Docenas de personas han quedado carbonizadas, mujeres y niños huyen a las iglesias a fin de salvarse y rezarle a Dios que el fuego no les alcance, los sacerdotes intentan espantar las llamas con crucifijos, madres desesperadas con sus hijos en brazos corren calle abajo completamente desasistidas, los hombres luchan contra las enormes llamas con ramas y tobos, las llamas circundas monumentos milenarios. Esto es Grecia en 2007. 

 

La última vez que tanta gente murió debido a un incendio en Grecia fue en Agosto de 1916. Sin embargo, el saldo de muertos aquella vez fue de 20 personas. Hoy, 91 años después, en esta era de alta tecnología, en la época de una Grecia “fuerte” cuya economía crece a una taza de 4,6% anual cada año, en la era de avanzadas técnicas para combatir incendios, la era de los aviones banqueros “Kanader” y de los helicópteros “Leopardo” y “Súper Puma”, en la época de las más modernas especificaciones contra incendios y de protección de bosques, la taza de muertos ha alcanzado al momento de escribir estas líneas a 63, y los damnificados suman ya miles. En otras palabras, la extención de la destrucción debida a los incendios en 2007 en Grecia muestra un regreso a la Edad Media…

“Si tuviéramos bomberos, equipos anti-incendios y aviones al momento ñeque empezaron los incendios y si hubiese habido algo de prevención, esta catástrofe nunca hubiese ocurrido”. Esta era la queja permanente de la gente de Ilia, Arcadia, Messina, Evia. Sin embargo, cómo podía existir una política de prevención y bomberos y equipos anti-incendios lo suficientemente temprano y en el número necesario, cuando el Gobierno, en nombre de un “Estado pequeño” y de los recortes en el gasto público, se niega a emplear a los 4.000 bomberos que se requieren para cubrir las necesidades básicas para la protección de bosques. En cambio, emplean a un reducido número de heroicos bomberos, con un salario de 700 euros (casi el salario mínimo Grecia, NdT), y en vez de comprar “Kanaders” y otros aviones contra-incendios, ponen su mayor prioridad en la adquisición de aviones de combate tipo “F-16” y “Eurofighter”. Igualmente, por razones “financieras”, la autoridad forestal y el Ministerio de Agricultura no han limpiado los bosques en los últimos 3 años (una acusación decha por el vice monarca de Ilia, vicepresidente de la región, en el canal de televisión “Mega” el pasado 26 de Agosto).

“Sin embargo, los responsables de todo esto son los pirómanos anónimos”, dicen aquellos que intentan lavarle la cara al Gobierno. Pero cómo pudiera ser de otro modo cuando el Gobierno, en lugar de desarrollar planes para el manejo de incendios, cuando se está preparando para la reclasificación de bosques y cuando está promoviendo como una “reforma” urgente la reconsideración del Artículo 24 de la Constitución, a fin de entregarle gigantescas extensiones boscosas a empresas constructoras.

Esta no es la primera vez que los pirómanos atacan en tan gran escala. En Agosto de 2001 hubo dos días con 240 incendios a todo lo largo y ancho del país, un número mucho mayor de incendios de los que hubo este 25 y 26 de Agosto. Sin embargo, no hubo víctimas en esa ocasión. Seis años más de intensos recortes y austeridad en cada departamento del Estado fueron más que suficientes luego de 15 años de austeridad antes de 2001, para traer esta catástrofe total.

Los protagonistas hoy en día son los defensores neo-liberales del “renacimiento del Estado”, quienes han acelerado esta tendencia y nos han llevado de vuelta a la Edad Media.

Aquellos responsables de esta catástrofe no son los “anónimos pirómanos”, sino el capitalismo, sus administradores, así como los especuladores y constructores – en este caso el patético gobierno de la “Nueva Democracia”. Al haber tenido como prioridad permanente estar al servicio de los grandes empresarios, banqueros, toda clase de especuladores y parásitos, han abandonado como “costos innecesarios”la protección de los bosques y de la gente de los incendios.

El Gobierno de la “Nueva Democracia”, a fin de poder sobrevivir, sólo tenía una opción: plantear el mismo escenario que Bush cuando el 11 de Septiembre de 2001. Por ello han usado todo suponer para hacer creer lo siguiente: “Lo sucedido ha sido una amenaza terrorista asimétrica, la cual está dirigida en contra de la nación, por lo que se necesita la mayor unidad nacional”. Sin embargo, este arrogante modo de plantear las cosas ha puesto a la orden del día otro posible escenario, el del Estado Español en 2004. El derechista gobierno de Aznar fue derrotado debido a las protestas de la gente en contra de sus manipulaciones de un evento igualmente imprevisible, los ataques terroristas del 11 de Marzo de 2004 en Madrid. La gente salió a votar masivamente en contra de Aznar.

La actitud atroz del gobierno ha molestado aún más a la gente, especialmente a todos aquellos que lucharon desasistidos contra las llamas, esperando en vano que llegaran los equipos anti-incendios. Esta gente ahora han adoptado la consigna “¡Ya es suficiente! ¡Que se vayan todos ustedes! ¡Nos han abandonado! ¡El Estado no aparece por ningún lado!” Hay mucha verdad contenida en estas frases. La clase dominante no puede seguir gobernando. Es incapaz, indiferente, parásita y peligrosa. La única solución definitiva es arrancarle el poder a esta clase. La única verdadera esperanza es que este Estado corrupto e inepto sea derrumbado por la acción revolucionaria de las masas y sea reemplazado con un Estado controlado democráticamente por la clase trabajadora.

Este debe ser el objetivo principal y final de nuestra lucha. Al mismo tiempo, los sindicatos y los partidos de la izquierda deben tomar la iniciativa y exigir:

•Un plan inmediato para la compensación total de las personas afectadas por los incendios que incluya: completa reconstrucción y reforestación de las áreas afectadas; un programa de alimentos y vivienda, ayuda financiera, becas mensuales de 1.300 euros para cada trabajador, pensionado o desempleado que sufrió daños debido a los incendios; construcción inmediata de todas las obras necesarias para paliar las consecuencias de los incendios forestales.

  • Doblar inmediatamente el gasto en protección contra incendios, incluyendo la protección de zonas urbanas y forestales.
  • Apoyo inmediato a la Brigada Contra Incendios y la Agencia de Protección Contra Incendios para cubrir todas sus necesidades en términos de maquinaria y personal entrenado apropiadamente con empleo estable y permanente.
  • •Aplicación inmediata del catastro forestal, sin permitir cambio alguno al uso de la tierra. ¡NO a la privatización de los bosques! ¡No se les debe permitir el acceso a las empresas constructoras a nuestros bosques!
  • Aplicación inmediata de un programa a gran escala de expropiaciones en las grandes ciudades para crear áreas verdes públicas.
  • A fin de poder financiar todas estas medidas, deben haber recortes efectivos en los gastos militares, un impuesto adicional a las grandes constructoras y un fuerte impuesto permanente a las ganancias de los grandes capitales. 

Grecia, 29 de Agosto de 2007