“Si yo muero no llores por mí, haz lo que yo hacía y seguiré viviendo en ti” [1].

No es posible describir con palabras el dolor de perder a un ser amado. Es una vivencia única, la persona viva es el único instrumento capaz de registrarla, y cada quien manifiesta el sufrimiento por su pérdida en distintas formas. Algunos lloran y se conmueven, otros la asumen y se fortalecen en la adversidad. En la sabia frase citada al inicio de este escrito, creo se recoge el espíritu que debe reinar en este momento cuando conmemoramos el primer año de la partida física de nuestro Comandante Hugo Chávez Frías.

Sin embargo, en este día, al menos por este único día, es humanamente imposible, al menos para mí, no romper en llanto y dejarme llevar por la tristeza. Y esto último no es una frase hecha. No conozco palabras que puedan expresar la profundidad de este dolor. La herida en el alma es extensa y profunda, quizás citando las palabras de espíritus más sensibles y virtuosos se haría manifiesta la melancolía que nos invade hoy, a muchos. Así entonces, como diría el poeta Miguel Hernández: “No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento más tu muerte que mi vida” [2].

Es imposible no lamentar cada día de lo mucho o poco, que me quede de vida, la ausencia física de un hombre “Inmenso”, “Gigante”, “Extraordinario”, un ser humano tan noble, que se entregó en cuerpo y alma a sus ideales y a sus principios, y a su Pueblo. Tan humano que se encontraba más allá de lo humano, aunque parezca un sin sentido. Pero tiene sentido, pues en un mundo donde se ha impuesto mayoritariamente, al menos hasta ahora, el modelo capitalista global basado en la acumulación de la riqueza en forma voraz. Donde las leyes inherentes a la producción capitalista, exigen el crecimiento continuo de la producción y, por ello, imponen un consumo creciente. Originando así la devastación irreversible del planeta y generando además hambre, desempleo masivo, pobreza crítica, guerras para apropiarse de los recursos naturales de ciertas naciones, etc. Sistema capitalista que además se ha encargado de fomentar los valores morales propios de la clase dominante que justifiquen y legitimen su orden social, esto es, el egoísmo, la avaricia, la corrupción, la impunidad, el odio, el racismo, la segregación de clases, el hedonismo radical, etc. Es increíble que pudiera surgir dentro de este imaginario social donde nuestros pensamientos, sentimientos y gustos eran manipulados por el gobierno puntofijista, la burguesía y los medios de comunicación para las masas que ellos controlaban, una voz disonante, un pensamiento alternativo.

Es asombroso que surgiera de entre las clases marginadas, de entre el pueblo excluido, desde el sector más vulnerable al control ideológico y a la manipulación (principalmente por la falta de acceso a la educación y el bombardeo ideológico mediático), un hombre capaz de comprender la necesidad de un cambio, la necesidad de construir una nueva ética social y una nueva actitud hacia la naturaleza; de advertir la necesidad de transformación del individuo en un hombre nuevo, con cualidades como respeto por la vida, la solidaridad, la honradez, el patriotismo, orientación a “ser” y renuncia al “tener”; no vivir para explotar, ni acumular, sino en armonía con la naturaleza; conocerse a sí mismo y no estar atado a ambiciones, para poder desarrollar libremente todas las facultades y la capacidad de dar y de amar. Un hombre capaz de entender además, la gran necesidad de un cambio sistémico radical alternativo al sistema capitalista.

Es literalmente sobrehumano que en medio de la crisis moral de una sociedad marcada por los hechos de corrupción y la impunidad, por la inmoralidad de sus dirigentes, como lo era en la cuarta república, emergiera un líder cuyo discurso en favor de una nueva ética estuviera en total correspondencia con su conducta práctica en el acontecer cotidiano, y no constituyera simple demagogia. Esto es, que existiera coherencia entre sus palabras y las acciones realizadas. Un líder que cumpliera las promesas asumidas para con su pueblo y viviera según un código moral y una ética, la ética Socialista Bolivariana. Todo ello en función de superar las nefastas prácticas del viejo sistema capitalista y lograr así asegurar la “mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad” para el pueblo Venezolano.

