En este artículo se expone una breve historia de los trabajadores despedidos de Invepal Maracay , profundizando en la causa del despido y haciendo toda una serie de propuestas para resolver el conflicto dentro de Invepal Describiremos de manera más o menos cronológica los hechos. Invepal nace a partir de la expropiación hecha por el gobierno de lo que quedó de la quebrada empresa Venepal, como empresa endógena cogestionada, con el objetivo principal de generar empleo, siendo la primera empresa expropiada y constituyéndose en un proyecto bandera en la intención del presidente Chávez de dar poder a los trabajadores abriendo camino rumbo al socialismo. Desafortunadamente por ser la primera experiencia en Venezuela, al no existir todavía una legislación adecuada y tener que desenvolverse en un entorno capitalista la empresa ha debido afrontar una serie de problemas cuya suma ha tenido como consecuencia grave un proceso de discriminación entre los trabajadores terminando con el despido masivo injustificado de 120 trabajadores en la planta de Maracay, mayoritariamente ex trabajadores de Venepal y una parte de los cuales lleva ya siete meses luchando por el reconocimiento de sus derechos, habiendo recorrido infructuosamente una gran cantidad de instituciones. Las características de la empresa han permitido que quienes están en contra del socialismo y la autogestión obrera se hayan dedicado a crearle problemas a la empresa tratando de llevarla al fracaso en el empeño de demostrar que los trabajadores no son capaces de autogestionarse. Los hechos ocurridos en Invepal están demostrando es justamente lo contrario, pues, como se podrá comprobar en la siguiente relación de hechos, los trabajadores han sido capaces no solamente de detectar las desviaciones en que estaban incurriendo sus directivos, sino que han conducido una gran cantidad de acciones para corregirlas, con todo y que la burocracia ha tratado por todos los medios de frenarlos y acallarlos.

1. Se crea la empresa INVEPAL como una sociedad anónima con dos socios, uno el gobierno con 51% de acciones y otro la cooperativa Covinpa con 49%. El presidente de la cooperativa de acuerdo con la distribución de las acciones le correspondía al gobierno pero por disposición del presidente Chávez se permitió que este cargo fuera ocupado por un trabajador elegido por la asamblea de trabajadores. Los trabajadores eligieron a Edgar Peña. En los estatutos no quedó establecida la manera de destituir o sustituir a los miembros del directorio.

2. Arranca la recuperación de la planta de papel en Morón. Posteriormente el presidente Chávez pide que arranquen también las plantas de Maracay (cuadernos y papeles recubiertos). La directiva de Invepal contrata los servicios de antiguos ejecutivos de Venepal, quienes tienen nexos con los antiguos dueños, uno de los cuales para ejercer el cargo de Gerente General. La sola existencia de este cargo parece una negación a la autogestión.
3. Para el arranque de la planta de cuadernos la directiva nombra 5 cooperativistas para ejercer como coordinadores de la planta de cuadernos. Estas personas fijarán residencia dentro de la misma planta ocupando antiguas oficinas administrativas como habitaciones.

4. Arranca la recuperación. Para tal fin entran a la empresa 161 trabajadores con la figura de contratados y como contratante la cooperativa Covinpa. La mitad de estos trabajadores son de Venepal. Algunos de ellos tienen que trabajar sin sueldo durante dos meses antes de ser aceptados. Se trabajan turnos de 12 horas incluyendo sábados y domingos hasta que se logra el arranque pleno de la producción.

5. Los cinco coordinadores y el asesor legal ejercen malos tratos con los trabajadores. Ya no se trata solamente de la discriminación entre ejecutivos, cooperativistas, coordinadores y contratados. A los contratados se les niegan todos los derechos. Además, los trabajadores perciben irregularidades en el manejo de los activos y gran cantidad de vicios como el consumo de licor dentro de las instalaciones de la empresa, el nepotismo y acoso a las trabajadoras, solo por citar ejemplos. Esta percepción también es captada por los compañeros miembros de la cooperativa que están en Morón.

6. Los trabajadores de Maracay denuncian las irregularidades: en primer lugar al presidente de la cooperativa, Alexis Hornebo, quien los ignora. Acuden después a INPSASEL solicitando una inspección que dicha institución no hizo. Luego una delegación acude a la Contraloría General del Trabajo donde presentan un escrito. En lugar de ordenar una investigación fueron objeto de malos tratos y sacados de la oficina. La funcionaria tomó los nombres de los trabajadores y los remitió, junto con copia del escrito, al presidente de la cooperativa. Los trabajadores recibieron amenazas y se temía un despido masivo.

7. Al mismo tiempo la asamblea general de la cooperativa en Morón decidió el 06/11/2005 destituir de la directiva de la cooperativa a Edgar Peña y Alexis Hornebo. Los trabajadores debieron repetir cuatro veces la asamblea porque las instituciones (MINEP, MILCO, SUNACOOP) no reconocían la destitución.

