«Sólo la lucha educa a la clase explotada, sólo la lucha le descubre la magnitud de su fuerza, amplía sus horizontes, eleva su capacidad, aclara su inteligencia y forja su voluntad» Lenin.
 
Desde Lucha de Clases, venimos promoviendo la lucha por un salario igual a la canasta básica, como una de las reivindicaciones más sentidas del conjunto de la clase trabajadora, ya que hemos vivido una terrible desmejora de los salarios, a la par de los niveles de vida a nivel general.

El salario mínimo actual, el cuál devenga la mayoría de los trabajadores/as de la administración pública, está en 1,2 millones de bolívares, más 1,2 millones de bolívares en bono de alimentación, lo que equivale a poco menos de 2 dólares mensuales. Su pulverización actual, es producto del llamado Plan de Recuperación, Estabilidad, Prosperidad y Crecimiento Económico, implementado por el gobierno desde el 2018, con el objetivo de «reducir el déficit fiscal» y atraer inversiones extranjeras.

Esta política económica del gobierno, como advertimos desde su lanzamiento, implica un ajuste liberal, anti-obrero y anti-popular, que ha cargado sobre los hombros de la clase trabajadora todo el peso de una terrible crisis que no ocasionó, y que es producto de la crisis global del capitalismo, sistema que el gobierno en los hechos ha promovido, aliandose a empresarios nacionales y extranjeros y que además es agravada por la corrupción, ineficacia y por el bloqueo del imperialismo yankee a nuestra industria petrolera, el secuestro de CITGO y otros activos, y la congelación de cuentas en el exterior.

Mientras el gobierno le abre las puertas a las multinacionales, les ofrece más contrarreformas, apoyo y excepciones tributarias; a la clase trabajadora le dice que “no puede hacer nada por nuestros salarios, debido a la caída de los ingresos» pero que no podemos quejarnos, porque «nuestro salario social es uno de los más altos». Además, «el país cumplió las metas del milenio, en materia de salud, educación…».

Mientras millones de venezolanos/as hemos perdido muchos kilos, y encaramos nuestro día a día famelicos, en medio de las múltiples problemáticas de la cotidianidad: por el alto costo de la vida, los bajos salarios, sin acceso al agua, con constantes apagones, con escasez de gas doméstico; el gobierno nos pide compresión, mientras se une a los «empresarios optimistas» como Vollmer y el presidente anuncia que asume un régimen de dieta, para rebajar 6 kilos extra que ganó en diciembre. ¿Hasta cuando tanto cinismo?

Durante el proceso de gestación de la Alternativa Popular Revolucionaria, la izquierda logró posicionar el 30 de abril del año pasado la etiqueta #SalarioIgualCanastaBasica y dicha consigna fue una reivindicación del primer eje programático acordado para la campaña electoral de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, denominado: «Por las Luchas Obreras». A pesar de las limitaciones para construir un programa en el seno de la APR, las reivindicaciones laborales eran las que contaban con mayor consenso y, probablemente, así será en el proceso preparatorio del Congreso Nacional Fundacional de la APR. Es por ello que desde Lucha de Clases planteamos la necesidad de iniciar una gran «Campaña Nacional por el Salario Igual a la Canasta Básica», que sirva para reagrupar un conjunto de luchas y movilizaciones sectoriales, regionales y de diversos movimientos de trabajadores/as, para potenciar las mismas, darle un carácter nacional, unitario y clasista, capaz de movilizar las fuerzas obreras hoy desmoralizadas, producto de los ataques sufridos por los empresarios y el gobierno, y retomar las herramientas de lucha históricas de nuestra clase, es decir, las luchas en las calles, en las entidades de trabajo y comunidades, con los sindicatos clasistas y las federaciones dispuestas a dar la pelea.

Por una Ley de Salario Mínimo Vital y Variable

Nosotros, como revolucionarios, sabemos que la lucha legal, por si misma, no basta para cambiar la realidad, pero consideramos que la movilización por una ley que nos permita desarrollar el artículo 91 de la Constitución, podría ser un medio para despertar, reactivar y reagrupar a amplias capas de la clase trabajadora, empezando por el sector público, uno de los más afectados por la política salarial del gobierno-patrono.

El artículo 91 de la Carta magna señala que “el Estado garantizará a los trabajadores y trabajadoras del sector público y del sector privado un salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica. La ley establecerá la forma y el procedimiento» (el subrayado es nuestro),

Ahora bien, tomando en cuenta la mayoría absoluta obtenida por el PSUV en la Asamblea Nacional, y conociendo su «alianza estratégica» con los «empresarios optimistas», no podemos esperar absolutamente nada de ellos, más que dejar en evidencia los intereses que defienden, que son contrarios a los del conjunto de la clase trabajadora, y debemos confiar únicamente en nuestras propias fuerzas.
   
Es por ello que proponemos al conjunto de la Alternativa Popular Revolucionaria y demás organizaciones, movimientos, colectivos, sindicatos y federaciones a construir colectivamente y presentar un proyecto de Ley de Salario Mínimo Vital y Variable a la Asamblea Nacional, acompañada del respaldo del 0,1 % de las firmas de los inscritos en el registro civil y electoral, de acuerdo a lo establecido en el artículo 204 de la Constitución acerca de las iniciativas de las leyes.

Si logramos presentar esta propuesta durante el primer período de sesiones de la Asamblea Nacional(del 5 enero al 15 de agosto) y no se discute, al menos, en el período siguiente(del 15 de septiembre al 15 de diciembre), el proyecto de ley deberá someterse a referendo aprobatorio de acuerdo a lo establecido en el artículo 205 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Conocemos las arbitrariedades y el abuso de poder de la cúpula del PSUV, pero combinando todas las formas de lucha, la protesta de calle, la presentación de leyes en la Asamblea Nacional, las tomas de fábricas, podremos avanzar en la construcción de una Alternativa Revolucionaria, dispuesta a llevar hasta las últimas consecuencias un programa de lucha, con independencia de clase y con la disputa del poder político y el socialismo como objetivos estratégicos. Luchando nos educaremos como revolucionarios, luchando nos encontraremos con nuestros hermanos de clase, luchando recordaremos que somos la única clase capaz de derrumbar este podrido sistema de miseria y explotación! Lucha y Únete Lucha de Clases, sección venezolana de la Corriente Marxista Internacional.
 

  • Nota: El nombre tentativo de ley, pudiera ser otro que exprese la necesidad de que el salario mínimo sea igual a la canasta básica y que debe ser ajustado periódicamente.