En la mañana del martes 24 de Agosto se presentó personal obrero de la Gobernación de Miranda para bloquear puertas y ventanas de la casa donde funciona la Asociación de Vecinos del Barrio El Güire, que a la vez le da cobijo al consultorio de Odontol En la mañana del martes 24 de Agosto se presentó personal obrero de la Gobernación de Miranda para bloquear puertas y ventanas de la casa donde funciona la Asociación de Vecinos del Barrio El Güire, ubicado en las cercanías de Santa Fe (Caracas). Este espacio, erigido por los mismos vecinos hace ya más de 60 años, cedió parte de sus instalaciones para que funcionara una escuela de educación laboral para adolescentes discapacitados. Este préstamo de sus instalaciones la hizo la comunidad hace 15 años y aún sigue la escuela ahí, ocupando cada vez más espacios. Hasta los momentos habían aguantado los abusos, pero lo ocurrido en la mañana de hoy fue la gota que rebasó el vaso.

Enfrente al Hospital de Niños San Juan de Dios, en Colinas de Valle Arriba, se encuentra la entrada para el Barrio El Güire. Ahí mismo, a unos pocos pasos, está la casa donde funciona la Asociación de Vecinos. Al principio confunde el que en la esquina uno vea un cartelón con el “si” y una casa pintada con los colores característicos de la Gobernación de Enrique Mendoza. Pero luego subiendo por la calle donde está la Asociación de Vecinos se veían las pintas por el NO que hay en las paredes y, sobre todo, al entrar en la Asamblea que habían organizados los vecinos pudimos entender qué es lo que pasaba.

Es una obra de la comunidad

Hace más de 60 años, los habitantes del barrio construyeron lo que sería el Grupo Escolar Baruta, al principio una estructura muy precaria de barro y bahareque. Pero el esfuerzo de la comunidad lo fue transformando y mejorando, hasta lograr una buena construcción. Pero esas mejoras atrajeron a oportunistas, como cuando hace más de quince años gente de COPEI y el MAS se quiso adueñar de esa tremenda casa para montar ahí su casa del partido. Ya entonces la comunidad se había movilizado y había logrado evitar esa invasión. Pero cuando vinieron a pedirles un espacio para montar una Escuela Especial para Niños Discapacitados, accedieron a prestarles parte de las instalaciones mientras conseguían una sede permanente.

Esta situación ha durado más de 13 años, donde han tenido que aguantar que quienes usan esa escuela vayan invadiendo cada vez más espacios. Pero todo tiene un límite. Y la paciencia de los habitantes de este tranquilo barrio caraqueño se acabó esta mañana cuando la Gobernación de Miranda mandó a unos obreros, claramente identificados con camisas que decían Enrique Mendoza, quitaron puertas de madera y los cambiaron por ladrillos y cemento y además cerraron una ventana que servía para darle ventilación al poco espacio que le han dejado a este centro comunitario, que ha servido de sitio de encuentro para los habitantes de la tercera edad de este barrio, así como para darle espacio a los consultorios de los médicos cubanos de Barrio Adentro.

La Asamblea se pronuncia

De boca en boca y llamando por aquí y por allá, se convocó una asamblea especial para la tarde de hoy, a la que asistieron más de 70 vecinos, para discutir como enfrentar este claro ataque y saboteo contra el centro comunitario. En el ambiente se notaba la indignación de los habitantes del barrio, porque saben que se trata simplemente de un saboteo a los médicos cubanos y una represalia porque “acá en el barrio somos chavistas y votamos masivamente por el NO”, nos dijeron varias abuelitas que regularmente van a este centro comunitario.

Los vecinos se quejaban por la escuela, que dice ser pública, pero es usada por los niños bien. “Ahí a medio día uno lo que ve son puros Mercedes Benz. Y nosotros no tenemos ningún Mercedes Benz”, nos comentaba una abuela indignada con el abuso que representaba esa invasión y con la actitud displicente de las 2 señoras que fueron en representación de la escuela. “Esa gente nos mira mal y no nos deja usar los espacios que nosotros les prestamos, porque eso lo construimos nosotros mismos. Ahí Enrique Mendoza no ha puesto ni un Bolívar, pero sí se quiere agarrar el espacio. Si hasta lo pintaron con los colores de la Gobernación y pusieron ese letrero del ‘sí’, como si este fuese un barrio escuálido. ¡Acá votamos por el NO!”, denunciaban.

A la asamblea había asistido la Directora de la escuela, que en un principio se llamaba “Grupo Escolar Baruta” y que arbitrariamente fue rebautizado “Taller Laboral Dora Bargueño” una vez que fue invadido el espacio. En todo momento intentó plantearle a la Asamblea como concesiones el que ellas se retractaran de lo que era claramente un abuso de su parte. Esto por su puesto no hacía más que enardecer aún más a los vecinos que no estaban dispuestos a darles ninguna concesión sino exigiendo que de inmediato se retiraran los bloques. Al finalizar, los vecinos lograron recuperar espacios y que la directiva del taller educativo se comprometiera a que a más tardar al día siguiente los ladrillos que bloqueaban lo que había sido una puerta, así como la ventana que servía de ventilación del local fuesen retirados.