8. La directiva de Invepal despide el 08/11/2005 a 120 trabajadores de la planta de cuadernos, la mayoría ex trabajadores de Venepal. Se inicia el conflicto por el despido en el cual la directiva que estaba cometiendo la arbitrariedad contó con la parcialización de los funcionarios del Ministerio del trabajo, MILCO, SUNACOOP, etc. La Inspectoría del trabajo del Estado Aragua ha tratado de obstaculizar: no admitió a varios trabajadores con el pretexto de que era competencia de SUNACOOP porque los trabajadores ya tenían seis meses de antigüedad (SUNACOPP por su parte dijo que no era su competencia). Expedientes se han perdido o han sido traspapelados, etc. Los trámites han sido lentos.

9. Los trabajadores de la cooperativa solicitaron la destitución de Edgar Peña y Alexis Hornebo de la directiva de Invepal. Hubo cambios en el gabinete ejecutivo. La nueva ministra de MILCO ratificó a Peña como directivo. Entonces la Asamblea de trabajadores decidió expulsar a Peña y a Hornebo de la cooperativa de acuerdo a sus estatutos internos. Peña se vio obligado a presentar su renuncia y la propia ministra asumió la presidencia de la empresa y cambió a los demás miembros y suplentes del directorio que corresponden al MILCO. Uno de los nuevos directivos, el Sr. Elio Almeida al mismo tiempo es coordinador de la Zona Central del Ministerio del Trabajo según gaceta oficial N° 38.366.

10. Los trabajadores despedidos decidieron dar un tiempo prudencial a la nueva directiva para que desarrolle sus investigaciones y tome decisiones. Lograron una entrevista con los directivos con vocería del Sr. Almeida quien expresó la intención por parte de la nueva directiva de darle una solución rápida el problema, incluso antes que el Ministerio del Trabajo. Los trabajadores expresaron que de los despedidos muchos han optado por abandonar sus reclamaciones. Solamente quedan unos 30 trabajadores de los cuales una parte no han sido admitidos en la Inspectoría del Trabajo alegando diversos motivos, pero que los trabajadores reclaman que la empresa les reconozca los mismos derechos a todos, incluyendo los no admitidos. En tal sentido se le entregó al Sr. Almeida la lista completa de trabajadores que solicitan el reenganche.

11. En posteriores entrevistas o conversaciones telefónicas el Sr. Almeida ha estado dándole largas a la solución del problema y sacando pretextos sin fundamento. Contradiciendo lo expresado en la primera entrevista ahora dice que la solución está en manos de la Inspectoría del Trabajo (recuérdese que la Inspectora del Trabajo del Estado Aragua es subordinada del Sr. Almeida) y que él va a esperar la sentencia, pero que ve muy difícil el ingreso de los trabajadores “porque al haber salido en los medios le han hecho mucho daño a la empresa” y que “la reincorporación traerá conflicto con los demás trabajadores que están trabajando en la empresa”. Los trabajadores reclaman el reconocimiento de sus derechos por parte de la empresa y la finalización de situaciones que produzcan discriminación, no solamente porque son derechos constitucionales que están obligados a cumplir, sino que por ser trabajadores que fueron afectados gravemente por la quiebra de Venepal y a quienes todavía se les deben las prestaciones sociales de dicha empresa, hay una obligación moral que impone la justicia y la revolución bolivariana liderada por el presidente Chávez, quien estamos seguros absolutamente no estará de acuerdo de ninguna manera con el grave daño que se le está causando a este grupo de trabajadores y a sus familias.

12. Mientras tanto, la situación laboral de los compañeros que se encuentran trabajando en la planta de cuadernos de Maracay sigue siendo precaria con predominio del ambiente discriminatorio y las constantes amenazas en contra de su estabilidad laboral. Hay cosas que se pueden constatar físicamente, pero ha habido negligencia por parte de las instituciones. Una de ellas, la cual lamentamos profundamente, fue advertida por nosotros a través de los medios en el sentido de que se ponía en riesgo la integridad física de los trabajadores a quienes se les estaba colocando en los puestos de trabajo vacantes por haber despedido a su ocupante calificado con muchos años de experiencia. Se han producido accidentes laborales lamentables, por lo menos uno con amputación de cuatro dedos de la mano, por falta de pericia del trabajador.

Concientes de que los problemas que afronta la empresa, consecuencia de los errores cometidos por la anterior directiva, hacemos un llamado al diálogo para encontrar soluciones que hagan justicia y que no se afinquen sobre la parte más débil que son los trabajadores contratados. Proponemos la planificación de un proceso de integración de manera que en un plazo prudencial queden incorporados todos los trabajadores a la cooperativa, sin subcontratación de otras cooperativas para los procesos productivos. Que se eliminen los cargos burocráticos y se otorgue a los trabajadores la facultad de tomar decisiones ya sea a través de instancias de la cooperativa o por la Asamblea General. La figura de gerentes debería eliminarse, pero sobre todo los antiguos ejecutivos de Venepal quienes no comparten la idea del proyecto y durante años al servicio de dicha compañía han desarrollado un profundo menosprecio por los obreros. De hecho, nosotros creemos que la idea del despido masivo provino de allí. Finalmente, la Asamblea Nacional debería iniciar cuanto antes un proceso participativo para dotar a las empresas en cogestión de un marco legal adecuado.

Ramón Prada, Cel. 0416-4326720 Luisana Ramírez, Cel. 0412-8931121

e-mail: trabajadoresinvepalm@hotmail.com