De nuevo estas palabras jamás serán lo suficientemente elocuentes para expresar la grandeza y la integridad de nuestro Comandante, de nuestro Presidente invicto. Y por lo mismo es imposible describir y medir la dimensión de la pérdida que sufrimos con su partida física. No sólo por ser un hombre imprescindible para el proceso revolucionario, sino porque para muchos de nosotros fue padre, amigo, guía espiritual, amor platónico, hermano, esperanza de un mundo nuevo más justo y equilibrado. Era nuestro redentor, como dijo Evo: “el redentor de los pobres”. El mundo se dividió en un antes y un después de su partida. La pérdida es irreparable, es una herida que no cierra, que no cicatriza y duele tanto ahora como hace un año. Y no creo sane en el futuro, al menos nunca por completo.

Pero eso sí, que nadie confunda esta inmensa nostalgia con debilidad. Los sectores opositores dentro y fuera de Venezuela han subestimado la fuerza del vínculo eterno e irrompible entre el Comandante Chávez y su pueblo, que ha sido más que nada una unión de amor. Pero que además ha despertado en las conciencias la capacidad para reconocer la manipulación y la mentira de quienes desean acabar con el proyecto de sociedad, el modelo socialista nuestro, por el cual nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez, entregó su vida.

El Socialismo Bolivariano continúa siendo el modelo de sociedad que desea desarrollar y consolidar la gran mayoría de los venezolanos [3]. A despecho de aquellos que pensaban que al desparecer físicamente el Presidente Chávez, desaparecerían con él sus ideas revolucionarias y su legado, dicho en otros términos, que con él, desaparecería el Chavismo.

Estos sectores opositores no comprenden la magnitud de esa fuerza arrolladora del pueblo Chavista, que atrae y agrupa movimientos, ideas y sentimientos de diverso signo. Juegan a desestabilizar política, económica y socialmente a la nación, como un alquimista que manipula elementos desconocidos, sin tener una verdadera idea de las consecuencias que puede tener desatar el coraje de este pueblo bravío. Olvidan que todos juntos somos Chávez, que Chávez ha vuelto en millones.

Ahora es bien sabido y es por supuesto muy preocupante, que los factores opositores cuentan, y han contado siempre, con el apoyo internacional de bloque imperial del norte, tanto en el financiamiento de sus actividades como en la cobertura mediática completamente sesgada a su favor. Pero las condiciones actuales y relaciones de poder dentro de América Latina y del mundo dificultan el triunfo de las aventuras golpistas y generan cierto contrapeso a este bloque de poder, pues el Gobierno Bolivariano posee aliados importantes en el panorama mundial. Y esto se debe a la importante labor que el Presidente Chávez realizó en función de lograr la unión de la región de América Latina y del Caribe, y a que trabajó fuertemente por la creación de organismos como el Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-ALBA (2004), Petrocaribe (2005), La Unión de Naciones Suramericanas-UNASUR (2008), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños-CELAC (2010), entre otros. Estas organizaciones han venido ganando fuerzas y empiezan a representar un bloque de poder a nivel mundial, pues se crea un marco para generar acuerdos y negociaciones que contribuyen a la estabilidad política y económica de toda la región. Además el Comandante Chávez fue visionario al crear nexos importantes con países como Rusia y China, en el cuadro de la crisis estructural que atraviesa el sistema-mundo capitalista, que podría llegar a ser terminal. Lo cual sentaría las bases de un sistema internacional multipolar [4].

Por todo este panorama, en este día y en esta coyuntura, es imperante recordar, toda la trayectoria de lucha que nos trajo hasta el momento presente. Recordar que hubo un hombre lo suficientemente valiente para alzar su voz y utilizar su fuerza, su inteligencia, su carisma, su amor por la Patria y por sus compatriotas, su amor por los pueblos de América, en suma su amor por la humanidad, en función de organizar a las masas y aprovechar el apoyo de diversos sectores. Grupos a veces muy disímiles, con profundas contradicciones espirituales, ideológicas y de todo tipo. Y logró canalizar la rabia, la angustia, el dolor, la indignación y la inconformidad de una sociedad golpeada y azotada por un capitalismo brutal e inhumano [5].

