado aún ahí para impulsar la organización del tan necesitado sindicato para estos trabajadores. Es necesario que aceleremos el proceso de organización en los diferentes niveles (barrial, sindical, regional, etc) para denunciar y resolver tales problemas. La disyuntiva a la que nos enfrentamos en el momento actual se podría plantear es que o nos quedamos esperando a que las soluciones lleguen desde arriba (si es que llegan) o nos organizamos desde las bases y garantizamos esas soluciones que llegarán más rápido y mejor.

Republica Bolivariana de Venezuela
Mérida, Mérida

Yo Ramón Dávila Guillén, venezolano, con Cedula de Identidad 8.047.037, denuncio por medio de esta organización, los abusos, maltratos y desconsideraciones por parte de los patrones de la industria de la construcción “Niquitao”, y los organismos que nos representan (el sindicato de trabajadores “SUTICEM” y el sindicato de trabajadores “SINEITRACOM”.

Nosotros, la clase obrera, nos sentimos desamparados y más aún burlados en nuestros derechos en lo que respecta al pago justo de nuestro salario; tanto así que se ha perdido el respeto.

El pasado mes de diciembre del 2004 el ingeniero “Pino”, dueño de la constructora “NIQUITAO” junto con Rafael Uzcátegui, secretario general del sindicato “SUTICEM”, nos mintió, no liquidándonos por completo el salario por el supuesto de reenganchar el 10 de enero. Pero la sorpresa fue que al llegar el lunes 10 de enero la mayoría nos quedamos por fuera, sabiendo nosotros los obreros que no es obligatorio emplearnos, le pedimos por favor nos liquidaran los 7 días de preaviso y el bono ya establecido (50,000 Bs.)

Tal pago sólo se liquidó a los eunucos escogidos por el ingeniero y los sindicatos, actuando así por los amiguismos y los intereses particulares.

El viernes 14 de enero del presente, siendo las 11:00 a.m. sucedió un percance lamentable en la obra “el garzón”, el ingeniero “Pino” recibiéndome en el frente de trabajo se mostró hostil a mi presencia dando como resultado las agresiones físicas (puñetazos, latigazos entre otros).

Ante tal abuso de poder, nosotros los trabajadores u obreros exigimos que se cumpla el contrato colectivo de la industria de la construcción y que se nos trate como trabajadores dignos de la sociedad y no nos utilicen como simples peones a los cuales no se les guarda ninguna consideración.

Atentamente,

Ramón Dávila Guillén.
C.I. 8.047.037