Honduras tiene colindancia con Guatemala, El Salvador y Nicaragua, esta situación favorece la unidad de los hondureños con el resto de América Central pero también ha sido aprovechada por EEUU para establecer consorcios y bases paramilitares que ases República bananera

Honduras tiene colindancia con Guatemala, El Salvador y Nicaragua, esta situación favorece la unidad de los hondureños con el resto de América Central pero también ha sido aprovechada por EEUU para establecer consorcios y bases paramilitares que asesinan y explotan a su población. El imperialismo aprovecha pleitos territoriales y guerras entre gobiernos centroamericanos que han enfrentado a Guatemala y Honduras contra Nicaragua y El Salvador a raíz de un laudo español que definía la frontera entre Honduras y Nicaragua. En los años 20 un conflicto de 2 mil millas cuadradas enfrentó a Guatemala con Honduras.

El arquetipo de “Republica Bananera” (Banana\\"s Republic) se debe a la proliferación del banano en su privilegiada tierra y la concentración de cultivos en empresas norteamericanas oportunistas. La United Fruit Company (UFCO) surgió en 1889; cuando llegó a Honduras ya tenía acaparados los mercados fruteros e ingenios azucareros de Cuba, Santo Domingo, Jamaica, Costa Rica, Panamá y Colombia. En Honduras la UFCO compitió al principio con la Cuyamel Fruit Company. La confrontación de las dos empresas finalizó con la desaparición de Cuyamel y con el surgimiento de un proletariado agrícola en la Costa Norte conformado por migrantes del resto del país así como salvadoreños, nicaragüenses, guatemaltecos y caribeños.

La agricultura sigue representando una fuente de capital valiosísimo para el imperialismo pero también una inagotable concentración de masas oprimidas por la injusticia que no tarda en estallar, no sólo en Honduras –el más golpeado por el consorcio UFCO- sino en toda Centroamérica.

Estrategias del capitalismo

El monocultivo ha incrementado la dependencia centroamericana respecto de EEUU, sus empresas han conseguido, a través de políticas concesionarias adueñarse de territorio, comunicaciones y fuerza de trabajo especializado. Una muestra del creciente poder proletario fue la huelga de trabajadores fruteros en contra de la UFCO en 1954. El movimiento logró el establecimiento de leyes laborales y la creación de sindicatos y organizaciones campesinas que han orillado a los gobiernos a otorgar algunas concesiones a los trabajadores.

EEUU aprovechó la huelga del 1954 para que el gobierno de Honduras culpara a Jacobo Arbenz (entonces presidente de Guatemala) de influenciar a los obreros como parte de un sabotaje a la UFCO. Las reformas agrarias que Arbenz llevaba a cabo en su país tenían desquiciados a los burgueses y utilizaron este movimiento para dar a su gobierno un golpe de estado desde Honduras con apoyo del sanguinario Somoza en Nicaragua.

El resultado de dicho golpe fue un retroceso en la vida de los centroamericanos victimados por el imperialismo pero también fue un avance en la conciencia del pueblo y en el sentimiento solidario de los explotados. Los hondureños trabajadores y estudiantes en contra del ataque a Guatemala fueron tiroteados mientras se reclutaban públicamente hombres en las calles para matar guatemaltecos a favor de las reformas progresistas de Arbenz.

Es importante notar que geográficamente Honduras ofrece una inmejorable trinchera y punto de ataque para EEUU hacia el resto de Centroamérica, pero también lo es Centroamérica en su conjunto y muchos países de Sudamérica entre sí y el imperialismo lo sigue aprovechando.

Maquiladoras y el CAFTA

La burguesía hondureña considera que las condiciones de las empresas maquiladoras deberían colocar al país en el cuarto lugar de exportación a EEUU, sin embargo, en los últimos años se enfrenta a la dura competencia de Vietnam e Indonesia los cuales llegan a pagar hasta 20 centavos de dólar por hora de trabajo, y eso les permite ganar mercado gringo. Las empresas Hondureñas no pueden pagar menos (aunque quisieran) pues sus trabajadores irían a otros países centroamericanos a emplearse, pero sí pretenden competir con “calidad”. El precio de la calidad es incremento de trabajo para los obreros que en un 90% son mujeres, maltratadas, acosadas sexualmente, discriminadas y desgastadas con las enfermedades propias de trabajos rutinarios y con sobrecarga.

Muchas empresas de maquila son coreanas y habrá más a raíz del CAFTA, un tratado de libre comercio que, como hemos comentado, legaliza concesiones a EEUU, de cuyos beneficios ya goza desde hace tiempo pero ahora más que nunca lo desligan de cualquier riesgo económico.

Actualidad

Actualmente en Honduras gobierna Ricardo Maduro Joest (2002-2006) del Partido Nacionalista de Honduras (PNH). Maduro ganó la simpatía de los votantes a raíz del secuestro y asesinato de su hijo de veinticinco años a finales de los noventa. Honduras no está exenta de la inseguridad, sin embargo es necesario puntualizar que Maduro es dueño de un emporio familiar y el sufrimiento por la muerte de su hijo no es más que el chantaje de un empresario que no conoce de enfrentamientos callejeros entre pandillas y mucho menos del hambre a la que está sometida la mayor parte de la población.

Maduro estudió Economía en la Universidad de Stanford California, fue director del Banco Nacional, gerente general de Xerox-Honduras y promotor de empresas como Fuji y de los lujosos hoteles Camino Real a través de “Inversiones La Paz”, recibió el premio al empresario del año 1983 y el Boris Goldstein otorgado por gerentes y empresas asociadas en Honduras. Tales insignias son para quien está del lado contrario a los intereses del proletariado: quien explota y reprime más se lleva los galardones.

El Partido Innovación y Unidad Socialdemócrata (PINU-SD) se conformó en los 70\\"s con una actitud contraria a los tradicionales partidos Liberal y Nacionalista, aunque sin declararse de izquierda. El voto hondureño dirigido a este partido puede representar por el momento una alternativa contra el gobierno. Es urgente por eso una alternativa de izquierda que aglutine a los trabajadores y campesinos pobres para luchar por el socialismo.

El imperialismo ahora emplea a presidentes-empresarios como Maduro en Honduras, Berger en Guatemala y el mismo Fox. Una verdadera opción de izquierda ofrecería empleo, vida y unidad entre los pueblos. Los trabajadores agrícolas (una tercera parte en Honduras) están indefensos ante una economía pensada para aniquilarlos, millones de trabajadores están sufriendo por unos cuantos parásitos burgueses. La lucha de clases en Latinoamérica está latente y los países centroamericanos jugarán un papel decisivo en el triunfo de la clase trabajadora.

¡Por la lucha del proletariado en Honduras!
¡Por una Federación Socialista para América Latina!