Debemos aferrarnos a nuestra esperanza, a nuestra fe, de que el camino a una sociedad más justa es el Socialismo Bolivariano. Pero hay que aferrarse a una fe racional, en la humanidad, en nuestra capacidad de llegar a ser plenamente humanos. Una fe basada en la experiencia, y no en la sumisión a una autoridad que impone una creencia dada. Es la certidumbre de una verdad que no puede demostrarse con una evidencia racionalmente concluyente; sin embargo es una verdad de la que se está seguro [6].

Hay que recordar en todo momento quién nos enseñó a creer en el proyecto de Socialismo del siglo XXI, quién nos demostró que era posible superar las adversidades y atreverse a luchar por una sociedad mejor y por un mundo mejor, hay que recordar a Hugo Chávez Frías. No hay que dejar que su fuego sagrado se apague. No dejemos que nuestro pueblo se duerma. No podemos esperar otros 100 años para que despierte el pueblo [7].

El Presidente Chávez expresaba lo siguiente a este respecto: “Nos toca realizar plenamente el sueño libertario que nunca ha dejado de palpitar en la Patria y que hoy está latiendo de manera incesante. Así lo creo desde la fe combativa y la razón amorosa que me alienta: la herencia heroica nos obliga y tal exigencia es bandera y compromiso para nosotros y nosotras. Desde el tiempo que nos ha tocado vivir es preciso honrar los retos; tantos sacrificios no pueden ser en vano, hacerlos carne y sangre de la vida nueva tiene que seguir siendo el horizonte que nos llama y desafía ” [8].

No nos queda otro camino que seguir intentando contribuir de alguna manera a que logremos superar las grandes contradicciones de nuestra unidad y los vicios que heredamos de la cuarta república, para poder en algún momento, ojalá no muy lejano, consolidar este proyecto libertario, humanista, incluyente y justo que soñó ese gran hombre llamado Hugo Rafael Chávez Frías.

Debemos empeñarnos en la firme idea de no permitir que se pierda su legado, con la promesa de no volver a dormirnos y de luchar porque con su desaparición física no desaparezca además su sueño independentista. No debemos permitir que todo este proceso tan preciado y necesario para el desarrollo nuestro país y para la salvación de la especie humana se desvanezca y el Comandante Invicto Hugo Chávez se quede sólo en los libros de historia y sea la referencia de lo que algún día fue un hermoso proceso Revolucionario, que cesó poco después de su desaparición física.

Debemos seguir apegados al plan original, al “Plan de la Patria”, sin perder de vista nunca el objetivo esencial formar una Patria Independiente y Socialista, inspirados en los valores humanistas del Bolivarianismo y otras vertientes. Es responsabilidad de la dirigencia Revolucionaria lograr a través de este programa, de una vez por todas, cambiar las relaciones de producción existentes, y acabar de raíz con el modo de producción capitalista rentista, y sustituirlo por un sistema Socialista Bolivariano, que generaría un ordenamiento social diferente, una nueva superestructura, una nueva sociedad más justa y equitativa, orientada a “ser” y no a “tener”. Pero además cada revolucionario tiene la responsabilidad de no olvidar jamás el ejemplo de conducta, de valores y principios, de ética y de moral, modelo a seguir por todos los venezolanos, dado en vida por el Comandante Hugo Chávez Frías [9].

En sus propias palabras el Presidente Chávez señala la senda que debemos seguir: “Construir esta Patria para que tú, compatriota, hombre, mujer, madre, padre, joven, niña, niño venezolano y venezolana puedas vivir bien, con justicia y dignidad es lo que anima mi lucha y es una de las principales razones que tengo para vivir, junto a mis seres más queridos, mi hijo, mis hijas, mis padres.

Les propongo que sigamos luchando, como decía nuestro cantor Alí Primera, “por la alborada de un mundo nuevo”, de una Patria Independiente y Socialista donde podamos vivir viviendo, inspirados en los más altos valores del humanismo. En ello, yo, soldado tuyo, pueblo mío y amado, pongo todo mi corazón venezolano” [10].

