La revolución venezolana se encuentra en un momento decisivo. Tras los reparos, en los que la oposición contrarrevolucionaria ha recurrido de forma evidente al fraude, varios dirigentes opositores han amenazado con que si no se les reconocen las fir La revolución venezolana se encuentra en un momento decisivo. Tras los reparos, en los que la oposición contrarrevolucionaria ha recurrido de forma evidente al fraude, varios dirigentes opositores han amenazado con que si no se les reconocen las firmas habrá violencia. El Centro Carter y la OEA muestran cada vez más claramente su papel de “caballo de Troya” del imperialismo y buscan que se convoque el RR.

Un sector de los dirigentes y asesores más a la derecha que rodean al Presidente está presionando para que este acepte el RR con el argumento de que lo contrario provocaría una intervención del imperialismo. Pero aceptar el referendum sería un grave error. El imperialismo y la burguesía intensificarían su campaña nacional e internacional contra la revolución e irían a ese referendo con todos los hierros. Utilizarán los medios más viles: el chantaje económico y político, el fraude, la coacción, la compra de votos, etc para intentar ganarlo. Así lo hicieron en Nicaragua para derrotar a los sandinistas o recientemente cuando “ganaron” las elecciones salvadoreñas.

No es cierto que convocando el RR quitemos argumentos al imperialismo y evitemos su intervención. Aunque ganásemos el referendo nunca aceptarán el resultado. Lanzarían la misma campaña de desestabilización y acoso internacional con que amenazan hoy si no se convoca pero con la diferencia de que convocar el RR les permite ganar tiempo, animar a una parte de su desmoralizada base social y darle más fuerza a su campaña internacional.

Tampoco es cierto que no aceptar el RR les dé una excusa para intervenir. El imperialismo no necesita excusas ni provocaciones. En Irak y Haití no las tenían e igualito intervinieron. De hecho ya están interviniendo, están claros que no pueden tolerar este proceso, ni al Presidente Chávez ni a las masas que le siguen, y van a intentar aplastarlo. La única forma de impedir y derrotar esta intervención es transmitiendo confianza a las masas y basándose en la organización y movilización de estas, manteniéndonos firmes y no haciendo ninguna concesión a los golpistas.

Aceptar el RR convertiría una victoria que el pueblo ya ha celebrado en una victoria de la reacción permitiendo a esta reanimar a una parte de su desmoralizada base social. Lo que hay es que aprovechar que las masas estamos resteadas con el proceso y convencidas de enfrentar el fraude golpista para pasar a la ofensiva y profundizar la revolución. Hay que romper con el capitalismo y tomar medidas que resuelvan los problemas más acuciantes del pueblo (desempleo, pobreza, falta de vivienda, educación y salud,etc). Si el Presidente diese este paso adelante contaría con el apoyo masivo de la población

En Plaza Caracas, luchadores populares de 14 parroquias caraqueñas han constituido una Asamblea Popular contra el fraude. Es un gran paso que debemos trasladar a cada barrio, fábrica, centro de estudios,…impulsando Comités contra el fraude y organizando asambleas en cada centro de trabajo o de estudios, barrio, parroquia, etc , para exigir al CNE que no avale el fraude. Y si el CNE se voltea, para pedir al presidente que no reconozca esa decisión.

Una lección histórica es que aquellas revoluciones que han avanzado sin ceder al chantaje contrarrevolucionario se han mantenido mientras que cuando se ha dejado la revolución a medias para no provocar, etc. los trabajadores y el pueblo hemos sido derrotados. En Cuba el imperialismo yanqui intervino, respondieron organizando milicias populares y les derrotaron en Bahìa Cochinos, nacionalizaron los sectores decisivos de la economía y eso les permitió resistir hasta hoy. En cambio en Chile o Nicaragua se dejó el poder económico en manos de los capitalistas y buena parte del aparato estatal burgués intacto y fuimos derrotados.

Con la movilización y organización popular, fortaleciendo la confianza de las masas en sus propias fuerzas al tiempo que hacemos un llamamiento a los trabajadores del resto del mundo a apoyarnos podemos ganar. La CMR propone el siguiente plan de lucha antiimperialista

‘No al fraude. Ninguna concesión a los golpistas. Con firmas de muertos, cédulas clonadas, etc, no puede haber referendum

‘Organizar asambleas contra el fraude y por la profundización de la revolución en cada barrio, fábrica, etc

‘Movilización permanente del pueblo. Mantenernos vigilantes contra el riesgo de fraude así como contra cualquier acción desestabilizadora de la oposición

‘Profundizar la revolución hacia el socialismo mediante las siguientes medidas

-Nacionalización de la banca bajo control obrero y social que permita poner los recursos nacionales al servicio de toda la sociedad y planificarlos democráticamente otorgando créditos baratos a los pequeños productores y empresarios, cooperativas, etc Esto aumentarìa los ingresos del estado permitiendo implementar un plan de empleo y obras públicas masivo que resuelva las carencias de vivienda, infraestructuras, etc o incrementar los presupuestos para educación, salud, etc

-No pago de la deuda externa dedicando este dinero tambièn a gastos sociales

-Nacionalización de los grandes monopolios (transportes, comunicaciones, grupos de alimentación –Polar, etc- bajo control obrero y popular, asi como de las empresas tomadas por los trabajadores y en crisis

-Expropiación de las medios de comunicación golpistas

-Control obrero y popular de PDVSA

-Crear milicias y brigadas de defensa de la revolución en cada fábrica, centro de estudios, barrios, etc. tal y como ha planteado en distintas ocasiones el Presidente Chávez.

– Exigir el adiestramiento militar de estas brigadas y si las estructuras del estado no nos paran o incluso sabotean este adiestramiento debemos organizarnos en brigadas de autodefensa en nuestros barrios y comunidades para accionar contra cualquier tentativa contrarrevolucionaria de las bandas fascistas y las policías golpistas.

– Es necesario organizar también asambleas de soldados y oficiales dentro del ejército y formar comités de soldados y oficiales en defensa de la revolución que vigilen cualquier posible tentativa golpista

– En cada asamblea hay que elegir Comités en Defensa de la Revolución formado por representantes elegibles y revocables en todo momento que se coordinen a nivel local, estadal y nacional para velar por que las medidas aprobadas en las asambleas se apliquen.

Debemos construir una estructura nacional que coordine y centralice las iniciativas y el empuje de decenas de miles de activistas y colectivos (asambleas, círculos bolivarianos, sindicatos clasistas, CTUs,etc). Esto es posible con la convocatoria de una Asamblea nacional Revolucionaria de Delegados elegidos y revocables en todo momento que representaran a las asambleas revolucionarias de cada sector, barrio, fábrica, parroquia, …Una asamblea nacional de este tipo sentaría las bases para una nueva democracia de los trabajadores y del pueblo que sustituya a las estructuras estatales burguesas heredadas de la IV República que perviven y permita que el proceso revolucionario se complete hacia el socialismo