Por iniciativa del Partido Comunista de Venezuela (PCV), recientemente se conformó y lanzó a la luz pública la Plataforma Unitaria en Defensa de los Derechos del Pueblo Trabajador, que reune a sindicatos clasistas, organizaciones campesinas, agrupaciones comunitarias, mujeres, personas con discapacidad, adultos mayores, entre otras. Desde Lucha de Clases saludamos la conformación de esta nueva instancia de articulación de luchas amplias y nos sumarnos a la misma para aportar con nuestras ideas, métodos, programa y propuestas.

Dicha plataforma se concentró el día jueves 31 de octubre, a partir de las 9:00 AM, en la sede de la Fiscalía General de la República para exigir el cese de la impunidad ante los desalojos, persecuciones y el sicariato contra el movimiento campesino (que suma más de 300 bajas); el cumplimiento del debido proceso de los nueve comuneros del Eje Socialista de Barinas, apresados injustamente y que cuentan con 14 audiencias diferidas; y denunciar la obcena criminalización de las luchas obreras y populares de diversa índole. En la actividad hicieron presencia sindicatos que se agrupan en el Frente Nacional de Lucha de la Clase Trabajadora (FNLCT), trabajadores de la Misión Barrio Adentro, miembros de la Corriente Clasista Campesina Nicomedes Abreu (CCCNA), militantes del PCV y de la Juventud Comunista (JCV), el partido Patria Para Todos (PPT), el movimiento Jóvenes Por la Patria (JPP), entre otros factores de los cuales Lucha de Clases/CMI hizo parte.

En la concentración las organizaciones presentes también agitaron en torno a la necesidad de que el salario se fije en torno al valor de la canasta básica, tal y como lo consagra el artículo 91 de la Constitución, y también la derogatoria del nefasto memorando 2792, con el cual el gobierno emprende una política antiobrera donde se desconocen las convenciones colectivas y se ordena su revisión y degradación sistemática, se suprimen bonos y prestaciones, y se igualan los salarios a la baja al nivel del mínimo, entre otras.

Desde antes que comenzara la concentración, se hallaba en el lugar un gran contingente de la Policía Nacional Bolivariana con equipos antimotines. Inicialmente la actividad tenía como propósito consignar un documento de denuncia en la sede de la Fiscalía General, para luego marchar hasta la sede de la Vicepresidencia de la República. Claramente, la presencia policial estaba allí para impedir que la concentración se transformara en marcha, con posibilidad de que los manifestantes trancaran la Avenida Universidad como toda acción de protesta contundente a los fines de hacer escuchar legítimas demandas. Asimismo, funcionarios de vicepresidencia se trasladaron hasta la Fiscalía General para parar la iniciativa marchista. En lugar de llamar a intentar efectuar la marcha, la dirección reconocida de la plataforma, fundamentalmente del PCV, optó por limitar la actividad a una simple concentración en el lugar inicial, conformación de una comisión para entrar a la institución judicial, entrega del documento de denuncia, espera de la salida de la comisión designada, agitación y cierre. A nuestro juicio, se debió por lo menos intentar cumplir con el objetivo de la convocatoria, que trascendía el simple hecho de consignar un papel y se planteaba el dar a conocer la plataforma unitaria recién creada en una movilización por el centro de Caracas.

Desde Lucha de Clases consideramos que el intento de erigir una nueva referencia orgánica que se plantee aglutinar las diversas luchas obreras y populares, debe mostrarse dispuesta a posicionar las legítimas e impostergables demandas de la clase obrera y el pueblo con suma combatividad. La envergadura de la crisis estructural del capitalismo venezolano, la arremetida imperialista, la podredumbre del Estado burgués y el carácter antipopular y antiobrero que claramente evidencia el gobierno con su política de ajuste burgués y de conciliación de clases, amerita la adopción de métodos y formas de lucha más audaces (lo que no quiere decir aventureros e irresponsables) lo suficientemente capaces de llamar a todos los sectores que esperan emerja la organización revolucionaria que los represente y pueda llevar sus luchas hasta el final. Aunque en este caso hablamos de una simple protesta pacífica que derivaría en marcha (igualmente pacífica), el solo hecho de tratar de materializarla hubiese dado un mensaje contundente de que la Plataforma en Defensa de los Derechos del Pueblo está dispuesta luchar de manera consecuente y decidida. El respeto, en ocasiones excesivo, del civismo burgués y los restringidos marcos oficiales en nuestras acciones no generarán el efecto que la nueva agrupación quiere producir en el actual contexto social nacional, para abrir la perspectiva futura de una salida revolucionaria a la crisis.

Pedro Eusse, secretario del FNLCT y miembro del buró político del PCV, señaló en la agitación de cierre de la actividad que con esta acción ya suman cuatro los documentos consignados en la Fiscalía General de la República para exigir el cese a la impunidad en múltiples luchas y el cercenamiento del derecho a la protesta. Esta declaración, ante la clara omisión y nula aplicación de correctivos oficiales, evidencia la ineficacia de constreñir las iniciativas de calle a la sola entrega de documentos. Es necesario dar un salto hacia adelante en la intención de mostrar una mayor disposición de luchar en las calles, fábricas y comunidades urbanas y rurales por la defensa de los intereses del pueblo trabajador y oprimido.

La actividad concluyó a las 2:00 PM con la certeza de que vendrán más iniciativas de este tipo en el futuro próximo. La clase obrera, a la cabeza de los sectores populares y oprimidos, debe seguir escalando en sus niveles de organización y articulación para proporcionar una necesaria alternativa revolucionaria capaz de disputar el poder y llevar a cabo una revolución completa. Esta nueva referencia orgánica obrera y popular, partiendo de las luchas inmediatas de los sectores oprimidos (salarios,  servicios públicos, justicia y respeto a los derechos civiles), debe asumir que la superación de todas las lacras legadas por el capitalismo en decadencia pasa por la toma de las palancas fundamentales de la economía (industria, banca, latifundios y comercio exterior) bajo control obrero y a los fines de planificar racionalmente la producción y los recursos en beneficio de las grandes mayorías.