No permitiremos que borren el nombre “Hugo Rafael Chávez Frías” de nuestros labios, de nuestras conciencias y de nuestros corazones. Pues dejar que su nombre y su obra se olviden es el triunfo de lo más infame, de lo más oscuro. Es el triunfo del egoísmo, de la mentira, de la falsedad, del odio, de la guerra y de la muerte. Sería terminar de condenar a nuestra especie y nuestro planeta a su extinción.

Hugo Chávez Frías fue una voz disonante en un coro de conformistas e indiferentes. Y aunque no fue y no ha sido la única voz, la suya fue lo suficientemente fuerte para hacerse oír por todo el país y también en otras latitudes. Es el grito del Bravo Pueblo, que todavía no ha cesado. Que debe persistir hasta que se logre el equilibrio social en nuestro país y el equilibrio de las fuerzas en el orden global. No nos rendiremos mientras tengamos vida, hasta alcanzar nuestro sueño por un Mundo más justo y equilibrado.

“¡Querido!, ¿qué sería la vida sin esperanza? Una chispa que salta del carbón y se extingue,… ¿eso seriamos nosotros?…Nada viviría si no tuviera esperanzas”[11].

¡Hasta la Victoria Siempre!

¡Honor y Gloria por su Valentía al Comandante Hugo Chávez Frías!

 

Referencias.

[1] Versos de una Milonga Argentina.

[2] Hernández, Miguel. “Elegia”(Poema). 4 de marzo de 2014. http://www2.uah.es/fsegundo/Otros/elegia.htm

[3] Britto García, Luis. “CUANDO LOS RICOS PROTESTAN”. 1 de marzo de 2014. (Véase punto 2) http://luisbrittogarcia.blogspot.com/2014/03/cuando-los-ricos-protestan.html

[4] Vega, Susana. “¿Crisis Del Socialismo Bolivariano Del Siglo XXI O Crisis Estructural Del Capital? Análisis sobre el proceso actual de transformación hacía el Socialismo Bolivariano del Siglo XXI”, Dictus Publishing. Saarbrücken. Alemania. 2014. Págs. 45-46.

[5] Vega, Susana. “¿Crisis Del Socialismo Bolivariano Del Siglo XXI O Crisis Estructural Del Capital? Análisis sobre el proceso actual de transformación hacía el Socialismo Bolivariano del Siglo XXI”, Dictus Publishing. Saarbrücken. Alemania. 2014. Pág. 9.

[6] Vega, Susana. “¿Crisis Del Socialismo Bolivariano Del Siglo XXI O Crisis Estructural Del Capital? Análisis sobre el proceso actual de transformación hacía el Socialismo Bolivariano del Siglo XXI”, Dictus Publishing. Saarbrücken. Alemania. 2014. Págs. 9-10.

[7] Vega, Susana. “¿Crisis Del Socialismo Bolivariano Del Siglo XXI O Crisis Estructural Del Capital? Análisis sobre el proceso actual de transformación hacía el Socialismo Bolivariano del Siglo XXI”, Dictus Publishing. Saarbrücken. Alemania. 2014. Pág. 10.

[8] Chávez Frías, Hugo. “Plan de La Patria. Programa del Gobierno Bolivariano 2013-2019”. Comando Campaña Carabobo.2012, pág. 5.

[9] Vega, Susana. “¿Crisis Del Socialismo Bolivariano Del Siglo XXI O Crisis Estructural Del Capital? Análisis sobre el proceso actual de transformación hacía el Socialismo Bolivariano del Siglo XXI”, Dictus Publishing. Saarbrücken. Alemania. 2014. Pág. 69.

[10] Chávez Frías, Hugo. “Plan de La Patria. Programa del Gobierno Bolivariano 2013-2019”. Comando Campaña Carabobo.2012, pág. 5.

[11] Hölderlin, Johann Christian. “Hiperión”. 4 de marzo de 2014. http://cultura.travelarte.com/libros/2910-ensayos-holderlin