Luego de la contundente victoria bolivariana en las elecciones regionales del 31 de octubre se ha producido, como todos hemos visto, un acercamiento entre el gobierno de Chávez y el gobernador del Zulia Manuel Rosales, el cual ha llegado al punto de Luego de la contundente victoria bolivariana en las elecciones regionales del 31 de octubre se ha producido, como todos hemos visto, un acercamiento entre el gobierno de Chávez y el gobernador del Zulia Manuel Rosales, el cual ha llegado al punto de que la representación de Un Nuevo Tiempo en la Asamblea Nacional ha votado varias veces en conjunto con la mayoría revolucionaria.

Pero en estos acuerdos de cogollo, como siempre sucede, los trabajadores bolivarianos han quedado por fuera, sufriendo las consecuencias de pactos burocráticos poco comprensibles para la cotidianidad popular. Porque luego del referéndum el gobernador Rosales inició una campaña de despidos contra todos los trabajadores asociados a la gobernación zuliana que no aparecieran firmando por el revocatorio contra Chávez. En el Puente sobre el Lago, fueron despedidos más de 20 trabajadores luego del referéndum, igual cosa sucedió en el Puerto de Maracaibo. Luego de realizadas las respectivas demandas de reenganche por ante los tribunales laborales, muchos de estos trabajadores han regresado a sus puestos, pero otros continúan botados, y la campaña de la gobernación
busca destruir a los sindicatos bolivarianos que han logrado fortalecerse dentro de la administración pública regional.

Los dirigentes del Sindicato de Empleados Públicos de los Servicios e Institutos Autónomos del Estados Zulia, Argenis Nava, Secretario General, y Orlando Paredes, Secretario de Actas y Correspondencia, continúan despedidos de sus puestos de trabajo en el Puerto de Maracaibo y el Puente sobre el Lago respectivamente. La gobernación pretende desconocer el
proyecto de contrato colectivo que dicho sindicato introdujo desde hace seis meses por ante la Inspectoría del Trabajo de Maracaibo, e intenta firmar con una pretendida coalición de trabajadores un acuerdo colectivo que desconoce la existencia misma del sindicato y violenta la Ley del Trabajo. Alertamos
a las autoridades del Ministerio del Trabajo sobre estas maniobras del gobierno de Rosales, que intenta desconocer los derechos laborales de los trabajadores consagrados en la Constitución Bolivariana y las leyes.

Exigimos que el gobernador Manuel Rosales reenganche de inmediato a todos los trabajadores despedidos por no haber firmado a favor del referéndum contra el Presidente Chávez. Y exigimos al gobierno nacional que los pactos burocráticos entre cogollos no deben olvidarse de los “pequeños detalles” que afectan a decenas de padres y madres de familia que han quedado fuera de sus trabajos.

FUERZA UNITARIA DE TRABAJADORES “EZEQUIEL ZAMORA”

Maracaibo, enero de 2005

Tomado de Aporrea