El ambiente que se sentía era el que los vecinos querían las soluciones y las querían ya. Así, mandarria en mano, aprovecharon de tumbar una de las paredes que habían erigido para bloquear un espacio que necesita el centro comunitario, por la cantidad de actividades que ahí se organizan. La directora decía que en el salón funcionaba un taller de terapia musical y que para ellas “es un enorme sacrificio quitarle este espacio a esos niños y jóvenes, pero estamos dispuestas a cedérselo.” Sin embargo, cuando abrieron el paso, se encontraron con que ese cuarto no estaba siendo usando sino como depósito de archivos viejos y otros cachivaches. Nada de terapia musical ni salón especial para niños. Las paredes deterioradas por la humedad y la evidente falta de uso del espacio las delataban. Nuevamente se confirmaba que de lo que se trataba era de un acto de saboteo a la Misión Barrio Adentro, ya que esas señoras con su cara de displicencia hacia los habitantes del barrio mostraban de qué bando son.

Las abuelas comentan

En el poco espacio que les han dejado, funciona un centro comunitario para los vecinos de la tercera edad, donde realizan actividades muy variadas. Las abuelas comentaban que ahí organizan sesiones de ejercicios y thai chi, además de clases de manualidades, fiestas de cruz de mayo y hasta celebran sus cumpleaños y el día de la madre. Igualmente en el local, los jóvenes pueden hacer deporte y se imparten clases de kárate, así como de música. Todo esto adicional a las asambleas de vecinos y los espacios que tienen como consultorios de los médicos cubanos.

Son 36 señoras de la tercera edad que ahora gestionan su centro Pero la comunidad desde que se construyó ha estado trabajando y gestionando el espacio, que en general tienen a disposición para realizar actividades a favor de los vecinos del barrio.

Una de las abuelas nos decía que “Acá siempre hemos sido pacíficos, no nos gusta la violencia. Pero es que ellos nos agredieron y por eso tenemos que actuar con decisión.” Igualmente otra nos comentaba “Nosotras hemos estado toda la vida acá. Por aquí hemos pasado nosotras, nuestros hijos, nietos y hasta bisnietos.”, que era completado por otra que decía “Nosotras vemos clases acá y así ha sido con nuestra familia. Esto lo hemos gestionado nosotras mismas y ese Enrique Mendoza no ha puesto ni un centavo para nada.”

La conciencia de clase

A pesar de la indignación con lo que había sucedido, los habitantes de El Güire sabían que los obreros no eran los culpables de lo sucedido. “Esos pobres muchachos lo que están es siguiendo órdenes de ese canalla de Enrique Mendoza”, nos comentaba una de la abuelitas. Y es que entienden que los trabajadores no son culpables de lo sucedido, mostrando la conciencia de clase y el compromiso revolucionario que existe en general en el movimiento bolivariano.

Los médicos de Barrio Adentro

En el centro comunitario trabajan tres médicos cubanos: las Doctoras Moraima García y Gladis Torres, Medicina General que están ahí desde Enero de este año, y el Doctor Geovany Méndez, Odontólogo que llegó hace dos meses. Cuando se acercaron por el local se podía sentir el gran cariño que la comunidad tiene por estos compañeros médicos. La Dra. Moraima nos comentaba que están muy contentos con el trabajo que están desarrollando en el barrio y sobre todo con la acogida que han sentido de los vecinos. “Nos sentimos como en casa, como en Cuba. La comunidad ha sido muy atenta y nos ha apoyado en todo”, nos comentaba la Dra. Moraima.

Y es que era evidente el cariño que los vecinos sienten por estos médicos. Igual pudimos comprobar con el Dr. Méndez, al que todos saludaban gustoso. Incluso, niños del barrio se jugueteaban con él y le pedían acompañarlo cuando, terminada la asamblea, se dirigía a la panadería a comprarse algo. “Desde que llegué a Venezuela tengo montones de hijos”, nos decía sonreído mientras un niño lo agarraba de la mano y le pedía ir con él. Es que la comunidad ha sabido apreciar el enorme sacrificio que realizan estos médicos viniendo hasta acá, dejando atrás su país de origen en una muestra de solidaridad internacional.

La comunidad organizada en Asamblea

Desde hace un tiempo la comunidad ha decidido gestionarse reunida en Asamblea. Echaron para fuera la anterior Junta de Vecinos que, según nos comentaba un vecino, “estaba controlada por la Alcaldía y Primero Justicia”. Ahora los habitantes de El Güire se reúnen regularmente en Asambleas para discutir los aspectos de la comunidad. Incluso, la decisión de montar ahí los consultorios de Barrio Adentro fue aprobada por votación en una de esas reuniones de la Asamblea.

Si bien en esta ocasión hemos servido como reporteros de este encuentro, los camaradas de la CMR estaremos participando también en este espacio, que consideramos un punto de encuentro para los bolivarianos de estos alrededores. Consideramos que es una excelente experiencia de autogestión y de organización popular que debe ser apoyado porque con esta nueva demostración de fuerza de la comunidad, no es de extrañar que empiecen a intimidarlos las policías de Baruta y Miranda, además de las otras bandas armadas que manejan por el sector.