Más de 90 muertos y 210 heridos es el saldo de las últimas 48 horas de atentados explosivos y combates entre las fuerzas de ocupación estadounidenses y la resistencia armada iraquí, informó en esta capital el ministerio de Salud. Más de 90 muertos y 210 heridos es el saldo de las últimas 48 horas de atentados explosivos y combates entre las fuerzas de ocupación estadounidenses y la resistencia armada iraquí, informó en esta capital el ministerio de Salud.

Esa fuente reportó que en los hospitales de Bagdad, Ramadi (centro), Jillah (sur) y Mosul (norte) se contaron 77 cadáveres y 202 lesionados.

A esas víctimas se sumaron las de los ataques aéreos lanzados por el ejército norteamericano este lunes contra la ciudad central de Faluja que causó 15 muertos y 13 heridos, reportó Prensa Latina.

El pretexto de las fuerzas invasoras para atacar a esa urbe es la presencia allí del jordano Mussab al Zarqawi, a quien la inteligencia militar de Washington relaciona con la red Al Qaeda, de Osama Bin Laden.

Al Zarqawi -apunta el servicio secreto- es el cerebro de una serie de atentados que afectaron a varias ciudades hace pocos meses y de uno realizado el domingo pasado contra un blindado estadounidense, en la calle Haifa, centro de Bagdad.

Respecto al balance víctimas, medios de prensa notificaron como parciales las cifras, las cuales podrían aumentar como consecuencia del estado de los lesionados, muchos de ellos graves.

Esos mismos medios precisaron, además, que la víspera tres soldados polacos perdieron la vida en combates contra efectivos de la insurgencia iraquí.

La televisora regional Al Arabiya notificó que el gobernador de la provincia de Dohuk (norte), el kurdo Abdulazziz Tajjip, escapó ileso de un atentado.

Por su parte, el diario Al Sabah al Yadid informa este lunes que el magistrado Nueim al Okeili, quien fue electo para presidir el tribunal que juzgará al ex presidente Saddam Hussein, renunció a su cargo.

Según la publicación, el responsable dimitió por "motivos personales".

Este periódico divulgó la víspera el nombramiento del jurista para encabezar la corte que procesaría a Saddam y a otros 11 importantes colaboradores del derrocado gobierno.